Ojo: si usted está entre quienes le ordena casi a gritos, a su papá, mamá o abuelos adultos mayores, no moverse de la casa en estos días de pandemia, podría estar cayendo en una posible agresión por el intento malentendido de protegerlos.
Hay modos para explicarles a los más grandes de la casa la situación por la que está atravesando el mundo, sobre todo si están en pleno uso de sus facultades físicas y mentales, advierte la directora del Hospital Nacional de Geriatría y Gerontología, Milena Bolaños.
En la celebración del mes del adulto mayor, Bolaños lanza un nuevo llamado al cuido amoroso de las personas adultas mayores. La sobreprotección, advierte, puede tener efectos tan negativos como el abandono.
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Las medidas de protección recomendadas por las autoridades de Salud, así como una supervisión cuidadosa y amorosa del estado de salud físico y mental de nuestros mayores, son las prácticas ideales para estos días, donde los riesgos se incrementan conforme se amplían las medidas de apertura económica y más gente sale a las calles.
El siguiente, es un resumen de la conversación con Bolaños.
― ¿Es la covid-19 una sentencia de muerte para la población adulta mayor?
― Nadie niega que el grupo de adultos mayores sigue siendo el más vulnerable, es más fácil que se contagie y tenga una situación mas complicada, pero no podríamos ni debemos decir que quien se infecta se va a morir.
― ¿Cuáles son los errores más comunes que cometen adultos mayores o sus cuidadores en esta pandemia y que ustedes han detectado en sus consultas?
― Hay un punto fundamental, y es el hecho de que, guiados por el temor de no salir de las casas, muchos adultos mayores se comienzan a sentir mal por sus enfermedades básicas (diabetes, hipertensión) y retrasan la consulta. Eso es muy malo, porque cuando llegan, están más complicados de lo que uno desearía por esas enfermedades crónicas. Es un error frecuente, donde la familia con tal de no sacarlo, se espera y se espera, y cuando vienen a consultar están muy complicados.
"En segundo lugar, es que las familias olvidamos que el encierro puede ser un generador importantísimo de estrés si no se maneja apropiadamente. De nada sirve decirle que se quede en casa, si no estoy procurando una interacción positiva y continua. A los adultos mayores no les bastan las llamadas, necesitan contacto con sus familiares. Hay formas, sin exponerlos. No es ir todos los días, ni el montón de gente. Por lo menos una o dos veces por semana con todas las medidas de protección para preguntarles, frente a frente, cómo están, qué necesitan. Esto es importante para los adultos mayores.
“Y la otra cosa: la sobreprotección puede ser tan negativa como el abandono. En estos tiempos, por el mismo susto de la covid, caemos en actitudes tipo agresión: ‘usted no me sale, usted no se mueve’, cuando hay que recordar que los adultos mayores son ciudadanos de derecho. Yo no lo puedo tener encerrado. Eso también es un elemento negativo, no podemos caer en extremos. Lo que sí hay que facilitar son todas las medidas de protección necesarias, especialmente, en adultos mayores superfuncionales. Incluso, acompañarlos para que no salgan solos en autobús. ‘No se me mueve de aquí porque no le doy permiso’, es una actitud extrema”.
― ¿Se vale ampliar burbujas sociales en este momento de la pandemia, sobre todo, si en mi burbuja o en la de otros hay adultos mayores?
― En el seguimiento de los adultos mayores no todo lo podemos hacer electrónicamente. Por lo menos que los visite solo una persona de la familia, con todas las medidas de protección, para darse cuenta si están bien. A veces, muy especialmente cuando los adultos mayores son dependientes, y están a cargo de un cuidador pagado, los familiares se desentienden. Pero los familiares tienen que estar pendientes de lo que está sucediendo. Esto no significa romper burbujas. Solo tener el cuidado en la supervisión de mi familiar adulto mayor; para que de una forma organizada se hagan visitas cortas para que yo me cerciore de que está bien.
― ¿Se vale para los adultos mayores un retorno a la llamada nueva normalidad? ¿Cómo debe ser para esta población?
― Aquí hay un punto importantísimo, para todos en general: la idea es, hasta donde sea posible, no salir de casa si no es imprescindible. Hay adultos mayores superfuncionales. A ellos, lo que les recomiendo es que usen los horarios donde hay menos cantidad de gente, para que se vean lo menos expuestos posible. Que utilicen la mayor protección posible: mascarilla y careta juntas. Eso no significa ir a hacer lobby y encontrarse con otros adultos mayores para ir a hablar al parque. Es solo para pequeños mandados. Y que si, por ejemplo, van a pensar en caminar o actividades físicas, lo hagan en horarios y zonas donde no haya aglomeración. El ejercicio es fundamental, pero que lo hagan con la mayor protección posible. Temprano en la mañana, o en las tardes. Esa caminata es vital. El problema es cuando hoy me confío y cada en una de esas caminatas voy más lejos, en otra llamo a la vecina para que camine conmigo y rompo la burbuja...
― Cada vez hay más adultos mayores que trabajan, ya sea porque nunca cotizaron o porque la pensión no les alcanza. ¿Cuál es el mensaje para esa población que debe salir a ganarse la vida en la calle?
― Que así como todos los que estamos trabajando no podemos olvidar las medidas de protección... hemos visto tanto en los hospitales y en diferentes instalaciones que uno de los mayores riesgos es la interacción con nuestros compañeros de trabajo. Asumimos que son nuestra burbujas, pero no. La interacción entre compañeros de trabajo o con quienes interactuamos con clientes, ellos no son nuestras burbujas, con ellos hay que mantener distanciamiento, protección con mascarilla y lavado de manos. Hay que evitar compartir comida, porque es algo que en muchos lugares se acostumbra. Pueden ser dos o tres adultos mayores que trabajan informalmente, en la calle, y que se sientan a comer y entre ellos se comparten la comida. Parece algo muy simple pero hay mucho riesgo.
― ¿Cuál es su mensaje para los cuidadores de adultos mayores?
― Que sigamos en la misma línea; que cuidemos a los adultos mayores, pero recordemos que además de cuidar la parte física, debemos estar pendientes de la parte emocional. Estemos pendientes de hacerlos sentir queridos y acompañados. Es una situación que va para largo, y que lógicamente tenemos que enfrentar.
― ¿Por qué teñir de esperanza y alegría el mes del adulto mayor, incluso, con una pandemia en desarrollo?
― En primer lugar, es fundamental llevar un mensaje real: es cierto, vivimos un tiempo difícil que nos presenta un reto importante, pero también tenemos muchas cosas positivas. Enfrentando la vida de forma positiva, independiente y activa no solo mejoro mi propio envejecimiento, enfrento todo de manera más proactiva. Es lo que queremos para todos los adultos mayores. Sigue siendo un mes de celebración y de bendición porque tener a nuestros adultos mayores para poder agradecerles todo lo que hacen por nuestras familias sigue siendo un regalo. Hay que motivarlos para que estén positivos y alegres y disfruten cada día plenamente, de la mejor forma posible.
“Por supuesto, es importantísimo mantener las normas que se han dicho desde el primer día. No olvidemos vigilar y proteger la salud mental de nuestros adultos mayores. Llevamos siete meses en esta historia, que no va a acabar pronto. Tenemos que empezar a generar mecanismos positivos para adaptarnos, y mantener un mensaje de esperanza".