“Desde que Su Majestad partió hacia el campo de batalla, la he visto levantarse del lecho, echar sobre sus hombros su ropa de noche, abrir el escritorio, tomar papel, plegarlo y escribir, leerlo, sellarlo después y regresar al lecho; y todo esto dentro del más profundo de los sueños”, le explicó la dama de compañía de Lady Macbeth al médico.
De pronto, la señora entra a la habitación, sonámbula y con una vela en la mano.
Médico: “Tiene los ojos abiertos”
Dama: “Sí, pero la vista cerrada”
Lady Macbeth comenzó a frotarse las manos, como si se las estuviera lavando.
Lady Macbeth: “¡Fuera, maldita mancha! ¡Fuera digo! La una, las dos; es el momento de hacerlo. El infierno es sombrío. ¡Cómo, mi señor! ¿Un soldado y con miedo? ¿Por qué temer que se conozca si nadie nos puede pedir cuentas? Mas, ¿quién iba a pensar que el viejo tendría tanta sangre?.
Shakespeare retrató el sonambulismo en la tragedia Macbeth, que escribió para dramatizar los efectos físicos y psicológicos de la ambición. El personaje de Lady Macbeth es quien muestra este trastorno del sueño causado, en su caso, por la culpa.
Esta imagen nos da un ejemplo de esta parasomnia del sueño, algo poco común, pero que puede afectar a cualquier persona; es más en niños se presenta con mayor frecuencia.
“Puede ser lo clásico que es la persona que se levanta y camina o se mueve. Se considera como un trastorno del movimiento del sueño: son movimientos atípicos involuntarios porque la persona que es sonámbula no desea hacerlos. La clave es que están dormidos e inconscientes y realizan cualquier tipo de actividad que involucre movimiento estando dormidos”. En palabras sencillas, así explicó el sonambulismo el doctor Ariel Miremberg, especialista en medicina del sueño.
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“Una vez mi esposo se asustó cuando se levantó y me vio sentada en un sillón de la casa hablando con mi padre recién fallecido. Yo estaba dormida pero con los ojos abiertos y hablando con mucha coherencia con mi papá”, contó Patricia Chinchilla, ama de casa de 49 años. Esta es una de sus muchas historias, ya que desde pequeña supo que padecía sonambulismo.
Su marido, que ya estaba enterado de que ella tiene este trastorno, la dejó conversando y se volvió a acostar. Al día siguiente, le contó la escena, pero ella no recordaba nada; incluso, la mujer relató un sueño completamente diferente al que le narró su esposo.
Tal vez para muchos la imagen de un sonámbulo está relacionada con uno de los programas de comedia más icónicos de la televisión latinoamericana. Una persona caminando, con los ojos cerrados, con los brazos extendidos como para no perder el equilibrio y hablando con voz de ultratumba. Si se lo imagina así, de fijo no se perdió el episodio de El Chavo del 8 de los sonámbulos.
Sin embargo, la realidad dista mucho de la comedia. El sonambulismo es un tema serio que provoca afectaciones en la salud e higiene del sueño, así como riesgos para quienes lo padecen y más de un susto para quienes conviven con ellos.
Los trastornos del sueño son muy comunes y hay varios tipos. Los ronquidos, la apnea, el insomnio, la parálisis del sueño, el despertar confusional, las pesadillas, el síndrome de piernas inquietas, los calambres nocturnos, el bruxismo y el hablar dormidos para citar los más comunes.
Todos afectan la salud ya que interrumpen el sueño, que es de suma importancia y no solo para descansar. Cuando dormimos el cuerpo realiza diferentes funciones fisiológicas necesarias, como la limpieza del estómago, la recuperación neuronal o la limpieza de sustancias tóxicas en el cerebro.
En el caso de los sonámbulos, al caminar dormidos están expuestos a accidentes y golpes cuando deambulan por la casa.
“Recién casada tuve un episodio de sonambulismo, pero mi esposo no sabía en ese momento qué me pasaba. La primera vez que me vio, me despertó y quedé como con una sensación de susto, incluso al día siguiente tenía temblores en el cuerpo. Le dije que mejor cuando me viera así que dejara que se me pasara, que todo estaba bien, siempre y cuando no abriera la puerta para irme”, narró Patricia.
Cuando está ansiosa o con estrés, a Patricia le da sonambulismo. ¿Qué lo desencadena? Durante varias noches, especialmente en las madrugadas, sufre de este trastorno; también le ha sucedido en el día cuando toma una siesta.
