Las personas que viajan a Estados Unidos para recibir la primera dosis de Pfizer contra la covid-19, encuentran grandes dificultades para apostillar el documento de vacunación en ese país, con el propósito de conseguir la segunda dosis en la Caja Costarricense de Seguro Social (CCSS).
La posibilidad de aplicar el fármaco a viajeros que hayan recibido la primera inyección en aquel país fue habilitada por la Comisión Nacional de Vacunación y Epidemiología (CNVE) siempre y cuando se cumplan cuatro condiciones.
Entre ellas, las autoridades exigen que exista disponibilidad de dosis aquí, que la persona esté dentro de los grupos de priorización actuales y que, además, cumpla los 21 días desde la primera vacuna.
Como último requisito, se exige apostillar el documento de vacunación expedido por instituciones, farmacias y vacunatorios públicos estadounidenses, para certificar la autenticidad.
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Sin hacer este trámite, aunque se cumplan con las demás condiciones, esas personas se quedarán sin segunda dosis y tendrán que esperar cita en la Caja para comenzar de nuevo su esquema de vacunación.
Esto representaría, además, tener que usar dos vacunas en una persona que originalmente solo demandaba una.
No haber hecho ese trámite en suelo norteamericano obligará a Juan Carlos Rodríguez, de 60 años, a tomar otro vuelo rumbo a Houston, Texas, para aplicarse su segunda inoculación de Pfizer, este viernes.
Si no hubiera tomado esa decisión, posiblemente, el vecino de San Pablo de Heredia hubiera perdido el efecto del fármaco mientras esperaba una cita en el Ebáis de su comunidad.
Rodríguez cuenta que viajó a Estados Unidos a finales de abril pues, según dice, no lo citaban del centro médico para su vacunación, así que decidió adelantarse.
Incluso, semanas atrás tuvo que llenar un formulario en el Ebáis porque nunca antes había utilizado el servicio.
Lo acompañaron en el viaje su esposa, de 54 años, y su hija, de 24, quienes también regresarán a Houston por su segunda dosis, pues ellas no se encuentran en los grupos de priorización actuales, por lo que de todos modos no obtendrían el fármaco a través de la CCSS.
“El mismo día que salimos a Houston nos enteramos de que se iba a permitir que quienes recibíamos la primera vacuna en el exterior, podíamos recibir la segunda vacuna aquí en el país. En ese momento salió la publicación y en buena hora.
“Intentamos entonces (de regreso a Costa Rica). Acudimos al Ebáis para presentar los documentos que nos dio la clínica, con la sorpresa de que nos dijeron que tenía que ser apostillado.
“De ahí me mandaron a las oficinas centrales de la Caja. En las oficinas me dicen después que eso no les compete, me mandaron al Ministerio de Salud.
“Yo no los culpo, porque algunos funcionarios no necesariamente saben qué es un apostillado, pero cuando nos presentamos (al Ministerio) el funcionario no sabía que era eso. Había otras siete personas en la misma situación.
“El problema es que un documento privado no es apostillable. Con solo pedir una declaración jurada de mi parte o de las otras personas involucradas bastaría; porque si yo vengo (a vacunarme) es porque estoy tratando de proteger mi vida. Y si estoy haciendo este tipo de gestiones es por interés propio de protegerme”, afirmó Rodríguez.
El hombre reconoció que su propósito inicial era hacer dos viajes, pues él y su familia eligieron colocarse la vacuna de Pfizer. Sin embargo, afirmó que como se habilitó la posibilidad de completar el esquema en el país, hizo el trámite para evitar exponerse nuevamente a otras cepas del virus.
“Quería evitar el viaje porque, si bien es cierto tenemos la oportunidad y lo podemos hacer, preferiría no pasar ni por el aeropuerto de acá ni por los aeropuertos de allá, donde son aún más las aglomeraciones.
“En el camino uno se indigna y se enoja, pero también entiendo que estamos en situaciones muy difíciles, completamente nuevas y el sistema es muy grande para que reaccione a necesidades específicas de todos, pero creo que sí deberíamos ser un poquito más ágiles.
“Pero pensándolo bien, hay que ser solidarios. Si la vacuna se libera para alguien más, en muy buena hora”, expresó Rodríguez.
Otro caso
En una situación parecida se encuentra Roberto Sánchez, un vecino de Escazú, también de 60 años, quien expuso su caso en Cartas a la Columna de La Nación, el sábado pasado.
Según comentó, le rechazaron una solicitud de cita para la aplicación de la segunda dosis en el Ebáis de Escazú, porque el documento que presentó no estaba apostillado.
“Exigir a los tenedores de la tarjeta de vacunación del Centro para el Control y la Prevención de Enfermedades (CDC) emitida en Estados Unidos apostillar el carné de vacunación es una tontería.
“Este es aceptado en todos los demás países como prueba de vacunación e implica viajar otra vez para realizar trámites de certificación ante las autoridades de salud norteamericanas con los consecuentes costos y tiempo”, manifestó el hombre.
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El escazuceño pidió al Ministerio de Salud generar un trámite sencillo para evitar que las personas que viajan a Estados Unidos pierdan la protección porque solo lograron aplicarse una de las dosis.
“Es un sinsentido que debe resolverse, pues ya que existe el riesgo adicional de que muchos costarricenses se queden sin la dosis por el distanciamiento en el tiempo máximo aceptado entre la primera y la segunda vacuna”, aseguró.
Una dosis de Johnson & Johnson
La apostilla del documento de vacunación adquiere relevancia para los costarricenses que tengan agendados viajes a Estados Unidos en próximas semanas para aplicarse la vacuna contra el nuevo coronavirus.
En especial porque podría haber una menor disponibilidad del fármaco monodosis de Johnson & Johnson, luego de que una planta en Baltimore tuviera que desechar un lote de 15 millones de dosis por la contaminación del material para inyecciones.
Este problema provocó que la empresa redujera a la mitad las entregas de vacunas a la Unión Europea esta semana.
Si ese incidente llega a afectar la disponibilidad de este fármaco en Estados Unidos, demandado por miles de turistas, los costarricenses que viajen allá y no encuentren el medicamento solo podrían aplicarse las vacunas de dos dosis de Pfizer o de Moderna; esta última aún no se encuentra en Costa Rica.
Es decir, tendrían que permanecer casi un mes en el territorio norteamericano o hacer dos viajes para aplicarse la segunda dosis.
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En el caso de que se trate de personas que estén entre los grupos de priorización en el país, tendrán que apostillar el documento de vacunación para recibir la segunda dosis de Pfizer en la Caja.
Este trámite debe hacerse ante la Secretaría de Estado del territorio norteamericano donde los costarricenses se vacunan contra la covid-19.