Inequidad y trato desigual del Estado como patrono. Estos son los efectos que en criterio de la superintendente de Pensiones, Rocío Aguilar, producen los fondos de retiro especiales para funcionarios públicos, con beneficios superiores a los que reciben la mayoría de los trabajadores.
Uno de esos casos es el Fondo de Retiro de Empleados (FRE) de la Caja Costarricense de Seguro Social (CCSS), el cual se financia por completo con los aportes de los contribuyentes, como lo señaló un reciente informe de la Auditoría Interna de la institución.
Según el estudio, la Caja traslada por mes, en promedio, ¢750 millones para sostener ese sistema, pero a pesar de las millonarias transferencias, el FRE enfrenta un déficit actuarial superior a ¢340.000 millones.
Ante el alto costo y los problemas en la administración del Fondo, la diputada liberacionista Yorleny León impulsa un proyecto de ley para cerrarlo, mantener el pago mensual a los pensionados actuales y pasar a los trabajadores activos al Régimen Obligatorio de Pensiones Complementarias (ROPC). La medida generaría ahorros a la Caja y permitiría invertir más en la atención de pacientes.
LEA MÁS: CCSS financia doble pensión complementaria para sus empleados con aportes de cotizantes
Sobre esa iniciativa de ley, La Nación conversó con la jerarca de la Superintendencia de Pensiones (Supén), para quien el cierre del FRE es viable, pero advierte de la necesidad de algunas acciones previas.
– ¿Cuál es la posición de la Supen con respecto al proyecto de ley propuesto por la diputada del Partido Liberación Nacional, Yorleny León, para liquidar el Fondo de Retiro de Empleados de la CCSS?
– Con respecto al proyecto de doña Yorleny, nosotros hemos tenido reuniones con ella en diferentes oportunidades y, en segundo lugar, también emitimos un criterio de Superintendencia y yo estuve en una comparecencia en la Asamblea Legislativa. La propuesta de doña Yorleny es liquidar todos los fondos que llamamos ocupacionales o institucionales, que son el FRE, el del ICE (Instituto Costarricense de Electricidad), el de vendedores de lotería, Banco Nacional, Banco de Costa Rica y el Instituto Costarricense de Turismo (...) En estos casos, uno puede buscar medidas de choque o ajustes paramétricos en el tiempo, un caso clásico de una medida de choque sería decir: ‘cierro el FRE’. Cerrar el FRE no es simplemente que lo cierro y no pasa nada.
“Primero, hay una obligación frente a las personas que ya están pensionadas, así que esos pagos hay que seguirlos haciendo. Hoy día, parte de esos pagos se financian con los aportes que se hacen por los trabajadores activos, eso ya no existiría si se cierra. Entonces, vendría a hacerse latente en el plazo inmediato todo el déficit del FRE ¿Por qué? Porque la Caja tendría que seguir pagándole a los pensionados, pero además los fondos de aquellos que no se han pensionado tendrían que pasar, de manera automática, al Régimen Obligatorio de Pensiones Complementarias (ROPC), porque así está previsto.
“Aquí lo importante es cuantificar si es preferible hacer el cierre de una vez o ir haciendo los ajustes para que todos los empleados viejos se queden en el FRE y los nuevos empleados estén en el Régimen Obligatorio de Pensiones Complementarias.
LEA MÁS: Editorial: Reajuste a pensiones gratuitas
– ¿Se debería establecer una fecha para que todos los que entren a la CCSS a partir de esa fecha ya no estén afiliados al FRE, sino al ROPC?
– Sí y que a los que queden ahí (en el FRE) se les vaya haciendo ajustes ¿Qué tipo de ajustes? Como el que se hizo recientemente, que se bajó el monto de la tasa de reemplazo (bajó del 15% al 7%). Entonces se podría seguir bajando.