Por ejemplo, tuvo mucho sonambulismo cuando murió su papá, también cuando falleció el padre de sus hijos y cuando montó un negocio propio. Todos fueron momentos de mucha preocupación.
Cuando tiene episodios de sonambulismo, durante el día está cansada, como si no hubiera dormido.
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A ella le ha pasado de todo. Se ha llevado una que otra impresión cuando se despierta en pleno episodio de sonambulismo, pero, para dicha suya, no ha sufrido ninguna lesión. Por ejemplo, recordó que en una ocasión su esposo le contó que ella estaba dándole vueltas al comedor de la casa, pero que no chocaba con ningún mueble.
“Un día me pegó un golpe en el pecho cuando estaba dormido. Cuando la volví a ver me estaba viendo fijamente y se volvió a acostar como si nada. Al principio me asustaba mucho, pero con el tiempo me he ido acostumbrando. Muchas veces cuando se levanta al baño en la noche le pregunto si está dormida o despierta”, contó Jimmy Montero, su pareja. Tienen 12 años de casados y el primer cuadro de sonambulismo que vio en su esposa fue a los pocos meses de vivir juntos.
Ahora la pareja ve desde el lado amable la situación, vacilan al respecto y se ríen de las anécdotas. Sin embargo, el esposo dice que le cuesta volverse a dormir cada vez que Patricia se levanta; esto le afecta la calidad de sueño.
“No me enojo porque sé que los sonámbulos no son responsables de sus actos, aunque a veces tengo mis dudas”, agregó entre risas.
En su casa toman algunas precauciones para evitar un accidente o que ella salga de la casa en pijama cuando está sonámbula.
“Dejamos las puertas cerradas con seguro y ponemos las llaves en un lugar que no es el de costumbre para que no las encuentre fácilmente”, contó. Cuando vivía sola, antes de casarse, hacía lo mismo porque más de una vez amaneció dormida en el sillón o en otros lugares de su casa.
“En otra ocasión mi esposo me vio levantarme y cuando me preguntó qué me pasaba, me puse a regañar a un chiquito. Él mejor se fue a acostar y me dejó pelee y pelee quién sabe con quién. Otra vez me senté en la cama, me quedé viéndolo fijamente y le dije que le quedaban tres días; el pobre no durmió tranquilo durante tres días”, contó Patricia entre risas.
Lejos del vacilón de las anécdotas que le pueden pasar a las personas sonámbulas, detrás hay preocupación sobre lo que les sucede y su entorno.
En varios hospitales de la Caja Costarricense del Seguro Social, como en el San Juan de Dios y el Calderón Guardia, hay clínicas del sueño.
Si una persona tiene problemas derivados de dormir mal, puede acudir a una consulta en los servicios médicos de la Caja.
Si está interesado en consultar por privado, puede hacerlo en el consultorio del doctor Ariel Miremberg al teléfono 2208-1607.
¿Qué es el sonambulismo y por qué ocurre?
Cuando Patricia comenzó a ser sonámbula estaba muy pequeña. Según recuerda, su madre la llevó al doctor, quien le dijo que con el tiempo se le iba a quitar. Eso nunca pasó.
El médico Eddy Betancourt, neumólogo y también especialista en medicina del sueño del Hospital México, detalló que el sonambulismo es una alteración anormal del sueño que le puede suceder a cualquier persona, incluso a quien no tenga padecimientos crónicos o neurológicos.
“Son episodios de movimientos, comportamientos y también emociones que ocurren en sueños profundos ante algún despertar y se caracteriza por la amnesia”, agregó el médico.
De acuerdo con el sitio Medline Plus, de la Biblioteca Nacional de Medicina de los Estados Unidos, al dormir las personas pasan por varios ciclos de sueño MOR (Movimientos Oculares Rápidos) y sueño no MOR. El sonambulismo ocurre con mayor frecuencia durante el sueño profundo no MOR, o sea, durante las primeras horas de la noche (denominado sueño N3).
El caminar dormido se da con mayor frecuencia en niños que en adultos, ya que a medida que las personas envejecen tienen menos sueño N3.
La Universidad Autónoma de México, publicó en su revista UNAM Global un artículo en el cual profundizó en qué pasa con el sonambulismo: “Durante el sueño, el cerebro se sincroniza con esta función y segrega sustancias especiales para dormir, pero cuando se da el sonambulismo surge una disociación y aunque el cerebro esté dormido se activa una región llamada cíngulo central, el cual estimula las funciones motoras”.
