Los supuestos médicos que fueron encontrados, la madrugada del sábado anterior, en una fiesta clandestina en Escazú, en realidad son estudiantes de Medicina de último año que realizan una rotación en los hospitales nacionales. Así lo aclaró, este miércoles, la Caja Costarricense de Seguro Social (CCSS), la cual calificó de “indignante” lo ocurrido y anunció la apertura de una investigación profunda para que “se apliquen las medidas legales correspondientes”.
“El Hospital Nacional de Niños se enteró en la noche de ayer (martes), a través de redes sociales, de este grave incidente de unos jóvenes que decían ser médicos y habían transgredido una cantidad de reglas vinculadas con las restricciones de la pandemia. Iniciamos las investigaciones de manera inmediata ante esta grave situación y podemos decir que, a la fecha, hemos recabado ya los datos de que estas personas no son funcionarios de la CCSS”, respondió la entidad a La Nación, al detallar que los estudiantes son de la Universidad de Ciencias Médicas (Ucimed).
La Policía Municipal de Escazú publicó en su página de Facebook un video sobre tres personas que se identificaron como médicos de la CCSS y que participaban junto con otras personas en una fiesta clandestina que se registró el pasado 2 de octubre, en un sector conocido como El Alto de las Palomas. Las autoridades llegaron al sitio debido a la alerta de vecinos sobre el escándalo generado por la actividad.
De acuerdo con el informe policial, uno de ellos dijo ser funcionario del Hospital México y los otros dos se identificaron como pediatras del Hospital Nacional de Niños, con el fin de que los dejaran irse del lugar y evitarse una multa de tránsito. “Lo más grave de esto es que siendo ya las 3:30 de la madrugada, tenían que ingresar a ver a los niños a las 5 de la mañana”, denunció la autoridad escazuceña.
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La fiesta se realizó con cobro de entrada y entrega de brazaletes; según los policías había muchos carros “de lujo” mal estacionados y en momentos de restricción vehicular sanitaria. “La advertencia de la Policía para terminar con la fiesta no es atendida por los organizadores, por lo que se inicia la aplicación de la ley. Curiosamente, el sonido de las placas de los vehículos al caer en el pavimento sí es escuchado, por lo que algunos empiezan a salir”.
En la acción se decomisaron 16 pares de placas, al tiempo que se confeccionaron al menos 30 infracciones por diferentes motivos, entre ellos la conducción en estado de ebriedad. En un inicio, la Policía intentó ingresar al recinto privado para intervenir la actividad, pero no logró conseguir una orden allanamiento para la operación.
Por su parte, el Hospital México comunicó cerca de las 4 p. m. que hasta el momento no ha recibido ninguna denuncia o acusación formal u oficial sobre este hecho, “de manera que lo que indican las autoridades del hospital es que hasta no contar con algo que lo justifique, no nos podemos referir al tema, y mucho menos tomar medidas de algún tipo”.
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La información fue modificada a las 11 a. m. con la aclaración de la CCSS