Los vecinos de Calle Robles y Calle Cementerio, en San Juan de Dios de Desamparados, ya pueden usar el agua que les llega por la cañería. El Instituto Costarricense de Acueductos y Alcantarillados (AyA) levantó la medida la tarde de este lunes, seis días después de que los residentes en esas comunidades reportaran olores extraños en el líquido.
AyA limpió tuberías y realizó análisis de laboratorio que permiten concluir que el agua es apta para el consumo humano. Esto incluye higiene personal, alimentación de mascotas y preparación de alimentos, además de actividades comerciales.
Hace una semana y por segunda vez consecutiva, AyA recomendó a los vecinos de Calle Robles y Calle Cementerio no usar el líquido. En la primera ocasión, fue debido a una filtración de aguas residuales ocasionada por la ruptura de una tubería.
Esta situación en los barrios al sur de San José surge luego de la confirmación, a finales de enero, de la contaminación con hidrocarburos de una de las fuentes del sistema de acueductos que provee a los habitantes de Tibás, Goicoechea y Moravia.
Esto afectó a aproximadamente 107.000 personas, quienes experimentaron suspensiones y racionamientos en el servicio debido a la contaminación con un tipo de hidrocarburo llamado xileno.
Una problemática similar se presentó en el acueducto municipal de Turrialba. Aunque en un principio el Ministerio de Salud confirmó la presencia de hidrocarburos, esto fue posteriormente descartado por los laboratorios de la Universidad de Costa Rica (UCR).