Hace una semana, el país no tenía camas disponibles para atender nuevos pacientes delicados por covid-19, en las unidades de cuidados intensivos (UCI’s) .
Sin embargo, la Caja Costarricense de Seguro Social (CCSS) informó de que este sábado, a las 9 a. m., había 128 camas disponibles para la atención de personas críticas por el nuevo coronavirus en los hospitales nacionales.
Los centros hospitalarios tienen 337 camas covid-19 en las unidades de cuidados intensivos; hoy, 209 están ocupadas (62% de ocupación).
Del total de camas covid-19, un total de 109 se encuentran en las áreas de “covid UCI crítico adulto”. De estas, están ocupadas 76.
Otras 223 camas están en el área de “covid UCI severo adulto” y, de ellas, están ocupadas 132.
Cinco de las camas están en “UCI covid-19 pediátrico”. Allí, una cama está ocupada y cuatro están libres.
La CCSS recordó que estos números son muy variables y pueden cambiar en cualquier momento, pues el hecho de que fallezcan pacientes o se recuperen, libera espacios.
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Atención especializada
No cualquier persona llega a una Unidad de Cuidado Intensivo (UCI). El especialista en Medicina Interna y Cuidados Intensivos, Marco Vinicio Boza, explicó que las personas ingresan allí si tienen posibilidades de salvar su vida y de ser “rescatados”.
En cambio, aquellos que, por su gravedad no tienen posibilidades de supervivencia, reciben cuidados compasivos y paliativos.
“Cuidados intensivos requiere una vigilancia rigurosa de 24 horas al día, pero no todas las personas llegan en la misma condición”, aseveró el médico.
“Cuando alguien llega a UCI con covid se afecta gravemente los pulmones, pero también tenemos posibilidad de tener enfermedades en el cerebro, en el corazón, en el hígado, en los riñones, en el sistema digestivo, trastornos de metabolismo o de las sustancias de la sangre, llamadas electrolitos”, añadió el especialista.
Estas últimas personas, que experimentan fallas en múltiples órganos o sistemas, son quienes principalmente requieren de una UCI crítica. Estas camas tienen mayor cantidad de equipos y más sofisticados.
“En una UCI severa pueden haber dos pacientes e incluso tres por enfermera. En una UCI crítica debe haber un radio de uno a uno, e incluso, para algunos procedimientos de UCI crítica, se requieren dos o tres enfermeras por paciente”, agregó Boza.
En algunos casos, para atender a un paciente crítico se necesitan aún más equipos, pues es la forma de aumentar sus posibilidades de vivir.