Vladimir Serrano Vargas estaba en su domingo libre cuando decidió meterse al redondel de Zapote como torero improvisado. Era la corrida de las 3 p. m. del pasado 7 de enero.
Casi una hora después, se convirtió en la víctima elegida por el toro, que lo pegó contra la barrera al tiempo que clavaba el cacho en su pierna izquierda.
La toma de la televisión lo dice todo, y el relato de los animadores del espectáculo también: "¡Ayayay, mi hermano! ¡Eso debe doler!"...
La familia de este joven, vecino de Tejar de El Guarco, en Cartago, denunció este lunes que, al acudir a atención a la oficina del Instituto Nacional de Seguros (INS), en esa provincia, le negaron tratamiento porque el redondel no tiene póliza.
Elián Villegas, jerarca del INS, lo advirtió desde el 26 de diciembre: "Nosotros no le vamos a dar cobertura de riesgos de trabajo a los toreros improvisados, en eso hay que ser absolutamente enfáticos (...) porque la actividad de torero improvisado no es una actividad laboral (...), eso afecta el régimen de riesgo de trabajo que es donde al final tenemos a todos los trabajadores del país".
Una de sus cinco hermanas, Ana Serrano, contó que la primera atención la recibió Vladimir en el Hospital Calderón Guardia, adonde limpiaron la herida y le dieron diez puntadas.
Confirmó que lo enviaron a casa sin medicinas contra el dolor y sin antibióticos para evitar infecciones, porque "era un caso del INS".
Sin embargo, la tarde de este lunes y tras pasar horas con intenso dolor, con costos, en la sucursal del Instituto le prestaron una silla de ruedas para que lo sacara de las instalaciones.
Tuvieron que cruzar la calle y acudir a una clínica privada para que lo vieran.
"Le harán placas. No sabemos aún cuánto nos costará la atención. Esto es un pecado. Por dicha nos prestaron dinero y lo pudieron atender, pero hay gente que tal vez no tiene los medios", comentó la hermana de Serrano.
Vladimir es un fiebre de las corridas. No se ha perdido Zapote en los últimos tres años, a pesar de las advertencias de sus parientes, quienes quedan con el corazón en un puño cuando saben que ingresa al redondel.
Esta es la primera vez que le pasa algo grave.
Levantín¡Eso debió de doler! ¡Afortunadamente el joven se encuentra bien!
Posted by Toros Teletica on Sunday, January 7, 2018
Ana Serrano contó que su hermano hizo una fila antes de ingresar a la plaza de toros para firmar y aportar su cédula, confiando en que ese trámite le permitiría tener cobertura en caso de alguna embestida.
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La familia no descarta presentar algún reclamo pues, según dicen, han intentado localizar a los encargados del redondel, sin éxito.
Consultado sobre este caso, Warner Bolaños, director ejecutivo del redondel, reiteró lo dicho por los organizadores días antes: los toreros improvisados ingresan bajo un sistema de planilla, que hace reporte de eventos bajo una póliza vendida por el INS a una empresa, que fue la que, a su vez, le vendió el servicio al redondel.
"Este tema está en manos del abogado y de la empresa, que fue la que nos emitió la póliza del INS. Lo que le puedo decir es que vamos a trabajar responsablemente cada caso. Hay unos dos o tres. Los vamos a atender y procederemos a hacer los reclamos pertinentes, porque existen el respaldo documental que nos apoya", aseguró Bolaños.
Por ahora, la familia de Vladimir Serrano no sabe qué pasará, por ejemplo, con la manutención de la pareja y los dos hijos del torero improvisado, quien antes de la lesión se dedicaba a ser agente de ventas.
Acaba de tener un bebé, quien tan solo tiene dos meses de edad. También tiene otro hijo de cinco años. Su pareja no trabaja fuera del hogar, así que Serrano es el único sostén de la familia. Además, alquila casa.
"No sabemos qué va a pasar. Por ahora estamos enfocados en que él se alivie", confirmó Ana Serrano.
De acuerdo con datos de la Cruz Roja, en 14 días de festejos se atendieron a 352 toreros improvisados y 66 pacientes del campo ferial. En total, la Cruz Roja revisó a 418 personas.