Un respirador desarrollado por el Instituto Tecnológico de Costa Rica (Tec) con el fin de asistir a pacientes de covid-19 superó pruebas en animales y avanza hacia su examen final en seres humanos.
Dicho dispositivo podría ser utilizado en caso de que escasearan los ventiladores mecánicos.
Se trata de un prototipo de respirador económico y de rápida fabricación que diseñaron investigadores de la Escuela de Ciencia e Ingeniería de los Materiales, de la Maestría en Dispositivos Médicos y la Escuela de Electrónica, informó el Tec este viernes.
El aparato parte de un prototipo de origen inglés cuyo principio de funcionamiento es neumático; es decir, que no requiere de electricidad.
“Recordemos que la Caja Costarricense de Seguro Social (CCSS) exige tres pruebas diferentes para utilizar los equipos en sus pacientes. La primera es en simuladores. La segunda son las pruebas preclínicas (en animales) y la última es la prueba clínica (en humanos)”, explicó el ingeniero Adrián Quesada, coordinador del proyecto.
El respirador fue sometido a pruebas en animales gracias a la colaboración de la Universidad Nacional (UNA), por medio del Servicio de Enseñanza y Simulación Clínica, en coordinación con el Hospital Equino y de Especies Mayores de la Escuela de Medicina Veterinaria.
Las pruebas se realizaron tanto en animales sanos como en animales con dificultad respiratoria. En ambos casos, según reporta el Instituto, el respirador pasó sin complicaciones.
De igual manera, durante el proceso se hizo una comparación entre el funcionamiento del ventilador creado por el Tec y el ventilador comercial.
“Se comprobó que la oxigenación en sangre aumentó con el uso de nuestro ventilador. Esto quiere decir que nuestro ventilador dio mejores resultados que el comercial”, señaló Quesada.
Los estudios contaron con todos los permisos del Comité de Bioética de la UNA.
“Además se mantuvieron todos los estándares que se solicitan a nivel nacional e internacional para asegurarnos que los animales no sufrieran durante el proceso”, agregó Roberto Estrada, coordinador del Servicio de Enseñanza y Simulación Clínica de la UNA.
Estrada es, además, médico veterinario del Hospital Equino y de Especies Mayores de la UNA.
“Los estudios preclínicos son vitales para seguir a la próxima fase en humanos. En nuestro caso, nos sentimos muy honrados de haber participado en el proceso de desarrollo y creemos que este es un hito en la creación de dispositivos biomédicos en el país”, señaló.
El respirador también fue sometido a tres distintas pruebas con simuladores especiales en mayo del año anterior, gracias a equipos facilitados por la Universidad de Ciencias Médicas (Ucimed) y personal de salud especializado para manipularlos.
“El respirador pasó las tres pruebas. Esto nos indica que el dispositivo puede ser utilizado en cualquier situación; incluso en una de urgencia”, señaló entusiasmado el investigador del Tec.
De hecho, el Tecnológico ya inició conversaciones con el Ministerio de Salud para realizar eventuales pruebas en seres humanos.
“Sin embargo, recordemos que ya tenemos el permiso para que estos equipos puedan ser utilizados por los centros médicos en caso de que se dé un desabastecimiento de ventiladores mecánicos.
“Aún sin pruebas en humanos, si nuestro equipo puede salvar la vida de una persona, debe usarse”, aseveró Adrián Quesada.
Dicha autorización quedó plasmada en el oficio MS-DM-7000-2020 dirigido al presidente ejecutivo de la CCSS, Román Macaya, en setiembre del año anterior.