Carlos Obando destina a cada sorteo de Tiempos Digitales entre ¢7.000 y ¢8.000. Asegura que juega todos los días.
Calcula que, por semana, gasta entre ¢30.000 y ¢40.000.
“Soy fanático para jugar en esto de la Junta; me gusta apuntar... lo que gasto depende de si tengo (dinero), a veces le echo siete u ocho rojos”, contó el vecino de Alajuelita.
“Al principio cuando sacaron este de mediodía, era duro pero uno se va acomodando; por lo menos me devuelve lo que invierto”, añadió.
Otro jugador quien solo quiso identificarse como Coto, aseguró que en su caso solo participa en los Nuevos tiempos que se juegan a la 1 p. m.
Aficionados como ellos, dejan a la Junta de Protección Social (JPS) poco más de ¢10.000 millones al año en dos de los sorteos que cada vez atrapan más adeptos.
Sin embargo, a criterio de los chanceros, estos restan fuerza a las loterías tradicionales.
De acuerdo con datos de la JPS, el año pasado se realizaron 13,9 millones de transacciones de Lotto, las cuales generaron utilidades por ¢3.393 millones, mientras que de Nuevos tiempos se compraron 24,3 millones de tiquetes para un total de ¢6.906 millones.
En ese periodo, la entidad percibió utilidades por ¢35.614 millones. Eso quiere decir que el Lotto y los Nuevos tiempos representaron un 19,39% y un 9,53% respectivamente de esas utilidades.
Un estudio de la JPS hecho entre julio y agosto del 2016, reveló que un 62% de los costarricenses acostumbra participar en juegos de azar o comprarlos.
De ese grupo, el 52% dijo que juega lotería; 38%, los chances; 34%, el Lotto, y un 19%, los Nuevos tiempos (las personas podían señalar una o más variables de su preferencia).

En el caso de Coto, la decisión para jugar es sencilla: “Si tengo plata, juego todos los días”.
Según este hombre, también residente de Alajuelita, su predilección por estas loterías es que sean juegos oficiales.
“Yo sé de vendedores de chances que apuntan (tiempos ilegales) y cuando uno va a reclamar le dicen ‘ese papelito no es de aquí’; por eso, no juego clandestinos”, afirmó.
La facilidad para comprar –se puede jugar a partir de ¢100 en el caso de Nuevos tiempos– es la existencia de puestos prácticamente en cada esquina y esa garantía que menciona Coto, son algunas de las razones por las que los jugadores aseguran que optan por las loterías electrónicas de la Junta.
Lucha contra ilegalidad. Los Nuevos tiempos y el Lotto fueron lanzados en junio del 2013 como estrategia para combatir la venta de loterías ilegales.
De acuerdo con el gerente de Producción de la Junta, Claudio Madrigal, el lanzamiento formaba parte de un proyecto de modernización que se inició mucho antes.
“La institución en esa modernización empezó desde el 2002 (...), y en el 2013 fue que se consolidó la licitación para tener un proveedor de este tipo de servicios y que pudiéramos atender a la población que esos juegos ilegales atraían”, explicó Madrigal.
Estos juegos también llegaron para responder a los cambios generacionales, argumentó Elizabeth Badilla, vocera de la institución.
“Los jóvenes se han desenvuelto en un mundo de tecnología; las personas tienen temor a andar efectivo en la calle y hay un avance tecnológico que es un abanico de oportunidades para la lotería estatal” agregó.

En la otra acera, los vendedores se quejan, pues afirman que esos juegos no solo han provocado una baja en sus ventas, sino que fomentan la ilegalidad.
“Le ha quitado fuerza por lo que verdaderamente fue creada la Junta y con esos juegos han incrementado ellos mismos (la Junta), la ilegalidad (...)
” Yo vendo lotería desde hace 60 años y ahora hay más devolución, antes se vendía casi todo porque solo existía la lotería y chances, ahora es a mediodía y en la noche y un montón de juegos”, dijo Gilberto Montoya.
Con él coincide Luis Mena, quien asegura que ahora deben trabajar más horas para vender los enteros de chances.
Marvin López, otro vendedor, recordó que, por ejemplo, antes tenía un cliente que le compraba entre dos y cuatro enteros de chances los martes y viernes. Sin embargo, cuando empezaron a aparecer los juegos electrónicos su consumo fue cada vez menor.
“Ya vino un día y me dijo: ‘ Dejáme un entero de cada uno’, pasaron los meses y ya me dijo ‘ya no me guardés nada’ porque lo voy a invertir en tiempos”, recordó el chancero.
Pese las quejas, el gerente de la JPS aseguró que los números evidencian que la lotería tradicional sigue siendo la más “apetecida” por los consumidores, pues las electrónicas representan un tercio de las ganancias que generan las loterías.
“Hay algunos productos como el Lotto que por las características mismas goza de un crecimiento significativo”, puntualizó Madrigal.
No obstante, el funcionario, no suministró datos sobre cuánto ha aumentado la demanda por este juego.
Además, rechazó que haya evidencias de que estas loterías electrónicas tengan una relación directa con un aumento de los juegos ilegales.
“Lo que tenemos es una realidad; tenemos un cuerpo de supervisores que anda haciendo seguimiento en la calle y se ve que hay un crecimiento de puntos de venta de lotería ilegal. Se ven en la calle en todo el país”. explicó.
“Necesitamos llevar productos que lleguen a ese consumidor a nivel país”, acotó.
‘Gasto ¢10.000 diarios en tiempos’
Tony Espinoza tiene un ritual diario antes de ir a trabajar.
Todos los días antes de las 11 a.m. pasa comprando boletos para tiempos digitales de la Junta de Protección Social (JPS). Los miércoles y sábados le apuesta al Lotto.
Según dijo la inversión es variable, “si hay plata se juega guerte, fijo por semana (gasta)¢10.000 en Lotto y en tiempos digitales ¢5.000 a mediodía y ¢5.000 en la noche”, comentó el hombre quien es vecino de San Sebastián .
“Si pego al día siguiente aumento el gasto un poco más”, añadió el jugador.
Sobre su predilección por estos juegos asegura que es porque las loterías tradicionales tienen planes de premios “poco atractivos”.
“Si uno pega el primer, segundo o tercer número, tanto en los dos juegos el pago es muy pobre, por eso uno mejor invierte esa plata en tiempos, así sabe que no va a pegar con serie, pero el premio se triplica ”, explicó Espinoza.
Igual a pesar de que soy jugador de Lotto los premios por dos, tres y cuatro aciertos son muy mal pagados”, añadió.
Los premios que menciona son de ¢600 en el caso de dos aciertos, ¢5.000 si pega tres números y ¢50.000 si coincide con cuatro de los seis números favorecidos.
De acuerdo con Espinoza en su caso siente que al ser un jugador constante al menos una vez cada 15 días recupera lo que gastó.
“En varias oportunidades he recuperado más de la inversión” recordó.
Además añadió que su estrategia consiste en no tener un número fijo, pues así las posibilidades de ganar aumentan hasta en un 90%, según sus propios cálculos.