El 8 de noviembre del 2019, José Pablo Garbanzo fue nombrado coordinador de donación y trasplante de órganos de la Caja Costarricense de Seguro Social (CCSS). El cirujano hepatobiliar sustituyó a Marvin Agüero, quien renunció en medio de una crisis que sacó a la luz pública el desperdicio de riñones donados.
Casi cuatro años después de ese nombramiento, y en otro escenario convulso después del cierre del programa de trasplante hepático del Hospital México, hace menos de un mes, Garbanzo admite que no ha sido fácil mejorar el sistema como los enfermos y sus familias piden desde hace años.
En el marco de la Semana Nacional por la Cultura de la Donación y Trasplante de Órganos y Tejidos, el cirujano habló con La Nación.
− ¿Se le está mostrando a los pacientes y a sus familias un espejismo? Llamar a donar cuando el sistema no funciona, al menos no como debería.
− El sistema de donación y trasplante en el país funciona en algunos sentidos. Hay que partir de eso. Aunque persistimos con muchos temas por solucionar, se puede dar la percepción, no necesariamente equivocada, de que no avanzamos, pero sí trabajamos, sí se está trabajando. Se ha insistido en trabajar.
“El sistema tiene una función activa y no puedo no hablar del tema de la pandemia porque fue algo que nos marcó muchísimo. En el 2019, había una tendencia a algo mejor y había expectativas y planes que queríamos llevar a cabo. Obviamente, la pandemia llamó toda la atención y en cierta forma tuvimos que esperar porque no podíamos ser prioridad. Hay un gran mérito de la institución y del país porque incluso durante ese periodo se hicieron trasplantes, incluso de órganos como pulmón.
“El sistema demostró que es fuerte, por lo menos para mantenerse activo. Partir de ahí es mejor que nada. Sí creo que tenemos demasiadas cosas por mejorar y no las hemos mejorado como la gente espera, con razón, en los últimos años.
“Después de la pandemia estamos retomando algunas cosas. Ha habido cambio de autoridades. Ahora, ¿vamos a pedirle a las personas que consideren donar si la percepción de algunas o muchas es que el sistema no funciona? ¡Hay pacientes en lista de espera!”.
− ¿Cuántos?
− Aproximadamente, hay de 50 a 55 esperando trasplante de hígado, entre 300 y 400 esperando trasplante renal, alrededor de 1.000 por córneas, 5 a 10 pacientes en pulmón y otro tanto de corazón. ¡Los pacientes están esperando! Y tenemos las condiciones en infraestructura, en personal técnico y en alguna forma en la cual nos organizamos para que eso sea posible. Que no sea fácil, eso también es cierto, pero sí tenemos la posibilidad de hacerlo.
“Los pacientes que están en lista tienen una expectativa real y nosotros la podemos cumplir y se pueden trasplantar, porque se han realizado 300 trasplantes, entre corazón, hígado y riñones. Entonces, el sistema camina, y mientras haya pacientes en lista sí llamamos a la solidaridad, porque cuando hay donantes se aprovechan los órganos y se trasplantan pacientes.
“Tenemos que mejorar en resultados, en la capacidad de resolución. Definitivamente, tenemos que mejorar en la cantidad de donantes. El llamado sí tiene razón de ser porque hay pacientes esperando y familias. Pero le aseguro que estamos en mejorar la cantidad de donantes.
“Esta inauguración podría ser un acto vacío si no estuviéramos mejorando las cosas. Comprendo el escepticismo, pero detrás de esto hay, por ejemplo, un plan nacional del Ministerio de Salud que lo hicimos en conjunto, aprobado por OPS (Organización Panamericana de la Salud) y somos referentes a nivel regional. No somos los top, pero sí somos un referente y nos mantenemos haciendo trasplantes que en países grandes de Latinoamérica no hacen”.
− ¿Está insatisfecho con lo que se ha hecho desde el 2019, cuando usted asumió la coordinación?
− Yo no estoy satisfecho con lo que nosotros estamos logrando pero sí aseguro que se están haciendo los esfuerzos para poder mejorar como país. Pero, sí, igual que no estaba satisfecho cuando comencé, no estoy satisfecho y probablemente no lo estaré. Hay que ver una cosa: los países más experimentados siempre encuentran formas para mejorar, y eso nace de la insatisfacción. En España, donde tienen las tasas más altas, siguen buscando formas para mejorar.
