Los centros de salud, como Ebáis y hospitales, son de los pocos espacios en donde todavía es obligatorio usar mascarillas; sin embargo, en las últimas semanas se ha vuelto frecuente que acudan pacientes sin cubrebocas, lo cual va en contra de su salud y la de los demás.
Es sabido que en esos sitios hay una mayor circulación de patógenos que pueden causar enfermedad y muerte, incluido el coronavirus SARS-CoV-2, responsable de la covid-19. La confirmación de subvariantes de este virus todavía más contagiosas hace aún más necesario el uso de mascarillas en lugares donde se atienden estos enfermos.
Giancarlo Guevara, enfermero del Área de Salud de Pavas, administrada por Coopesalud, confirmó que ahí han visto un aumento de pacientes que acuden sin tapabocas. En esos casos, el centro se ha visto en la obligación de buscar cómo proveerles uno. Mientras eso sucede, la persona puede ver retrasada la cita o la atención que busca. Esto, sin contar el gran riesgo de que contraiga la covid-19.
“Hacemos un llamado de atención para recordar la importancia del uso de la mascarilla para evitar la transmisión del virus responsable de causar la covid-19. Las áreas de salud y hospitales mantienen la obligatoriedad por la alta circulación de virus. Es importante que vengan con su respectiva mascarilla.
“Este virus se transmite en las gotitas de saliva que salen cuando hablamos o tosemos. La mascarilla es una barrera protectora que nos aísla de esos virus. Su uso debe mantenerse, al menos en los centros de salud”, reiteró Guevara.
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En su primer decreto como presidente de la República, Rodrigo Chaves Robles eliminó el uso obligatorio de la mascarilla, el 8 de mayo. La obligación regía desde el 9 de setiembre del 2020.
Con la medida presidencial, la mascarilla solo es obligatoria para quienes trabajan en centros de salud, tanto públicos como privados, en primera línea de atención, y para quienes acudan a consultas, exámenes o trámites administrativos a los centros de salud.
Eso sí, a pesar de la normativa, los establecimientos pueden negar entrada a clientes sin mascarillas, amparados en la libertad de comercio.
Once días después del decreto, el Grupo Técnico para la Vigilancia de covid-19 recomendó a la ministra de Salud, Joselyn Chacón, mantener el uso de la mascarilla en espacios cerrados, que van más allá de los centros y el personal de salud. Incluyen centros educativos, centros de cuido, hogares de larga estancia, centros penitenciarios, medios de transporte público, privado y aeropuertos, y todo espacio cerrado en que no se pueda mantener la distancia mínima de un metro, como supermercados, tiendas, centros comerciales, bancos, entre otros.
Casi dos meses después, la ministra no se ha referido a ese criterio, uno de varios solicitados luego de la confusión que generaron los decretos presidenciales relacionados con la mascarilla y la vacunación. Por lo anterior, se mantiene vigente la medida inicial del uso obligatorio solo en centros de salud.
Tampoco se ha pronunciado sobre el criterio que se solicitó a la Comisión Nacional de Vacunación y Epidemiología (CNVE) para justificar la obligatoriedad de la vacunación anticovid. La pretensión inicial del presidente Chaves y su ministra fue dejar a libre elección la decisión de vacunarse o no.
Esta Comisión concluyó, en un informe presentado a Chacón el 29 de mayo, que no hay sustento técnico para eliminar la obligatoriedad de la vacuna.
Hace seis días, el Instituto Costarricense de Investigación y Enseñanza en Nutrición y Salud (Inciensa) confirmó la presencia en Costa Rica de la subvariante de ómicron BA.5, la cual se caracteriza por una mayor transmisibilidad del virus causante de la covid-19.
Además, esta subvariante de ómicron tiene una mayor habilidad para evadir los anticuerpos generados por una infección (o infecciones) previa y por las vacunas, aunque no está relacionada con un peor pronóstico.
El hackeo a la Caja Costarricense de Seguro Social (CCSS), del 31 de mayo, dejó sin datos en tiempo real sobre el comportamiento de la pandemia, y el Ministerio de Salud dejó de publicarlos. Así que no se sabe, a ciencia cierta, cuántos casos, hospitalizaciones y muertes se registran con la circulación de estas nuevas subvariantes.
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Los servicios de urgencias en Ebáis y hospitales reportan una afluencia constante de pacientes por todas las causas respiratorias, incluida la covid-19. En áreas de salud como Desamparados, las consultas alcanzan las 300 diarias, en Pavas alrededor de 160 (800 a la semana en promedio), y en Tibás entre 60 y 80 por día.
Por esta razón, los diferentes centros de salud recuerdan a la población mantener el uso de la mascarilla si van a visitar servicios de salud, y sobre todo cuando presentan síntomas respiratorios, como tos, fiebre, moquera o dolor de garganta.
También es indispensable que en esta temporada alta de virus respiratorios, procuren tener el esquema completo y actualizado anticovid, y protegerse contra la influenza, uno de los que más está enfermando gente en estos días.