Se conoce como “la hormiga negra” y es un estimulante sexual que potencializa la erección.
En un operativo del Ministerio de Salud, lo encontraron en varias sex shops, promocionado como si fueran confites y sin informar a los compradores que el producto –ingresado ilegalmente al país– trae dosis mayores a las recomendadas de sildenafil, lo que significa que, quien lo consuma, corre el riesgo de sufrir infartos fulminantes.
También en un sex shop , funcionarios de Salud pescaron los llamados “poppers”: sustancias que, normalmente, es utilizada en talabarterías para pulir el cuero pero que, en estos otros establecimientos, son promocionadas para dilatar el ano y facilitar así las relaciones sexuales anales.
“Hormiga negra” y “poppers” son dos de cientos de miles de productos que ingresan ilegalmente al país y que el Ministerio de Salud halla en alguno de sus seis operativos anuales.
Jennifer Lee Alvarado, jefe de la Unidad de Normalización y Control, del Ministerio de Salud, calcula que pueden detectar en total unas 500.000 unidades, entre productos naturales, alimentos, suplementos para dieta, fármacos, químicos, higiénicos, cosméticos y equipo biomédico.
En la acción más reciente, realizada entre el 13 y el 17 de junio, decomisaron casi 67.000 productos, con un valor estimado superior a los ¢235 millones.
Este operativo es el que anualmente se realiza con apoyo de la Interpol. El del 2016 se llamó Pangea IX (es el noveno año que se realiza) y entre otros participaron el Organismo de Investigación Judicial (OIJ), la Policía de Control Fiscal, y los Colegios de Médicos y el de Farmacéuticos.
También participaron el Ministerio de Economía, Industria y Comercio (MEIC), la Policía de Fronteras, el Servicio de Vigilancia Aérea, y la Policía Municipal de Alajuela.
Complejo. Según Lee Alvarado, con cada año que pasa se encuentra una mayor sofisticación, tanto en las vías para introducir productos falsificados e ilegales, como en las formas para comercializarlos, incluidas las redes sociales como Facebook.
“Interpol está bastante preocupada porque el comercio de medicamentos falsificados e ilícitos está tomando mucho auge. Las organizaciones criminales ya tienen los canales de comercialización y de introducción a los países. Es mucho más fácil colocar productos falsificados que drogas. Para ellos es más fácil introducirlos en el comercio de una forma que parece regular, aunque es un producto irregular”, explicó la funcionaria.
Muchos de estos productos ingresan por medio del llamado “contrabando hormiga”: en maletas de viaje y con ayuda de una sola persona.
“En este operativo Pangea se localizó a un joven con gran cantidad de anabólicos para vender a los gimnasios”, destacó Lee.
También se encontraron lentes de contacto para disfraces, de los que nadie sabe quién los fabricó o en qué tipo de líquido vienen preservados. “Eso puede causar infecciones graves en los ojos”, advirtió Lee.
El Colegio de Farmacéuticos informó de que este año se decomisaron productos vencidos, sin registro sanitario, falsificados, contrabandeados, prohibidos, almacenados en condiciones insalubres, y que se pretendían volver a etiquetar para ponerlos a la venta en el mercado nacional.
“Es importante que la población comprenda que los medicamentos deben ser elaborados, almacenados, manipulados, vendidos y dispensados en establecimientos farmacéuticos debidamente autorizados y registrados. Cada uno de estos establecimientos tiene un regente farmacéutico responsable y regulado por el Colegio y el Ministerio“, expuso la entidad profesional. Alejandro Madrigal, fiscal adjunto del Colegio de Médicos, señaló que la comisión dedicada al tema de productos ilícitos y falsificados se reúne cada mes para discutir nuevas formas de atacar, con estrategias más efectivas, una situación considerada como amenaza para la salud pública.