La terapia de estimulación magnética transcraneal para personas con depresión está varada en el Hospital Nacional Psiquiátrico porque se quemó la tarjeta madre de un equipo recién comprado a una empresa rusa, y que le costó a este centro de salud más de ¢50 millones.
El equipo es un estimulador magnético transcraneal, fue adquirido en noviembre del 2020 pero se empezó a usar hasta setiembre del 2021 debido a la pandemia. El 11 de noviembre el aparato falló, y tres pacientes quedaron con el tratamiento suspendido a causa de este desperfecto, confirmó el director médico de ese hospital, Cristian Elizondo Salazar. El psiquiatra asegura que el aparato estaba todavía bajo garantía.
Los tratamientos se reiniciarán la primera semana de enero, según promete el hospital, pues ya la nueva tarjeta quedó instalada y solo falta realizar ajustes del sistema eléctrico y una nueva revisión de las condiciones en las que está instalado el equipo.
Hasta el momento, según informó la Dirección Médica, se han completado tratamientos a siete pacientes. En cinco de ellos, se registró una mejora en su condición de salud con disminución de síntomas depresivos, ideación suicida, obsesiones y compulsiones. En otro paciente la mejoría fue parcial, y en uno más el procedimiento debió ser interrumpido porque se observó una exacerbación de síntomas ansiosos.
Según explicó Cristian Elizondo, esta terapia se utiliza en el mundo desde hace unas dos décadas, pero es relativamente reciente en la Caja Costarricense de Seguro Social (CCSS). Aquí, solo los hospitales México y Nacional Psiquiátrico tienen este aparato, que también puede ser utilizado en pacientes de Neurología, Rehabilitación y Fisioterapia. En el servicio médico privado también está disponible.
El Nacional Psiquiátrico utiliza por ahora la terapia de estimulación electromagnética en pacientes con depresión y en quienes tienen trastorno obsesivo compulsivo.
“Su principio es similar al de la terapia electroconvulsiva porque usa un impulso de corriente eléctrica. Esto genera un campo magnético a nivel craneal, que alcanza la corteza encefálica y causa cambios electrofisiológicos en las neuronas. Este tipo de tratamiento no es una primera elección, sino que es una opción cuando ya se han utilizado terapias farmacológicas, por el tiempo suficiente y en dosis necesarias, sin los resultados esperados”, explicó el médico.
La selección de cada caso debe pasar por una revisión del psiquiatra, quien recomienda el tratamiento luego de haber agotado otros niveles, como los medicamentos y la psicoterapia. Entre los pacientes que no serán candidatos a la terapia de estimulación electromagnética transcraneal están quienes tienen diagnóstico de algún trastorno de la personalidad, reportan algún implante electromagnético en su cuerpo, padezcan arritmias o tengan marcapasos.
La terapia es no invasiva y consiste en 20 sesiones, una diaria, por un tiempo que va de los 30 a 40 minutos, en casos ambulatorios, es decir, en pacientes que no están hospitalizados. Según describe la Clínica Mayo, al paciente se le coloca una bobina electromagnética sobre el cuero cabelludo, cerca de la frente.
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“El electroimán emite pulsos magnéticos sin causar dolor que estimulan las células nerviosas en la región del cerebro que controla el estado de ánimo y la depresión. Se cree que activa regiones del cerebro que tienen actividad disminuida en personas con depresión”, explica el sitio de la Clínica Mayo. Los efectos adversos son casi inexistentes, solamente podrían presentarse cefalea (dolor de cabeza) o dolores musculares leves, informó el Hospital Psiquiátrico.
A los tres pacientes a quienes se les detuvo la terapia debido al desperfecto en el aparato, se les ofrecieron opciones.
“Con una, se continuará con el tratamiento farmacológico y se revalorará en enero. A otro, se le dio la opción de trasladarse a otro hospital, pero decidió seguir con nosotros en enero. Con el tercer paciente, se logró la ayuda del Hospital México, y esta semana (la del 6 de diciembre) continuó ahí con las sesiones que les faltaba”, explicó Elizondo.
Entre los planes del Hospital Nacional Psiquiátrico está capacitar y certificar a más profesionales en la realización de estas terapias, pues actualmente solo cuentan con una médica general.