La alta contagiosidad de ómicron, la nueva variante del SARS-CoV-2, podría desencadenar en el país un aumento significativo en el número de casos de la covid-19 en cuestión de pocos días. Es lo que se espera. Pero, ¿será esto razón suficiente para que regresen las restricciones a la movilidad y a la reunión de las personas en Costa Rica, como sucede en otras partes del mundo? La respuesta no es única, tampoco sencilla.
El microbiólogo y salubrista Darner Mora Alvarado consideró poco probable regresar a las restricciones. Mora recalcó que covid-19, más que una pandemia es una sindemia por su efecto en enfermedades crónicas y el impacto social y económico de las poblaciones.
“Si en este momento por cuidar el contagio del virus paramos la reactivación económica, la gente se nos va a morir de hambre. ¡Y no estoy exagerando!”, aseveró Mora.
En noviembre, el Gobierno comenzó a flexibilizar medidas para reactivar la economía. La más reciente se anunció este martes: el regreso a las clases presenciales en un 100%, a partir del 17 de febrero. También se abrió la restricción vehicular y se autorizaron aforos mayores para ayudar al comercio.
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Para el médico y epidemiólogo de la Universidad Hispanoamericana, Ronald Evans, las limitaciones se podrían instaurar paulatinamente solo si hay una elevación abrupta en el número de casos.
“Quizá si hay una elevación abrupta de casos, siguiendo la tendencia de la semana pasada, el Gobierno va a tener que comenzar a instalar algunas restricciones. No de manera violenta o generalizada, pero va a tener que imponer algunas condiciones. Y si la cosa se desata en forma grave, habrá que tomar todas las medidas de mitigación que se hicieron en el pasado, a pesar del daño que conocemos que esto produce a la economía”, dijo Evans.
El médico lidera el equipo que le lleva el pulso a la tasa de reproducción del SARS-CoV-2, que en los últimos siete días registró 2,09, la más alta en toda la pandemia. Asegura que, por lo visto en otros países, de presentarse aquí un repunte en el número de contagios este será de corta duración. Evans aclaró que las variables a las cuales hay que poner mayor atención es al comportamiento en el número de hospitalizaciones y muertes.
“El Gobierno debe esperar a más tardar en esta semana para ver si es necesario comenzar a tomar algunas medidas de limitación, tanto en la parte de circulación vehicular como en la de asistencia a sitios cerrados, como restaurantes o eventos deportivos. Claro que ya no será una limitación como la del principio, con un cierre casi total de toda actividad, pero sí en base a lo que se esté viendo”, expresó.
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Juan José Romero Zúñiga, epidemiólogo de la Universidad Nacional (UNA), es tajante al afirmar que las restricciones nunca debieron dejarse por completo. Según Romero, es “altamente probable” que con ómicron se rebasen los 1.000 casos nuevos al día, otra vez.
“Ómicron dobla los casos cada 3 o 4 días; y hubo uno con casi 450 en el último reporte. Así que tener 1.200 casos en el reporte de mañana (hoy, 4 de enero, para los lectores), no me sorprendería”, aseguró.
Entre los expertos, la variante ómicron, detectada el 24 de noviembre en Sudáfrica, y en Costa Rica el 19 de diciembre, es de una altísima contagiosidad pero de baja virulencia demostrada hasta ahora.
Esto es lo que explica que, a pesar del aumento exponencial en el número de contagios, no se registre todavía un impacto en iguales proporciones en el número de hospitalizados y muertes.
Por eso, ha cobrado fuerza la hipótesis de que esta nueva variante se pueda convertir en la transición de la pandemia a la endemia; es decir, de una crisis sanitaria global causada por una enfermedad como la covid-19, a una situación similar a la de la influenza, una enfermedad de presencia habitual entre las personas.
Los casos graves, las hospitalizaciones y fallecimientos relacionados con el contagio con esta variante, mayoritariamente se han dado entre personas que no están vacunadas contra la covid.