“Esas posibilidades son decisión de los legisladores, pero para poder instrumentarlas vale la pena cuantificar cuál es el desbalance actuarial y cuánto costaría ese cierre o valorar si es preferible, en lugar de un cierre de choque, ir haciéndolo de manera ordenada.
– ¿Cuándo emiten el criterio sobre el proyecto de ley que propone cerrar este tipo de fondos de retiro, cuál es la conclusión a la que llegaron?
– La conclusión es que eso es viable. Nadie tiene derecho a que el beneficio no se cambie, pero todos los cambios se tienen que hacer respetando los derechos adquiridos de la gente, ahí tenemos a personas que están ya pensionadas y personas que están contribuyendo. Entonces, hay que tener cuidado a la hora de poner en ejecución una ley como esta, a qué costo nos estamos refiriendo.
“Entonces, la liquidación de esos fondos, cualquiera que sea la modalidad que se escoja, se lleve adelante minimizando los riesgos patronales a las instituciones. Esa fue básicamente la conclusión, sabemos que hay un interés y un entusiasmo por llevarlo adelante y nosotros no es que adversemos el proyecto, nuestra responsabilidad está en aclarar cuáles son, eventualmente, los costos de una liquidación y ponderar el costo-beneficio de hacer una reforma de choque o una reforma diferida en el tiempo, que sería algo paulatino y no de una sola vez”.
LEA MÁS: CCSS usó dinero de cotizantes para pagar gasto administrativo de su fondo de retiro por casi 40 años
– Si el proyecto de ley se aprobara se debe asegurar que los 19.000 pensionados actuales del FRE sigan recibiendo los pagos que les corresponde ¿Cómo debería ejecutarse ese cierre?
– Yo puedo decir: ‘Es mejor cerrar de una vez ese tipo de fondos’, para irme por esa vía necesito tener tantos miles de millones en las manos ¿Por qué? Porque los voy a requerir (para honrar los compromisos con los pensionados e inversionistas). La otra vía es decir: ‘voy a ir reduciendo el número de trabajadores’. La pregunta es ¿Cómo planteo la reforma? ¿Es una reforma de choque o a partir de los estudios actuariales voy haciendo ajustes para que, en el tiempo, prácticamente, esos fondos desaparezcan?
“En todo caso, será decisión de los legisladores, pero hay que tener claro cuáles son las implicaciones patrimoniales de hacerlo.
– En los últimos años la Caja se vio en la obligación de hacer ajustes al FRE para reducir el déficit actuarial de un billón de colones que enfrentaban, por ejemplo bajó la tasa de reemplazo de un 15% a un 7% y subir los aportes patronales de un 2% a un 3% ¿Es suficiente con eso?
– Eso no cerró el problema. Eso disminuyó el problema. Hoy día todavía hay un déficit de una tercera parte ¿Con qué medidas es posible mitigarlo? Hay una que se ha utilizado en otros regímenes de pensiones, que son las contribuciones solidarias, es decir, aquellos pensionados del FRE que reciben un monto de pensión mayor, se les cobre una pensión solidaria.
“¿Cuál es la regla en materia de contribuciones solidarias? Que no puede reducir en más del 50% el beneficio, pero me parece que esa es la siguiente medida que se podría poner en práctica para ir cerrando el déficit actuarial”.
– ¿Usted cree que este tipo de fondos de retiro exclusivos para funcionarios públicos, con condiciones especiales, son sostenibles a largo plazo?
– Creo que aquí, obviamente, hay un tema de sostenibilidad, pero también hay un asunto de equidad, es el Estado, en este caso como patrono, con un tratamiento diferente para sus trabajadores. El Estado, realmente, como patrono, ya tiene en esa materia un importante desequilibrio, desde lo que se contribuye a la Caja, lo que se contribuye al Poder Judicial y lo que se contribuye a través de estos fondos en otras entidades públicas. Me parece que hay un asunto que tiene que ver con la igualdad de trato del Estado como patrono.