El hospital de Guápiles, en Limón, trabaja sin un ginecólogo de guardia para cubrir las emergencias que salgan después de las 4 p. m.
“Teníamos 17 guardias sin cubrir en marzo. Pidiendo y rogando, conseguimos cubrir 6, pero quedan 11 pendientes. Esto es un riesgo muy grande”, dijo la subdirectora de ese hospital, Lorena Castillo Arias.
Esta es una de las consecuencias de la reciente salida del médico venezolano Héctor González, de 50 años, quien llegó al país en el 2017 a trabajar como especialista en Ginecoobstetricia al hospital de Guápiles, en una de las áreas críticas en la Caja por los prolongados tiempos de espera para realizar procedimientos programados.
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A pesar de tener 20 años de ser ginecoobstetra y 25 de médico, González no logró superar el examen de equiparación para medir los conocimientos en Medicina General, que solicita el Colegio de Médicos con el fin de autorizar el ejercicio de la profesión en el país a los profesionales foráneos.
González respondió a un llamado hecho por el Ministerio de Salud y la Caja Costarricense de Seguro Social (CCSS), que en el 2016 reconocieron el faltante de médicos especialistas.
Ese año, se declaró escasez en siete especialidades, entre las cuales está la que ejerce este médico venezolano, y se recurrió al Colegio de Médicos para que emitiera permisos temporales para que estas personas pudieran trabajar en el país.
Este ginecoobstetra es uno de los siete especialistas extranjeros a quienes ese Colegio no extendió el permiso temporal para trabajar en el país porque no ganaron el examen que realizan la Universidad de Costa Rica (UCR) y el Consejo Nacional de Rectores (Conare), en octubre de cada año, para permitir su incorporación.
La salida de González y la pronta expiración de los permisos temporales de otras dos ginecólogas, obligará a este hospital limonense a referir toda su consulta de Ginecología al Hospital Tony Facio, en Limón, y a enviar a sus embarazadas en riesgo a parir a hospitales de San José, como sucedía hace unos años atrás.
“Hemos hecho múltiples gestiones al Colegio, notas, notas y notas solicitándole, exponiéndole la situación que vivimos en este momento y lo que significa estar sin este ginecólogo. Le hemos hecho un resumen de todo lo que se pierde y lo que se deja de hacer. Por el momento, no han contestado nada”, dijo Castillo.
‘Estaban avisados’, dice Colegio
Desde finales de enero, esos siete médicos especialistas presentaron una medida cautelar ante el Tribunal Procesal Contencioso Administrativo, del segundo circuito judicial de San José, para suspender la negativa del Colegio de Médicos a extender la autorización a estos profesionales.
El presidente del Colegio de Médicos, Luis Carlos Pastor Pacheco asegura que se está cumpliendo con la ley, porque estas personas estaban avisadas desde mayo del 2018 que debían poner en regla su situación.
Sostienen que la realización del examen nunca se informó y no está incluida en las normas que se elaboraron para la autorización temporal del ejercicio de estos médicos en el país.
Sin embargo, el Colegio refuta esa versión.
"Definitivamente, el examen no es un invento nuestro ni mucho menos. La gente a veces parece que se olvida de las cosas que le conviene olvidarse… La situación (de los hospitales) no nos puede forzar a dar un permiso para alguien que no cumplió. Eso nos pondría en una situación ilegal.
“¿Qué pasa si ese médico hace alguna mala praxis, y lo acusaran…? ¡Atrás vamos todos! Va el Colegio de Médicos porque dio un permiso a alguien que no pasó el examen de homologación, va el director del hospital…”, replicó Pastor Pacheco.
Las autoridades de la Caja Costarricense de Seguro Social (CCSS), encabezadas por su gerente general, Roberto Cervantes Barrantes, han manifestado anteriormente su preocupación por el impacto de esta medida en los servicios de salud.
Uno de los hospitales más afectados es el Monseñor Sanabria, en Puntarenas.
Se quedó con un único neurocirujano luego de que al médico Rafael Alfonso Guzmán Tovar, de 46 años, no se le extendiera el permiso tras perder el examen en octubre.
Guzmán llegó al país en el 2017 respondiendo al mismo llamado de Salud y la CCSS. Hasta enero anterior, operó a unas 150 personas, extirpándoles tumores cerebrales y reparando columnas afectadas por hernias, entre muchos otros padecimientos.
El director médico de ese hospital, Randall Álvarez Juárez, reconoció que “la situación nos tomó con sorpresa”.
"Desde el 31 de enero, no se le autorizó (el ejercicio de la profesión) a dos especialistas de áreas muy sensibles como Neurocirugía y Ginecoobstetricia.
“El neurocirujano vino a mejorar en un 100%% la capacidad instalada. Todo lo que hemos hecho en procura de la atención materno fetal, se nos frena con la salida de este ginecoobstetricia”, dijo Álvarez.
De acuerdo con el funcionario, la producción registrada por Guzmán fue “sumamente alta”.
“La satisfacción del usuario ha sido increíble, así como la avalancha de pacientes apoyando las gestiones que hemos hecho ante el Colegio de Médicos y la UCR, con apoyo de la Gerencia General de la Caja, para tratar de ver de qué manera se acelera alguna resolución para que ellos sigan trabajando”, dijo Álvarez.
La consulta de ginecoobstetricia del hospital porteño también se impactó negativamente con la salida de una especialista venezolana quien, además, sabía realizar procedimientos por vía endoscópica y estaba enseñando a otros a realizarlos.
Hasta ahora, las autoridades de ese hospital, encabezadas por su director, han realizado todas las gestiones posibles, con apoyo de la Gerencia General de la Caja.
Hace una semana, fueron recibidos por la Junta de Gobierno del Colegio de Médicos, ante quienes expusieron sus inquietudes.
Randall Álvarez informó de que también enviaron una nota firmada por todos los directores de la Región Pacífico Central, pidiéndole reconsiderar la posición.