Cuando en el país se distribuyan vacunas contra la covid-19 de otras casas farmacéuticas, las personas no podrán elegir cuál quieren ponerse. Se les colocará la que esté disponible en su área de salud.
Así está establecido para no poner en riesgo la compleja logística de este proceso de vacunación, durante el cual se busca proteger contra esa enfermedad a 3,7 millones de personas mayores de 18 años en todo el país.
El ministro de Salud, Daniel Salas Peraza, fue enfático en que esto no es un asunto de elección.
“A como vayan llegando las vacunas, así se van colocando para ir cumpliendo con los diferentes grupos de vacunación. Justamente, la vacuna que corresponda esa es la que se ofrece.
“No se puede poner ese asunto a elección porque ahí completamente la logística se nos viene abajo y no podríamos seguir vacunando”, dijo Salas durante la conferencia de prensa del 16 de marzo.
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Actualmente, en el país solo se están colocando dosis desarrolladas y producidas por Pfizer-BioNTech.
Para mayo, se esperan las primeras 204.000 dosis de la casa farmacéutica AstraZeneca. De esa empresa entrarán tanto por un convenio directo como a través del mecanismo Covax, de la Organización Panamericana de la Salud (OPS).
En los últimos días surgieron dudas en torno a la seguridad del fármaco a raíz de personas que presentaron coágulos luego de recibir la inyección. No obstante, tanto la Organización Mundial para la Salud (OPS) como la Agencia Europea del Medicamento (EMA) concluyeron que la vacuna es segura y no se asocia con un riesgo mayor de eventos tromboembólicos o coágulos.
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Los centros de salud de la Caja Costarricense de Seguro Social (CCSS) lo que sí se aseguran es que la segunda dosis que reciban las personas sea de la misma casa farmacéutica que la primera.
Hasta el 15 de marzo, se habían aplicado 248.048 dosis, de las cuales 57.994 corresponden a segundas dosis para completar el esquema.
La vacunación se están concentrando en los dos primeros grupos de priorización. Un 20% de las dosis que se colocan se destinan a las personas que queden pendientes del primer grupo (personal de primera línea de atención de covid-19), y un 80% a los del segundo grupo (mayores de 58 años).