La Universidad de Ciencias Médicas (Ucimed) reprochó la participación de dos de sus estudiantes de Medicina en una fiesta clandestina ocurrida el sábado anterior en Escazú y confirmó que abrirá una investigación para sentar las responsabilidades que correspondan.
Aunque alegó que el incidente corresponde a una conducta individual y sin relación con la casa de enseñanza, dijo que en reiteradas ocasiones se ha reforzado el llamado a la prevención contra el virus, mediante campañas para hacer conciencia en sus alumnos sobre el deber de respetar cada una de las medidas sanitarias.
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“Tenemos claro que no es posible tener control sobre las decisiones de cada persona, por lo que nuestra competencia se limita a generar conciencia y a emitir directrices para el cumplimiento obligatorio de las medidas de prevención, establecidas en la Universidad.
“En el caso de los estudiantes involucrados en este incidente que tienen relación con la Universidad, serán sometidos al debido proceso y, en caso de que se determine que incurrieron en alguna conducta definida como sancionable, se tomarán las acciones que correspondan”, subrayó el centro.
La Ucimed destacó que, al ser una organización especializada en la promoción de la salud, su compromiso ha sido aún mayor durante la pandemia, en materia de prevención, información, investigación y concienciación sobre la necesidad de mitigar el avance del virus.
Por su parte, Caja Costarricense de Seguro Social (CCSS) confirmó que los estudiantes de último año que fueron sorprendidos en la fiesta ilegal, realizan rotación en los hospitales nacionales, por lo que calificó el hecho como “indignante”. También anunció la apertura de una investigación profunda para que “se apliquen las medidas legales correspondientes”.
Denuncia policial
El caso trascendió este martes, cuando la Policía Municipal de Escazú publicó en su página de Facebook un video sobre tres personas que se identificaron como médicos de la CCSS y que participaban en una fiesta clandestina que se registró el pasado 2 de octubre, en el sector conocido como El Alto de las Palomas. Las autoridades llegaron al sitio debido a la alerta de vecinos sobre el escándalo generado por la actividad.
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De acuerdo con el informe policial, uno de ellos dijo ser funcionario del Hospital México y los otros dos se identificaron como pediatras del Hospital Nacional de Niños, con el fin de que los dejaran irse del lugar y evitarse una multa de tránsito. “Lo más grave de esto es que siendo ya las 3:30 de la madrugada, tenían que ingresar a ver a los niños a las 5 de la mañana”, denunció la autoridad escazuceña.
La fiesta se realizó con cobro de entrada y entrega de brazaletes; según los policías había muchos carros “de lujo” mal estacionados y en momentos de restricción vehicular sanitaria. “La advertencia de la Policía para terminar con la fiesta no es atendida por los organizadores, por lo que se inicia la aplicación de la ley. Curiosamente, el sonido de las placas de los vehículos al caer en el pavimento sí es escuchado, por lo que algunos empiezan a salir”.