Si usted tiene factores de riesgo que podrían complicar su salud en caso de que se infecte con influenza ―o por su trabajo tiene una mayor exposición al virus― y todavía no ha ido por su vacuna, todavía tiene dos semanas para hacerlo. La campaña de vacunación de la Caja Costarricense de Seguro Social (CCSS) estará disponible hasta mediados de julio.
La institución adquirió 1,5 millones de dosis para los siguientes grupos:
- Mayores de 58 años, independientemente de sus factores de riesgo.
- Niños de seis meses a menos de siete años.
- Embarazadas, independientemente de su edad y del mes de gestación en el que se encuentran.
- Población entre los 7 y los 57 años con factores de riesgo como diabetes, cardiopatías, obesidad, enfermedades respiratorias crónicas (asma, EPOC, bronquitis crónica, tuberculosis), síndrome de Down, enfermedades renales, parálisis cerebral infantil, desnutrición severa y moderada, cáncer, enfermedades inmunitarias.
- Trabajadores de la salud y estudiantes de ciencias de la salud que realizan prácticas clínicas en la CCSS.
- Funcionarios de Bomberos, Cruz Roja, cuerpos policiales, trabajadores del 911, funcionarios del Servicio Nacional de Salud Animal (Senasa) y trabajadores de Migración.
- Voluntarios de Cruz Roja y Bomberos.
Los asegurados que formen parte de estos grupos pueden vacunarse en cualquier área de salud, sin importar dónde vivan o trabajen. Si hay dosis disponibles, estas se le aplicarán.
“Hemos avanzado más de cuatro semanas con la campaña de vacunación, pero todavía nos falta que las personas continúen acercándose a los vacunatorios del país. El virus de influenza estacional ya está circulando en el país y aún tenemos disponible más de la mitad de las dosis definidas para este año”, expresó Diana Paniagua Hidalgo, de la Subárea de Vigilancia de Salud de la CCSS.
En el caso de la población infantil, los padres de familia o encargados deben presentar el librito azul de vacunas; los adultos deben presentar alguna identificación y, si lo tienen, el carné de vacunas.
Las personas que no forman parte de estos grupos de riesgo pueden acudir a una farmacia privada y comprarla. Su costo oscila entre ¢10.000 y ¢13.000.
Avance
La CCSS hizo un corte al pasado 26 de junio, hasta ese momento se habían inoculado 656.063 personas, para 43,74% de la población meta.
La cobertura varía según el grupo poblacional. De lo administrado hasta la fecha de corte, 82.930 corresponde a dosis aplicadas en población de 6 meses a menos de 7 años, lo que evidencia 17,6% de cobertura. También han recibido su dosis 19.771 embarazadas, lo que representa 48,6% de este sector de la población. En cuanto al grupo de adultos de 58 años y más, con factores de riesgo o sin ellos, se ha colocado un total de 282.722 dosis, para una cobertura de vacunación del 31,8%.
En la población de 7 a 57 con condiciones de riesgo, las vacunas colocadas se distribuyen así: un total de 233.750. Si se subdivide, encabezan la lista personas con enfermedades respiratorias (107.799), con algún grado de obesidad (50.326), con cardiopatías (36.014) y diabéticos (19.195).
Otras 20.417 vacunas fueron inyectadas en personas con Parálisis Cerebral Infantil, cáncer e inmunodeficiencias.
La influenza es una enfermedad altamente infecciosa que se presenta de forma estacional y con elevadas tasas de contagio, lo que incrementa las consultas ambulatorias en los servicios sanitarios y hospitalizaciones, por lo que es considerado un problema de salud pública.
¿Por qué debemos vacunarnos todos los años?
Hay dos razones. La primera es que la protección inmunitaria de una persona mediante la vacunación disminuye con el tiempo, por lo tanto, es necesario recibir una vacuna anual para que la protección sea óptima.
La segunda, es que los virus de la influenza cambian constantemente (mutan). Entonces, las vacunas contra la influenza se actualizan de una temporada a la siguiente para brindar protección contra los virus que, según las investigaciones, podrían ser los más comunes durante la próxima temporada de influenza.
La campaña se realiza antes de que comience la mayor circulación de los virus. Así se procede, porque la protección no es inmediata, sino que deben pasar unas dos semanas para que los anticuerpos comiencen a desarrollarse y a brindar protección.
Por eso, lo mejor es vacunarse antes de que los virus de la influenza comiencen a propagarse en la comunidad.