La tasa de contagio de la covid-19 en Costa Rica bajó al pasar de 1,45 a 1,18, según el análisis semanal de la Universidad Hispanoamericana (UH).

No obstante, hay dos cosas que preocupan a los investigadores. La primera está relacionada con el aumento de casos en los últimos siete días; la segunda, que a pesar de la baja, la tasa de contagio o tasa R sigue en niveles muy altos.

“Para el pasado 17 de abril el promedio diario de casos era de 859, con un aumento de 260 nuevos enfermos con respecto a la antepasada, lo cual quiere decir que hubo un incremento de un 44,1 %”, señaló el médico y epidemiólogo Ronald Evans, coordinador del informe, sobre el primer aspecto.

El especialista destaca que hubo un descenso que comenzó en enero y de forma marcada llevó a un promedio semanal de 320 casos, pero esto comenzó a cambiar paulatinamente en marzo y ahora se registran niveles más altos.

El Ministerio de Salud informó este martes que se la semana anterior hubo cuatro días seguidos con más de 1.000 casos reportados.

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Sobre el segundo, Evans explicó que mientras la tasa R esté por encima de 1, es señal de que el ritmo de contagios aumenta. Una tasa de 1,18 igual implica un aumento de casos a un ritmo más lento que una tasa de 1,45, pero igual es indicativo de que la transmisión sube.

La tasa de contagio, tasa R o número básico de reproducción es un indicador que refleja a cuántas personas sanas, en promedio, infectaría un portador del virus SARS-CoV-2, causante de la covid-19. Si este indicador es mayor a 1 implica que la transmisión va en aumento.

Una tasa de 1,18 implica que, si tenemos un grupo de 100 personas con el virus, estas transmitirían la infección a 118 personas. Hace una semana, estas personas habrían pasado el virus a 145.

Aunque el grupo esta semana es menor que hace siete días, el hecho de que aumente hace que sea previsible un ritmo de contagio cada vez mayor.

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Entender la tasa de contagio

La tasa R es un valor promedio porque hay personas que, al tomar los cuidados necesarios, no infectarían a otras personas, mientras que otras, por desconocimiento y por la actividades que realizan podrían infectar a varias personas.

Si se toma en cuenta el tiempo de incubación del virus, las infecciones que sirvieron para calcular este indicador se dieron unos seis días antes.

Este indicador es muy volátil y puede cambiar en cuestión de pocos días, pues depende de las interacción y dinámicas humanas. Sin embargo, sí es un valor importante al analizar el comportamiento de una enfermedad infecciosa.

Lo ideal es que R sea inferior a 1, ya que un índice en 1 diría que cada portador del virus, le pasa, en promedio, el virus a una persona más y la infección se mantiene constante.

Un índice por debajo de 1 es señal de que el ritmo de casos nuevos va hacia la baja.

Si el valor es superior a 1 la evolución de la enfermedad tendrá mayor velocidad.

Un punto importante: R no habla de cuán agresiva o letal es una enfermedad, ya que mide la velocidad a la que este virus se transmite, pero esto sí tendrá impacto sobre el número futuro de casos.

Entre más contagios se den, pueden aumentar las hospitalizaciones y las muertes.

Hay otro detalle que se debe tomar en cuenta: la acción de una tasa de contagio también depende de la cantidad de casos activos que puedan propagar el virus.

Una tasa de contagio de 1,18 como la que vemos hoy, en un lugar con muchos casos activos puede dar origen a más casos que una tasa de 1,5 en un lugar con muy pocos casos.

O, por el contrario, una tasa de 0,5 en un lugar con muchos casos, puede dar origen a más infecciones que la de 1,18 en un lugar con pocas personas que puedan transmitir la enfermedad.

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A lo interno del país

Como R es un valor que depende de las dinámicas humanas, no es igual en todo el país. Cada provincia lleva su propio ritmo.

En la última semana todas las provincias bajaron, salvo Guanacaste, donde hubo un aumento de 1,21 a 1,57. Allí, 100 personas infectarían a 157.

Le sigue Cartago con 1,32 y Alajuela con 1,22. Heredia tiene 1,18.

Con menor transmisión están San José y Puntarenas, con 1,13 y 1,12.

Finalmente, Limón es la provincia con un R menor: 1,1. Allí, 100 personas le llevarían el virus a 111.

La preocupación de Evans y su equipo es que todas ellas muestran un índice mayor a 1.

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En los cantones

El análisis por cantones se enfoca en ver el riesgo en la cantidad de casos de covid-19, según la población de cada uno.

Lo anterior también se hace porque el cálculo de la tasa de contagio no es factible en lugares con menos de 25.000 habitantes, situación que se da en varios territorios del país.

Se considera categoría de alto riesgo cuando hay más de 250 casos por millón de habitantes, por lo que más personas podrían contagiar.

En esta categoría hay ocho cantones. Hace dos semanas solo eran dos cantones.

Los dos cantones de ese momento permanecen en la lista y son los que reflejan los números mayores: Quepos y Garabito, ambos en la provincia de Puntarenas.

En el primero es de 483,8 casos por millón de habitantes y la R es de 1,05. En Garabito la tasa es de 422,6 por millón con una R de 1,19.

En el listado se unen Pérez Zeledón, Escazú y Santa Ana en San José; San Isidro, en Heredia; y Zarcero y Poás, en Alajuela.

El informe indica que la tasa de contagio es mayor en Escazú, con 1,35.

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Preocupa aumento de hospitalizaciones

El análisis puntualiza en el incremento de casos graves ingresados a los hospitales nacionales.

Los investigadores concuerdan en que este aumento ha sido más notorio a partir de marzo y creen que continuará en los próximos días. Esto podría ser debido a la posible presencia de variantes que están circulando ya en el país.

“No tenemos información de estudios genómicos del virus para probarlo”, aclaran.

Sin embargo, científicos internacionales indican que pueden sospecharse de las variantes cuando se dan tres factores. Indican que en Costa Rica ya se ven las tres:

- Aumento inusitado en el número de casos.

- Incremento de casos en niños y jóvenes.

- Aumento porcentual de manifestaciones clínicas más graves, lo que redunda en más hospitalización

Los especialistas recalcan que las formas de prevenir el virus son las mismas y debemos ser rigurosos en ellas: lavado de manos, uso de mascarilla, evitar las aglomeraciones y los lugares cerrados y con poca ventilación.

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