− Más allá de la pandemia, ¿por qué ha costado tanto ordenar? No hablo solo del 2019. Hablo de pulsos entre hospitales que recuerdan lo que pasó en la Unidad Cardíaca del Hospital de Niños. Pasa el tiempo y uno no ve que la tasa de donación no suba.
− Todos los elementos juegan en esto. Sí hay un tema profesional. Eso existe. Nos relacionamos con países que han tenido los mismos problemas. Hay temas administrativos, hay temas remunerativos. Hay una sumatoria de elementos, y por eso creo que lo que nos falta es un sistema robusto de gestión de la calidad para evaluar todo lo que se hace, no solo desde lo administrativo sino desde el punto de vista clínico.
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“Creo que ahí es donde tenemos que entrar: buscando indicadores y con esto buscar las soluciones. Pero sí hay problemas de todo tipo. Todos los elementos que me pueda mencionar tiene una parte en esto que no camina como debería, pero yo sigo con la expectativa de que sí va a caminar mejor en el corto plazo.
− ¿Cómo recuperar la confianza de la gente?
− Yo les puedo pedir que confíen porque, con toda la sinceridad, no hay un mal manejo de los órganos disponibles. Y en el caso de que eso se generara, existen los mecanismos para fiscalizar. No hay tráfico de órganos. Las leyes así han buscado evitarlo. Siempre habrá oportunidades de mejora, pero sí considero que se puede confiar porque hay transparencia en cuanto al manejo de los órganos: en la forma en que se solicitan y en la que se distribuyen.
“Le puedo asegurar que en la lista nacional no hay ninguna diferencia en cuanto estatus social, política o de otros tipos. Yo abogo por la solicitud de confianza porque el sistema funciona de una forma transparente y busca que los órganos se distribuyan de una manera equitativa y justa”.
− Personas que esperan 9 años un riñón con diálisis peritoneal, pensando que están en lista y no. ¿Es posible equitativo y justo?
− Los tiempos de espera son excesivamente prolongados. Esto es una realidad lamentable, no solo en trasplante, también en otras especialidades. Sí, son tiempos demasiado prolongados. La única forma de disminuir esos tiempos es con tasa de donación, que la gente se anime y confíe. Y nosotros mejorar la parte operativa que lleva esos órganos a implantarlos. Yo no tengo claro que eso que denuncien suceda. Puede haber algunos casos aislados.
− ¿Pero las organizaciones de pacientes lo denuncian?
− Sí, pero por lo menos yo no he encontrado que eso suceda o sea recurrente.
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− ¿Y lo que sacamos en la prensa? El caso de un señor con 9 años de espera.
− Claro, 9 años... no tengo dudas de que hay pacientes que llevan demasiado tiempo esperando. Lo que no tengo pruebas es de pacientes que creen que están en lista y no lo están. Este tema lo he escuchado mucho y las mismas organizaciones me lo han manifestado. En algunos casos, hemos intervenido.
− ¿Le ha servido ser juez y parte (es coordinador de trasplantes de la CCSS y cirujano hepatobiliar?
− Yo no sé en qué punto puede estar el conflicto, sinceramente. Primero, tengo tranquilidad total en cuanto a mis actos. He sido considerado con mis compañeros porque son colegas y he sido considerado con mis pacientes porque son mi razón de trabajo. Yo no he tenido ninguna dificultad porque no he tenido ninguna situación porque tengo valores fuertes que traigo de mi casa, y no veo conflicto porque no tengo ningún temor. Siempre le pido a Dios que me mantenga en la línea correcta. Tengo muy claro mi papel. Me ha costado porque mi tema es puramente operativo, no soy jerarquía. Trato de que las cosas vayan mejorando, pero ¿conflicto? En mi corazón y en mi vida no hay conflicto.
− ¿Han valorado hacer un ensayo parecido al de la Unidad Cardíaca, donde trajeron a alguien de afuera a corregir la situación?
− Yo creo que sí. Hay un primer punto: en hígado, con la orden sanitaria, entramos a una fase de análisis objetivo. He insistido desde el primer minuto que quienes realicen esa investigación sepan de muchas cosas, no solo de trasplantes. Porque yo puedo saber de trasplantes y no saber de análisis de los números y de las cosas que el mismo hospital México pone en duda, que hay que considerar.
“En las próximas semanas, nos visitarán dos especialistas españoles por un convenio de cooperación con España. Vienen para hígado y luego vendrán para riñón. También se analizará médula. Tengo la expectativa de esa visita, que se iba a hacer antes de la pandemia pero que tuvo que detenerse. Espero que nos deje criterios”.