Desde este viernes 16 de julio, la Caja Costarricense de Seguro Social (CCSS) se embarcó en una misión intensiva: vacunar contra la covid-19, en cuestión de 10 días, a cientos de miles de personas con los fármacos donados por el gobierno estadounidense.
La acción en su sistema inmunitario para generar respuesta contra el SARS-CoV-2 (virus causante de la enfermedad) ya comenzó. El trabajo para construir la protección está en desarrollo, pero las personas deben “sellar” dicho trabajo, en 12 semanas, con la segunda dosis.
Y, después de ello, esperar unas dos semanas para que su organismo genere los anticuerpos suficientes que les eviten enfermar de gravedad.
“A la UCI (Unidad de Cuidados Intensivos) entra gente todos los días que solo tiene una dosis. No se confíen, solo el esquema completo les garantiza el mejor resultado”, resumió el médico intensivista Leonardo Chacón Prado.
Un epidemiólogo, una viróloga y un farmacéutico consultados por La Nación explican qué sucede en este periodo entre dosis y le dan consejos a la población de cómo cuidarse en este tiempo.
¿Por qué hay esquemas de dos dosis?
El farmacéutico Santiago Rodríguez, vocero del Colegio de Farmacéuticos, señala que la cantidad de dosis depende de algo llamado mecanismo de acción de la vacuna, la forma en la que fue fabricada y motiva la producción de anticuerpos.
“Las vacunas de una dosis, como la de Johnson & Johnson tienen un mecanismo de acción diferente y con una dosis le dan lo necesario a la persona, con Pfizer y AstraZeneca se requieren las dos”, aseguró.
Para el epidemiólogo Juan José Romero, en los esquemas de dos dosis, cada una cumple una función.
“Con la primera dosis hay un despertar, con la segunda, se le pega ‘un socollón’ a la primera respuesta para que haya más anticuerpos y más células de defensa que generen anticuerpos”, manifestó Romero.
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¿Qué pasa si me quedo solo con una dosis?
“Si nos quedamos con solo una vacuna, despertamos al sistema inmunitario, pero lo dejamos listo para una segunda dosis. Si nos encontramos con el virus, el sistema sí podría estimularse, pero no al nivel suficiente”, explicó Romero.
“Si nos quedamos solo con la primera vacuna tenemos cierta protección, sí, pero es jugarnos un chance, por eso debemos ir por la segunda dosis cuando nos toque. Es subir nuestra ventana de ventaja”, añadió este mismo especialista.
Por su parte, la viróloga Eugenia Corrales Aguilar, quien ha estudiado este virus dese el inicio comenta: “una sola dosis no es una capa ni definitiva ni completa. La vacuna es maravillosa y muy buena, mejor de lo que esperábamos, pero no es lo único. Es un proceso”.
Rodríguez añade: “se necesita un tope de anticuerpos para que el cuerpo se defienda, no necesariamente eso se logra con una sola dosis. Me ayuda, muchísimo, pero no me protege del todo”.
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Los cuidados
¿Cómo deben protegerse las personas en el periodo entre dosis? El mensaje sigue siendo el mismo. Romero lo resume: “pensar como que no me han vacunado”.
Mantener distancia, buen uso de mascarilla y preferir espacios abiertos, buena ventilación y preferir (en los casos donde sea posible) el teletrabajo.
Estos cuidados, así de rigurosos, deben mantenerse al menos dos semanas después de la segunda dosis, para que el cuerpo haya generado una respuesta más completa.
“Cuando usted le ponen la vacuna hoy, no es inmediata, no estoy automáticamente inmunizado. Mi cuerpo debe procesar la información y la active. Y solo una dosis no llega al máximo de esa protección”, recalcó Corrales.
El esquema se considera completo 15 días después de la segunda dosis.
Y, aún cuando haya pasado ese tiempo, mantener los cuidados.
“A la vacuna hay que acompañarla, no dejarla sola”, apuntó Romero.
Corrales coincide: “la vacunación no es la protección completa, ni absoluta, ni inmediata. Son capas de protección, la vacuna es solo una capa. Evitar aglomeraciones, evitar espacios cerrados”.
Rodríguez añade: “los cuidados antes, entre dosis y después son los mismos. No podemos confiarnos en no utilizar las medidas preventivas. La vacuna me va a defender de no darme tan violento, pero las otras medidas bajan el riesgo de que no me dé”.
“Además, hay muchas personas no vacunada, los menores de 40, pero también, los menores de 12, que hasta ahora no tienen vacunas para ellos. En consideración con ellos debemos seguir con las medidas”, agregó.
Rodríguez afirma: “la vacuna tal vez evita que yo me complique, pero igual podría infectar a quien no ha sido vacunado y esa persona sí podría complicarse”.
Para todos los entrevistados, los niños, aunque tienen usualmente una presentación más leve de la enfermedad, también podrían complicarse.
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Leer el escenario
Para los especialistas es vital leer el escenario en el que está ocurriendo esta vacunación masiva. La situación en Costa Rica no es la misma que la de Europa o Estados Unidos.
“Ahorita tampoco estamos como para cantar victoria. Seguimos teniendo la cantidad de casos igual que en el peor momento del año pasado, e internados que en el peor momento del año pasado”, recordó Romero.
Corrales complementa: “en este momento en Costa Rica no estamos con un nivel de transmisión que nos permita volver a la normalidad. La vacunación es muy poca todavía. Hay un pool de susceptibles muy grandes”.
“Ese es uno de los problemas de Costa Rica, que se ve reflejado en Estados Unidos o Europa, y Costa Rica se cree en ese nivel y todavía no lo está. Debemos seguir con medidas para disminuir o tratar de contener la transmisión”, añadió.
La viróloga insiste que, en Alberta, Canadá, lugar donde se encuentra en este momento, las restricciones se han liberado no solo por cantidad de vacunados, también por una baja en la tasa de transmisión. Allí no se basaron solo en un porcentaje de vacunados, ella indica que hay de 30 a 40 casos diarios, cifras de las cuales Costa Rica está muy lejos.
¿Cómo entran en el juego las 500.000 dosis donadas?
Romero explica que en su gran mayoría serán primeras dosis, según su criterio se subiría a que al menos un 50% de la población tuviera al menos una sola dosis.
“Eso es muy bueno. Con la condición que tenemos ahora de casos y de internamientos, tener tantas personas con la primera dosis es muy bueno, pero esos esquemas deben completarse”, señaló Romero.
En resumen: este “pinchazo” inicial no significa protección y licencia para actuar como en la época prepandemia, pero sí es el comienzo del camino para sentirnos más seguros.
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