El Gobierno solicitó $200 millones al Banco Centroamericano de Integración Económica (BCIE) para financiar la segunda y tercera etapas de la Torre de la Esperanza, el edificio de cuidados críticos que el Hospital Nacional de Niños ha estado esperando durante décadas.
La solicitud de crédito se dio a conocer en el marco de la celebración del Día del Niño, realizada en ese hospital pediátrico la mañana de este 9 de setiembre. La solicitud fue entregada a Álvaro Alfaro Gutiérrez, gerente del BCIE en Costa Rica. Alfaro informó de que el Banco la valorará.
El 11 de mayo anterior, la Junta Directiva de la Caja Costarricense de Seguro Social (CCSS) aprobó un acuerdo para que la licitación comience sin que la totalidad de los fondos esté depositada. En la actualidad, se espera recibir ofertas el 5 de noviembre próximo. Además, la obra se incluyó en el Sistema Integrado de Compras Públicas (SICOP) a finales de agosto.
La inversión para la Torre supera los ¢62.159 millones. La obra tendrá un área constructiva de 26.500 metros cuadrados. Según informó la CCSS, la Torre de la Esperanza incluirá servicios de emergencias, hemodinamia, cuidados intensivos, cirugía y unidad de pacientes quemados, entre otros.
“Este proyecto tiene el potencial de transformar significativamente la atención pediátrica en el país. Nos enorgullece ser la primera opción de este Gobierno para finalizar su conclusión, lo que garantizará un servicio de calidad para nuestra niñez. Esperamos en los próximos meses presentarlo a nuestro directorio para su votación y confirmar nuestro respaldo”, dijo Alfaro.
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Para Marta Eugenia Esquivel Rodríguez, presidenta ejecutiva de la Caja, el apoyo financiero permitiría acelerar la construcción del nuevo edificio, que estará ubicado al costado norte del servicio de emergencias del actual hospital, en un terreno que ya es propiedad de la CCSS.
A finales de mayo, al cumplirse el 60 aniversario del Hospital Nacional de Niños, su director médico, Carlos Jiménez Herrera, reconoció que no habría mejor regalo de aniversario que ver avanzar un proyecto por el cual se ha estado esperando más de dos décadas.
La alta demanda de servicios y la poca capacidad instalada del actual edificio, es una de las causas más importantes de la saturación que padece el hospital pediátrico en cada temporada de virus respiratorios, con ocupaciones hospitalarias superiores al 100%.