En otras palabras, el sistema motor está activo, pero la conciencia solo de manera parcial, anotó un reportaje de la BBC. Por eso es que a muchos sonámbulos se les puede hacer preguntas y ellos responderán, pero con poca coherencia.
“El sonambulismo son episodios de movimientos, comportamientos y también emociones que ocurren en sueños profundos ante algún despertar y se caracteriza por la amnesia”
— Eddy Betancourt, neumólogo y especialista en medicina del sueño
El sonambulismo puede ser provocado, entre otros temas, por la fatiga, la falta de sueño o la ansiedad. En adultos también se presenta cuando hay consumo de alcohol, sedantes o medicamentos para dormir.
También puede ser provocado por afecciones como las convulsiones o los trastornos mentales.
Puede ser hereditario, como pasa en la familia de Patricia, ya que su hijo menor Denzell también es sonámbulo. Ella lo supo cuando él tenía dos años.
“Se levantaba solito y andaba por la casa caminando dormido. Mi hijo mayor me contó que una vez se levantó y le fue a tirar las cobijas a la abuela y se fue a acostar sin cobijas a su cama”, contó ella, quien agregó que su hijo también padece de ansiedad y estrés, además de que es una persona con síndrome de Asperger.
Actualmente, Denzell tiene 21 años y de vez en cuando vuelve a tener sonambulismo.
“En niños se habla de que hay hasta un 13% de la población pediátrica que podría tenerlo. En el adulto es entre un 3% y un 4%”, comentó el doctor Betancourt.
Los episodios de sonambulismo pueden ser muy breves (de unos pocos segundos a minutos) o durar hasta media hora o más. “Si no se les perturba, los sonámbulos regresarán a dormir. Sin embargo, pueden quedarse dormidos en un lugar diferente o incluso inusual”, explicó el sitio Medline Plus.
Los episodios pueden ser muy breves (de unos pocos segundos a minutos) o durar hasta media hora o más. “Si no se les perturba, los sonámbulos regresarán a dormir. Sin embargo, pueden quedarse dormidos en un lugar diferente o incluso inusual”, explicó el sitio Medline Plus.
Hay síntomas de síntomas en el sonambulismo, cada persona lo puede vivir de manera diferente. Entre los principales, se destacan caminar dormidos, tener una expresión facial ausente, abrir los ojos durante el sueño, realizar una actividad detallada de cualquier tipo mientras sigue dormido, sentarse erguido y parecer despierto, hablar de manera coherente, así como decir cosas que no tienen sentido.
Los sonámbulos pueden vestirse, comer, salir de la casa, incluso conducir un auto.
Mitos acerca del sonambulismo
Hay dos creencias muy populares en el tema. La primera de ellas es que no se debe despertar a una persona sonámbula –¿también esto le recuerda al Chavo del 8?–, la otra es que un sonámbulo no puede lastimarse mientras camina dormido.
“Cuando sucede el evento, lo mejor es tratar de dirigirlos de nuevo a la cama de manera tranquila. Si los despertamos de forma muy abrupta, se pueden asustar, haber confusión y se pueden tornar agresivos. En pacientes con enfermedades neurológicas, podría incluso generar convulsiones”, afirmó el médico Betancourt.
Hay dos creencias muy populares en el tema. La primera de ellas es que no se debe despertar a una persona sonámbula –¿también esto le recuerda al Chavo del 8?–, la otra es que un sonámbulo no puede lastimarse mientras camina dormido.
En el caso de las lesiones, ocurren con mucha frecuencia porque pueden tropezar, caerse o lastimarse con objetos como cuchillos.
Para evitar el tema de los accidentes o las heridas o los raspones se recomienda tomar previsiones antes de acostarse, como esconder objetos punzocortantes, correr muebles, desconectar cables eléctricos que puedan obstruir el paso o bloquear puertas y escaleras.
Algunos padres que saben que sus hijos son sonámbulos, ponen algún tipo de alarma en las puertas de los cuartos para estar atentos si los niños salen de la habitación.
Otro peligro que debe de tomarse en consideración es la posibilidad de ingerir algún alimento que no se deba o que provoque algún malestar estomacal o una situación más grave como una intoxicación o ahogamiento.
También las personas que salen de sus casas caminando dormidos pueden exponerse a accidentes de todo tipo: atropellos, caídas, o el ataque de algún animal de la calle, por ejemplo.
