El ritmo con el que la covid-19 se contagia en el país creció en relación con la semana pasada. Sin embargo, al mantenerse todavía en niveles bajos también muestra que la cantidad de casos van a la baja.
El análisis de la Universidad Hispanoamericana (UH) revela un crecimiento de 0,9 a 0,96 en los últimos siete días.
Sin embargo, los analistas consideran que esta alza no es necesariamente una mala noticia, pues la tasa de contagio o tasa R nos habla de la velocidad de la transmisión del virus en un lugar, no de la cantidad de nuevos casos.
Este indicador, también llamado tasa R o número de reproducción básica, nos dice a cuántas personas infectaría, en promedio, cada portador del virus SARS-CoV-2, causante de la covid-19. Esta semana es a 0,96 personas, hace una semana era a 0,9.
En otras palabras, hace una semana un grupo de 100 personas con el virus habría contagiado a 90, esta semana esas 100 personas transmitirían el patógeno a 96. Es decir, siempre este grupo de infectados transmitiría a un grupo menor de personas, pero hace una semana este grupo era más pequeño que el de hoy.
En sencillo: la cantidad de casos nuevos decrece, solo que hoy lo hace a un ritmo más lento que hace siete días.
Lo ideal es que R sea inferior a 1, lo cual es señal de que el ritmo de casos nuevos va hacia la baja. Si el índice fuera superior a 1 la evolución de la enfermedad tendrá mayor velocidad. Con una tasa en 1 la infección se mantendría constante.
Los niveles bajos que ha mantenido esta velocidad de contagio también se ven reflejados en el número de casos. En la última semana hubo un promedio de 304 casos por día, lo que indica una reducción del 6,1%.
“Esta caída del promedio diario de casos ocurrió en todas las provincias, con la excepción de San José (aumentó solamente 4 casos) y Puntarenas (2 casos más)”, destacó el médico y epidemiólogo Ronald Evans, coordinador de este informe.
“Se trata de una magnífica evolución, pero se debe estar alerta y no echar las campanas al viento; el enemigo está vivo y coleando, agazapado, esperando mejores ocasiones para actuar. De allí, la sana advertencia de permanecer vigilantes”, agregó.
Entender la tasa de contagio
La tasa de contagio no habla de cuán agresiva o letal es una enfermedad, sino que mide la velocidad a la que este virus se transmite, lo que tendrá impacto sobre el número futuro de casos. Entre más contagios se den, pueden aumentar las hospitalizaciones y las muertes.
Este indicador es muy volátil porque depende de las dinámicas de movimiento de las personas.
Si se toma en cuenta el tiempo de incubación del virus, las infecciones con las que se hace el cálculo de R se dieron unos seis días antes.
Hay otro detalle que debemos tomar en cuenta: la acción de una tasa de contagio también depende de la cantidad de casos activos que puedan propagar el virus.
Una tasa de contagio de 0,96 como la que vemos hoy, en un lugar con muchos casos activos puede dar origen a más casos que una tasa de 1,5 en un lugar con muy pocos casos.
O, por el contrario, una tasa de 0,5 en un lugar con muchos casos, puede dar origen a más infecciones que la de 0,96 en un lugar con pocas personas que puedan transmitir la enfermedad.
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Indicador cambiante a lo interno del país
Si analizamos provincia por provincia sí se verán cambios de esta tasa. Por ejemplo, hay dos provincias con un índice superior a 1: Puntarenas, con 1,06 (donde 100 personas infectarían a 106); y San José, con 1,02.
“Este mínimo incremento no merece sobredimensionarse”, apuntan el reporte.
Por su parte, Alajuela está en 0,98; Guanacaste en 0,93; y Cartago en 0,92.
Las provincias con menor índice son Limón, con 0,89; y Heredia, con 0,83. En esta última provincia, el grupo de 100 personas con la infección la transmitirían solo a 83.
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Ningún cantón en alto riesgo de contagio
El análisis por cantones se enfoca en ver el riesgo en la cantidad de casos, según la población de cada uno. Esto también se hace porque el cálculo de la tasa de contagio no es factible en lugares con menos de 25.000 habitantes, situación que se da en varios cantones del país.
En la categoría de alto riesgo hay más de 250 casos por millón de habitantes, por lo que más personas podrían contagiar. En este apartado hay buenas noticias.
“Por vez primera desde que iniciamos la publicación de esta clasificación (hace más de seis meses), no aparece ningún cantón en este grupo. Fiel reflejo de la situación actual de la pandemia en Costa Rica. Motivo de alegría y satisfacción, pero nunca para bajar la guardia”, enfatiza Evans.
Durante más de un trimestre, Siquirres se mantuvo en esta categoría, hoy, el comportamiento de la enfermedad en esta zona lo ubica en la categoría de mediano riesgo. Este cantón limonense tiene 215,6 casos por millón de habitantes y un R de 0,72.
Otros tres cantones están en esta categoría: Guácimo, también en Limón, con 181,4 casos por millón de habitantes y un R de 1,13; Coto Brus, en Puntarenas, con una tasa de 180,6 casos por millón de habitantes y un R de 1,32; y Corredores, con una tasa de 152,6 por millón de habitantes y un R de 0,88.
La otra buena noticia: 72 cantones del país (el 87%) están en la categoría de muy bajo riesgo.
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Más pruebas diagnósticas
Otro punto positivo que destaca el informe es el aumento en la cantidad de pruebas para detectar el virus. Para los investigadores, es vital que se haga un mínimo de 100.000 pruebas PCR cada mes.
“Conforme se fue desarrollando la pandemia, el número de pruebas experimentó aumentos importantes como algunos leves descensos”, reporta el documento.
“En el mes de diciembre del 2021, el país por fin llegó a las 100.000 pruebas PCR y antígenos incluyendo las muestras de laboratorios públicos y privados. Luego, en enero experimentó un crecimiento de un 6% con respecto al mes anterior”, añade.
El uso de pruebas de antígenos por parte de laboratorios privados también ha aumentado los registros, especialmente porque muchos países lo ponen como requisito para el ingreso. Al reactivarse los vuelos, muchos costarricenses debieron someterse a ellas.
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