“Yo desde mediados de setiembre estuve hospitalizada en la Unidad de Cuidados Intensivos (por complicaciones con la covid-19), sigo incapacitada. Entonces, necesariamente tenían que sustituirme, la reestructuración es un proceso muy importante (...) Yo no sé cuánto tiempo voy a estar incapacitada y esto urge”.
Esas son las razones expuestas por la expresidenta ejecutiva de la Caja Costarricense de Seguro Social (CCSS), Ileana Balmaceda, para separarse del cargo de directora del proyecto de reestructuración de la entidad, que ocupaba desde mayo pasado.
La médica, quien también fue directora del Hospital San Juan de Dios, tenía la responsabilidad de sacar adelante, de una vez por todas, las reformas recomendadas desde 2011, con el objetivo de optimizar el uso de recursos económicos y eliminar duplicidades en la administración central. Se trata de acciones clave para garantizar la sostenibilidad de los servicios de salud en el futuro.
Con ella trabajaban cinco profesionales en Derecho, Administración, Ingeniería Industrial y Psicología, quienes también decidieron dejar sus puestos al conocer la salida de Balmaceda.
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“Yo no quiero más atrasos para el proyecto, por eso le dije al doctor Cervantes (gerente general de la CCSS) que tenían que sustituirme, no sé cuánto tiempo voy a estar incapacitada, tengo una nueva cita el 4 de noviembre, estoy en rehabilitación cardíaca, la verdad es que no sé... Yo me siento mucho mejor, ya me quitaron el oxígeno, pero todavía no estoy al 100%, espero que se siga la ruta y la metodología que nosotros marcamos y espero en Dios que les vaya bien”, declaró la exjerarca.
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Además de las complicaciones provocadas por el nuevo coronavirus, la médica enfrentó un cáncer en el 2019.
10 años de atraso
Ante la renuncia de Balmaceda, la Junta Directiva de la CCSS nombró como nuevo director interino del proyecto a Mayid Morales Madrigal, quien se ha desempeñado como asesor de la Gerencia General.
La reorganización de la CCSS suma 10 años sin conseguir resultados, la única modificación concreta es la creación de la Gerencia General. Hasta ahora, el proceso le ha costado a los costarricenses ¢860 millones en dos consultorías y cientos de millones en salarios pagados a los funcionarios de la CCSS a cargo del proyecto.
La primera asesoría se acordó en 2016 con el Centro de Investigación y Capacitación en Administración Pública (Cicap) por ¢283 millones para el diseño de una nueva estructura administrativa de la institución. La segunda, de 2018, estuvo a cargo de la empresa Ernst & Young, que cobró ¢577 millones por señalar la ruta para migrar hacia el nuevo modelo.
De acuerdo con el Cicap, las seis gerencias actuales (Médica, Financiera, Administrativa, de Pensiones, Infraestructura y Logística) se reducirían a cuatro específicas: Gerencia de Salud, Gerencia de Pensiones, Gerencia de Operaciones y se crearía una Gerencia General.
La Auditoría Interna de la CCSS reprochó en agosto del año anterior que la inversión en consultorías no se ha traducido en “cambios de impacto” para la entidad. En el informe ASF-071-2020, los auditores señalaron que los rezagos en el proceso de reestructuración tienen un impacto negativo en los servicios de salud y pensiones.
Otras deficiencias señaladas fueron la incapacidad de las autoridades para definir prioridades y la falta de personal con conocimientos sobre estructuras organizacionales, Ingeniería Industrial o médicos expertos en salud pública.
En una entrevista realizada en setiembre, Román Macaya, presidente ejecutivo de la CCSS, resaltó la importancia de la reestructuración.
“La reestructuración se requiere porque la institución, cada vez, tiene que atender más con proporcionalmente menos. El envejecimiento de la población en el país es tal que no tiene que crecer el número de habitantes para que se dispare la demanda de servicios de salud, solo tienen que envejecerse (...) Eso nos obliga a ser más eficientes y ser más relevantes para los usuarios, que la gente sienta que la institución le resuelve sus necesidades, creo que eso hoy se siente, pero la barra cada vez va a estar más alta”, comentó Macaya.
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¿Cuántas personas deberían movilizarse? ¿Cuándo se tendrían que hacer las movilizaciones? ¿Requerirían readecuaciones de plazas? Esas preguntas no tienen respuesta aún.
Julio de 2022 es la fecha señalada por las autoridades para concretar esos aspectos y ejecutar las modificaciones necesarias.