“Cuando sucede el evento, lo mejor es tratar de dirigirlos de nuevo a la cama de manera tranquila. Si los despertamos de forma muy abrupta, se pueden asustar, haber confusión y se pueden tornar agresivos. En pacientes con enfermedades neurológicas, podría incluso generar convulsiones”.
— Eddy Betancourt, neumólogo y especialista en medicina del sueño
Sin duda, la vida cotidiana también se ve afectada. Cuando los sonámbulos conviven con otras personas (pareja, familia, amigos) interfieren en el sueño de los demás: provocan ruidos o requieren de la ayuda de los demás para evitar accidentes.
El propio sueño de los sonámbulos también se ve cortado, por lo cual puede tener somnolencia diurna, dolores de cabeza, estrés o problemas para cumplir con sus tareas diarias porque están cansados.
Dormir mal es terrible para el cuerpo: provoca arritmias, problemas cardiovasculares o sobrepeso. El aumento de peso se debe a que si se duerme poco, hay un incremento en la ingesta de calorías hasta de un 300%, ya que el cuerpo busca la manera de recuperar la energía que perdió por la falta de sueño.
En Costa Rica, los problemas relacionados con la higiene del sueño provocan incluso que los ticos que no duermen bien, se incapaciten. De acuerdo con información brindada por la Comisión Central Evaluadora de Licencias e Incapacidades, la Caja Costarricense de Seguro Social (CCSS) otorgó 1193 incapacidades por diagnósticos de insomnio y trastornos del sueño en el 2022; la cantidad ya va por 808 en lo que va del 2023.
A sus diferentes centros médicos acuden muchas personas a consulta por trastornos del sueño. Del 2019 al 31 de julio del 2023 han aumentado las atenciones en casi 50.000.
En Costa Rica, los problemas relacionados con la higiene del sueño provocan incluso que los ticos que no duermen bien, se incapaciten. De acuerdo con información brindada por la Comisión Central Evaluadora de Licencias e Incapacidades, la Caja Costarricense de Seguro Social (CCSS) otorgó 1193 incapacidades por diagnósticos de insomnio y trastornos del sueño en el 2022; la cantidad ya va por 808 en lo que va del 2023.
En lo que va del año 15.235 mujeres han sido atendidas por temas relacionados con el mal dormir. Las mujeres con edades entre los 45 y 64 son las más afectadas, pero también hay consultas desde niñas de meses hasta adultas mayores de 65 años.
Menos hombres acuden a consulta por el tema: durante este 2023 han asistido a los centros médico de la CCSS 12.709. Aquellos entre 45 y 64 años también son los que más acuden a los doctores de la Caja, pero también se han atendido desde niños menores de un año hasta adultos mayores de 65.
¿Cuándo ir al doctor si se sufre sonambulismo?
De acuerdo con los especialistas consultados, el sonambulismo por sí solo no es un peligro para la salud; sin embargo, las otras repercusiones sí son preocupantes.
Cuando suceden episodios de sonambulismo de manera frecuente, que no son aislados y no hay una situación específica que los precipite, es recomendable acudir al médico.
Para el doctor Miremberg, en el caso de los niños, hay que consultar a un médico si hay problemas de respiración nocturna, presentan un sueño muy agitado o se orinan por la noche. “Cuando se da en niños, generalmente es autolimitado y disminuye cuando aumenta la edad, pero de lo contrario hay que controlarlo”, refirió Miremberg.
Otros aspectos a tomar en consideración, también en adultos, es si el sueño no es reparador, si no se duerme de manera adecuada o incluso si el trastorno afecta mucho a la familia.
“Si se logra determinar que hay una causa que lo está precipitando, por ejemplo los ronquidos por apnea del sueño, se da tratamiento para ese factor, así se va a disminuir o curar”, agregó el especialista.
El doctor Betancourt fue enfático en que lo primero que hay trabajar es en la higiene del sueño y aumentar las horas en que se duerme por la noche. En caso de que esto no funcione, se pueden usar medicamentos para solucionar el problema, siempre con la recomendación de un médico especialista.
“Medicamentos como las benzodiacepinas o algunos antidepresivos se pueden utilizar, estos van a reducir los despertares”, aseguró el galeno.
El sonambulismo nos recuerda que la mente humana es un territorio amplio y misterioso, incluso en los momentos más tranquilos de la noche. El sonámbulo mantiene un pie en los sueños y el otro en la realidad, déjelo volver a la cama, pero lo no pierda de vista cuando la situación afecte considerablemente la vida diaria de la persona. ¡Buenas noches y buenos sueños para todos!