Allan Varela Rodríguez ha sido, desde hace varios años, jefe de la Unidad de Armonización de Servicios de Salud, en el Ministerio de Salud.
Desde diciembre, tiene como recargo la Secretaría de Donación y Trasplantes.
Casi dos años después de que su superior, el ministro Daniel Salas Peraza, emitiera una orden sanitaria contra la Caja Costarricense de Seguro Social (CCSS) por la crisis de trasplantes, Varela llega a vigilar que se acabe con el rezago en el cumplimiento de esa orden.
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Los problemas continúan, aguizados por la pandemia. El siguiente, es un resumen de la entrevista con Varela, a finales de abril.
– ¿Cuál fue el encargo que le hicieron?
– Dar continuidad a la orden sanitaria. Y, lo segundo es el tratamiento integral: el proceso de trasplante no es una actividad aislada dentro del sistema. Depende de la procuración de órganos, la evaluación de la utilización, y el seguimiento a la calidad del procedimiento.
“En el 2020, se comenzó con números muy positivos. Como ministerio, pensamos que iba a ser el año de la recuperación. A principios de marzo de 2020, se da la declaratoria de emergencia del covid. ¿Y qué pasa? Empieza un periodo de pánico colectivo. La mitad de los pacientes que llegan a muerte encefálica, son accidentes de tránsito, y con el confinamiento, los accidentes se vinieron abajo. Ese es un primer factor.
“Lo otro que sucedió fue la necesidad de guardar las camas de cuidados intensivos para los pacientes covid. Lo otro es la limitación con los procesos de trasplante con donante vivo, ahí ya no solo se ocupa una cama sino dos. Hubo una directriz clara de que se iban a limitar los procesos de donación en general a aquellos que realmente estuvieran en situación de emergencia”.
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– ¿Han muerto pacientes en espera?
– Efectivamente, han fallecido pacientes de la lista.
– ¿Cómo se ha comportado la lista de candidatos a trasplante?
– La lista en espera renal sí creció: se empezó el 2020 con 293 personas. Ingresaron durante el año 124, pero solo salieron 90. Creció en 34 personas. La lista de hígado se comportó en una forma más estable. Se inició con 48 en lista, ingresaron 62, para un total de 110. Salieron 58, y quedaron 52″.
– ¿Cuál ha sido el avance en el cumplimiento de la orden sanitaria?
– Evidentemente, hay problemas administrativos de la Caja. Se está haciendo una nueva advertencia de los puntos pendientes por parte del ministro a la Caja. No es una nueva orden. Aún persisten algunos puntos que no han sido cumplidos. Básicamente, tiene que ver con las causas de rechazo de los órganos.
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“Es difícil hablar en un año de emergencia, porque se nos trastornó completamente el panorama. Pero todavía como causa sigue persistiendo la conformación de los equipos. No sé si es por parte económica. Sea lo que sea, no estaba el equipo completo para hacer el trasplante, esto sigue persistiendo y está afectando el acceso equitativo al trasplante”.
– ¿Qué se espera para este segundo año pandémico?
– Esto que está pasando con trasplantes probablemente también esté pasando a todas las patologías no son covid. Son temas muy importantes. La elaboración del plan (nacional de donación y trasplantes) va a traer orden, porque señala las responsabilidades que va a tener cada quien: Ministerio de Salud, Caja, privados. El gran reto, alineado al plan, va a ser qué estrategias seguir para afrontar las responsabilidades de la donación y trasplantes en medio de la emergencia”.