Las trabajadoras del sexo demandan el reconocimiento de sus derechos laborales, entre ellos, vacaciones, pago de cesantía, seguro de salud y pensión.
En el marco del Día Internacional de la Trabajadora Sexual, que se celebra hoy, la Asociación La Sala divulgó ayer el interés en presentar un proyecto de ley que reconozca el “trabajo sexual autónomo”.
Esa asociación tiene 21 años de existir y reúne a un grupo de unas 400 mujeres que laboran en la llamada zona roja de San José.
Nubia Ordóñez Ugalde, coordinadora de la Asociación La Sala, se refirió a la preocupación que hay por compañeras de 60 años o más que aún se ven obligadas a ejercer el trabajo sexual, sin posibilidad de optar por una pensión ni un seguro.
“Queremos que se reconozca y regule el trabajo sexual. Que no nos echen a la calle sin derecho alguno. Queremos tener derecho a vacaciones, a cesantía”, dijo Ordóñez durante la presentación de un calendario, en el salón de Beneméritos de la Asamblea Legislativa.
Mariana Rojas Mora, asesora de la Asociación La Sala, insistió en la necesidad de que a esa población se le reconozcan sus derechos, como a los demás trabajadores.
Rojas dijo que es difícil establecer cuántas mujeres trabajadoras del sexo hay en el país.
Yamileth Parrales Galeano, otra trabajadora del sexo, demandó una atención integral en salud. “Solo nos ven de la cintura para abajo. Como seres humanos, necesitamos una atención buena, con calidad y calidez”, dijo Parrales.
Ordóñez insistió en la necesidad de tener acceso a todos los derechos laborales de los cuales goza el resto de la población trabajadora del país.
“Nos preocupa mucho tener compañeras viejitas, a las que les cuesta conseguir clientes, y que ejercen el trabajo sexual en pésimas condiciones”, agregó la dirigente. Según comentó, trabajan para presentar un proyecto de ley en defensa de sus derechos.