El Ministerio de Salud confirmó la presencia de la ameba Naegleria fowleri en las aguas termales de un hotel en La Fortuna de San Carlos.
Se trata de un organismo que en ocasiones excepcionales puede causar una infección cerebral.
A pesar de tratarse de casos muy poco frecuentes, las autoridades solicitaron a los propietarios del establecimiento colocar mensajes de advertencia para los bañistas. El nombre del local no fue divulgado.
La principal recomendación para los visitantes es que no se sumerjan pues la ameba ingresa por la nariz. En situaciones excepcionales, llega al cerebro y destruye el tejido, provocando la muerte.
La solicitud de Salud se dio luego de que trascendiera la muerte de un niño estadounidense, de 11 años, quien estuvo en ese centro turístico en julio, según divulgó el diario digital The Tico Times.
María Ethel Trejos, encargada de Vigilancia de la Salud, aclaró, sin embargo, que no está en posibilidad de confirmar que el niño se infectara en Costa Rica. Esto, porque también en Florida, donde residía el menor, está el parásito.
De confirmarse que el menor se infectó en el país, sería el primer caso registrado.
La funcionaria informó de que se trabajó en el lugar donde se hospedó la familia del niño y se confirmó la presencia de la Naegleria fowleri en las aguas termales, no así en piscinas, duchas u otro tipo de fuentes de agua.
Trejos adelantó que se coordina con la Universidad de Costa Rica para realizar análisis en otros establecimientos similares.
Poco frecuentes. Este tipo de ameba es común en aguas dulces cálidas y estancadas.
Según el Centro para el Control y Prevención de las Enfermedades (CDC) de Estados Unidos, la ameba causa infección cuando entra por la nariz y sube al cerebro, donde destruye el tejido.
Los síntomas aparecen unos cinco días después de contraer la infección y pueden incluir dolor de cabeza, fiebre, vómitos y alteraciones en el estado de conciencia.
Según los datos del CDC, en los últimos 50 años solo se han presentado 134 muertes a causa de este organismo en Estados Unidos pues, aunque la presencia de las amebas es común, el riesgo de contraer una infección es “inusual”.
María Luisa Ávila, exministra de Salud y jefa de Infectología del Hospital Nacional de Niños, dijo que no existe ninguna razón para alarmarse por este hecho.
Según señaló, entre los factores que pueden contribuir a que la ameba provoque la muerte, están el diagnóstico tardío y las bajas defensas del afectado.
Estas amebas, explicó, son las llamadas “de vida libre”, que viven en agua dulce y son más comunes en aguas estancadas de pozas, sin ningún tratamiento o en lugares selváticos.
Ávila recomendó evitar meterse en pozas donde hay aguas estancadas y, ante la presencia de síntomas, informar al personal médico si estuvo en un lugar de riesgo.