Los hospitales de la Caja Costarricense de Seguro Social (CCSS) han registrado, desde setiembre pasado, 4.291 horas de plétora o sobresaturación en el área de emergencias, aunque tampoco se han salvado de ese problema otros servicios; entre ellos, el de sala de operaciones y Cuidados Intensivos.
Desde que la institución estableció un procedimiento para detectar y abordar estas crisis, en setiembre del 2023, se han registrado 41 incidentes, 21 de ellos en hospitales de la región Central Sur. La estadística en esa región la lidera el Hospital San Juan de Dios, con 17 incidentes.
Los datos provienen de un informe presentado por el gerente médico, Wiliburg Díaz Cruz, a la Junta Directiva de la CCSS, este 26 de febrero, que sirvió de base a Díaz para proponer al máximo órgano declarar emergencia institucional la crisis de los servicios de emergencia en sus hospitales.
La discusión seguirá este martes, en otra sesión de Junta, cuando se decidirá si se hace esa declaratoria y bajo cuáles condiciones. Será el primer punto en agenda para este 27 de febrero.
Sin embargo, trascendió que las medidas recomendadas buscan que, en un plazo máximo de seis meses, se desahoguen los 83 servicios de emergencias y urgencias que la CCSS tiene en todo el país, entre hospitales y áreas de salud.
La propuesta de declaratoria de emergencia busca mejorar el flujo de pacientes que necesitan hospitalización, usando recursos distintos a los de la reserva de contingencia del Seguro de Salud.
En principio, propone autorizar el uso de 1.147 plazas que originalmente fueron creadas para la operación de la Torre Este del Hospital Calderón Guardia para dar soporte en la atención de pacientes en emergencias.
Los incidentes de plétora se clasifican en cuatro niveles: del cero (menos grave) a tres, el más grave, que es cuando los hospitales recurren a cerrar por unas cuantas horas el servicio y a realizar ajustes internos, como reconvertir áreas para dar espacio a pacientes de Ortopedia, uno de los grupos que más demandan atención por el incremento en la cantidad de accidentes de tránsito.
En las últimas semanas, hospitales como el San Juan de Dios y el San Rafael de Alajuela han presentado un nivel de ocupación elevado, que sobrepasa en ambos casos su capacidad instalada. El nivel de alerta ahí alcanzó nivel 3. También han entrado en crisis centros como el Hospital San Carlos, en la zona norte.
Mario Vílchez Madrigal, director de Centro de Atención de Emergencias y Desastres (CAED), explicó a los directivos que la CCSS tiene activaciones de alertas de plétora provenientes de los diferentes tipos de hospitales: regionales, nacionales y periféricos. Prácticamente, en todas las redes de la CCSS hay afectación.
Por esa razón, explicó Vílchez, eventos como un solo trasplante múltiple, que aumentan un poco más la demanda, es suficiente para causar un desbalance a toda la red.
De las 41 activaciones de plétora registradas en cinco meses, 13 han sido de nivel 3, las más graves. Lo anterior obliga a los hospitales a redistribuir pacientes en condición roja hacia otros hospitales que también están al borde.
“El espacio de maniobra es bastante, bastante limitado. La situación de los servicios de emergencias es sumamente frágil, y cualquier evento puede generar una crisis mucho mayor”, advirtió Vílchez en defensa de los acuerdos para declarar emergencia institucional.
El aumento de víctimas de la violencia, como personas baleadas o apuñaladas, y de la cantidad y complejidad de quienes sufren accidentes de tránsito, son las fuentes más importantes que disparan la saturación de estos servicios.
La presidenta ejecutiva de la CCSS, Marta Eugenia Esquivel Rodríguez, advirtió de que lo que se propone es apenas “una curita” para un problema mayor que implica, entre otras cosas, la necesidad de dotar de recursos humanos y reforzar el primer nivel de atención, integrado por Ebáis y áreas de salud.
Para Esquivel, todos los servicios de emergencias del país requieren replantearse. En ese proceso, el primer nivel, integrado por Ebáis y Áreas de Salud, es fundamental.
Si la CCSS logra el equilibrio con una buena atención en el primer nivel, a emergencias solo llegaría trauma y casos complejos, dijo Esquivel.
Para esto se necesita, agregó, que todo lo que tiene que ver con enfermedades crónicas esté mejor controlado desde los Ebáis, con lo cual bajaría la presión de la demanda en emergencias.
En esa vía, Donald Corella, jefe del servicio de Emergencias del Hospital Calderón Guardia, recomendó reforzar servicios de urgencia en áreas de salud con más personal y recursos diagnósticos.
Con esto, dijo Corella, se evitaría una cantidad importante de traslados a hospitales regionales o nacionales, disminuyendo la presión sobre sus servicios.
Leslie Vargas, director del Área de Estadística en Salud de la CCSS, recomendó a las autoridades abocarse a resolver la demanda insatisfecha en el primer nivel de atención, sin olvidar la parte hospitalaria que pueda dar contención a la demanda.
Según dijo, estimaciones iniciales de la CCSS calculan la necesidad de Ebáis entre 300 y 491 para cerrar la brecha en el primer nivel de atención.