El servicio de radioterapia con acelerador lineal de la Caja Costarricense de Seguro Social (CCSS) lleva un año trabajando a tiempo completo, seis días a la semana, para dar abasto ante la alta demanda de pacientes con cáncer: más de 3.500 enfermos al año.
Los únicos cuatro aceleradores lineales que tiene la institución empezaron a programar tratamientos en un tercer turno (entre 10 p. m. y 6 a. m.), en julio del 2018 como una medida de contingencia ante una lista de espera que ese entonces era de 800 pacientes.
Estas personas debían aguardar por este tratamiento entre tres y cinco meses.
Marjorie Obando, encargada del tema en la Gerencia Médica, confirmó que la intensidad del trabajo logró bajar esos tiempos a 30 días, entre la primera cita con el médico especialista en Radioterapia y el inicio de la radiación.
Obando dijo que se está trabajando como si tuvieran siete aceleradores funcionando en lugar de cuatro, en vista de que los equipos están siendo utilizados 24/6 (24 horas, seis días a la semana).
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La funcionaria confirmó que, al pasado 5 de julio, un total de 511 pacientes esperaban iniciar ese procedimiento, el cual también incluye la realización de una tomografía y la planificación del tratamiento en un simulador.
De ellos, un 60% espera la primera cita con el médico radioterapeuta. El resto, se encuentra en otras etapas del proceso hacia el tratamiento.
Los aceleradores lineales son equipos que eliminan o reducen tumores con el uso de radiación.
La crisis en Radioterapia se desencadenó en junio del 2018, con la salida de funcionamiento de la bomba de cobalto instalada en el Hospital San Juan de Dios.
Dicha situación causó que más de un centenar de enfermos de cáncer de la zona de adscripción del San Juan tuvieran que pasar al Hospital México, donde se encuentra el centro con los cuatro aceleradores lineales de la Caja.
Como reacción a este problema, las autoridades institucionales arrancaron un plan de compra de nuevos equipos, el primero de los cuales empezará a funcionar a finales de año, confirmó Obando.
El nuevo equipo, conocido como monoenergético, tendrá capacidad para hacer 300 tratamientos al año y desahogaría de manera importante al resto de aparatos.
Según la funcionaria, más importante que la cantidad de pacientes esperando, es el tiempo. Afirmó que entre la primera cita con el radioterapeuta y la tomografía pasan, en promedio, 12 días, y que entre la tomografía, la simulación y el inicio de las terapias, 18 días.
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Obando, reconoció que la situación actual impide aumentar la capacidad porque cada uno de los equipos está en su tope máximo.
Según un informe solicitado por la Gerencia Médica, el aprovechamiento de los cuatro aceleradores actuales es del 90%: 77% de la capacidad total del equipo se destina a los tratamientos; 6,2% a la radiación de hemoderivados y 6,2% a la calibración de los aparatos.
“(...). El otro 10% son tiempos no aprovechables del equipo, derivados de paradas por ausentismo de pacientes (5%), y otros aspectos como mantenimiento (85%), esperables en la utilización normal de un equipo de esta naturaleza”, explica el informe.
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El año pasado, el Colegio de Médicos advirtió de una nueva crisis en este servicio y reclamó por la falta de planificación en la compra de nuevos aceleradores y la sustitución de los actuales.
A partir del 2020, informó Obando, entrarían los siguientes equipos: Uno será donado por la Junta de Protección Social (JPS) y sería instalado en el Hospital México.
Dos más llegarán en el 2021 para el centro conjunto que daría Radioterapia a pacientes de los hospitales San Juan de Dios, Nacional de Niños y Nacional de Geriatría.
Y otros dos aceleradores para el Hospital Calderón Guardia están programados para el 2022.
Además, el cierre de la bomba de cobalto del San Juan hizo que se trasladara el equipo de técnicos a reforzar el servicio del México en el tercer turno.
La CCSS no descarta, por ahora, comprar servicios a terceros si estos se necesitaran ante la eventual salida en operación de alguno de sus cuatro aparatos.