Hablar de resistencia antimicrobiana le podría sonar como un asunto de otro planeta, pero es algo muy cercano a usted y, lamentablemente, más frecuente, cotidiano y amenazador para la salud humana, animal y ambiental de lo que se quisiera.
Marlen Arce Villalobos es la coordinadora nacional de resistencia a los antimicrobianos, de la Dirección de Vigilancia de la Salud, en el Ministerio de Salud. Lleva varios años trabajando este tema; incluso antes de la pandemia de covid-19, que dejó múltiples enseñanzas para proteger a la población del ataque de enfermedades.
Cuando ya los medicamentos no surten el efecto deseado hay que volver la mirada a la resistencia antimicrobiana (RAM). ¿Por qué sucede y cuáles son sus efectos? De esto conversamos con Arce. Este es un resumen de la entrevista.
− ¿Qué es la resistencia antimicrobiana y por qué es importante hablar de este tema?
− La resistencia antimicrobiana ocurre cuando los microorganismos no responden a los medicamentos creados para eliminarlos. Es decir, se hacen resistentes o no se mueren con la aplicación del medicamento. Por ejemplo, hay un fármaco creado para una infección pero no es efectivo contra los microorganismos, que han creado una resistencia.
− ¿Por qué sucede esa resistencia?
− Una de las razones es el mal uso que le damos a los medicamentos antimicrobianos. Por ejemplo, con la automedicación: cuando no va a la consulta y se sigue el consejo de un vecino, la persona lo toma sin saber que ese medicamento no es para esa infección. Los microorganismos que sobreviven crean resistencia. Otro ejemplo es cuando las personas toman antivirales contra infecciones de origen bacteriano, o cuando no completan los esquemas de medicación.
“Los antibióticos tienen la finalidad de tratar las infecciones de origen bacteriano. Si un resfrío es de origen viral lo que necesita es un antiviral; el antibiótico no va a funcionar contra la gripe o el resfriado común. Además, las personas en algunas ocasiones no completan su esquema de medicamento y se toman, por ejemplo, solo tres de los siete días recomendados. La finalidad del medicamento es inhibir o matar a los microorganismos. Si no se completa el ciclo, esos microorganismos sobreviven y se vuelven resistentes a ese medicamento.
“Lo anterior obliga a recurrir a un fármaco más potente, lo cual también puede tener efectos secundarios. En algunas ocasiones, las personas crean tanta resistencia que no se encuentran medicamentos para tratar la infección y es cuando sucede la muerte”.
− ¿A qué se deben esas malas prácticas?
− Algunas personas recurren a buscadores (en Internet) para conocer los síntomas y signos que tienen y deciden automedicarse y no ir a consulta. En una infección de origen bacteriano hay que conocer el tipo de antibiótico para tratar esa bacteria. Además, se necesitan exámenes de laboratorio para conocer el tipo de infección y el medicamento que necesitan. Pero hay quienes recurren a buscadores o vecinos y no acuden a los centros médicos. En Costa Rica, tenemos una seguridad social bastante robusta y accesible a la población. Por eso, siempre se invita al ciudadano a que acuda al centro médico y no tome por sus propias manos el medicamento.
− La resistencia surge por esas malas prácticas. Pero, ¿si el arsenal terapéutico para esa infección ya no es suficiente y el riesgo es complicarse o morir?
− Hay medicamentos que se utilizan para inhibir el crecimiento o destruir los microorganismos que ya no son efectivos y entonces se recurre a otro, pero puede ser que para este otro tenga resistencia. Si alguna vez hay falla terapéutica completa no hay medicamentos para tratar a la persona. Siempre hay que hacer énfasis en que los medicamentos son avances para tratar infecciones, pero su uso indebido es lo que resulta en la resistencia antimicrobiana, por eso hay que aprender a utilizarlos correctamente.
− ¿Puede haber algo más traumático que la covid-19 con la resistencia antimicrobiana en el futuro?
− Sí. Es un problema mundial. Puede atacar a personas en cualquier edad y cualquier parte del mundo. Está creciendo y hay más muertes por esta causa. Es importante que la población sepa que existe un medicamento antimicrobiano para cada microorganismo. En la página del Ministerio de Salud compartimos material para que la población sepa y se informe. Desde Salud realizamos campañas de información a la población porque esto es una responsabilidad de todos. Debemos preguntarnos qué puedo hacer yo para frenar la resistencia a los antimicrobianos.
Todo está relacionado
− Se habla de “una salud”. ¿Nos podría explicar un poco más ese concepto y su relación con la resistencia antimicrobiana?
− Una salud quiere decir que la salud de los seres humanos está entrelazada con la salud animal, la salud vegetal y el medio ambiente. Para trabajar con resistencia antimicrobiana se requiere un enfoque multidisciplinario: todos tenemos responsabilidad para combatir la resistencia a los antimicrobianos y también trabajar juntos para lograrlo. Cuando tenemos un medicamento y lo tiramos al inodoro, este se va por el caño y es distribuido en los ríos, se contaminan los mantos acuíferos y la fauna silvestre.
“También hay muchas prácticas como la automedicación. Se da en los animales, a los que hay que llevar a los veterinarios y trabajar en información porque esto conduce a que las personas sepan: los productores, ganaderos, agricultores... todo está entrelazado”.
− ¿Cuál de estos factores es el más importante para que, lejos de contenerse y retroceder, la resistencia antimicrobiana crezca y se convierta en una amenaza mundial?
− Trabajamos mucho. Con la OMS (Organización Mundial de la Salud) se trabaja en crear nuevos medicamentos pero sabemos que, con el pasar del tiempo, habrá resistencia. Nos enfocamos también en educación a la población sobre el uso óptimo de los medicamentos. Porque si solo trabajamos la parte humana y descuidamos la vegetal y ambiental no estaríamos haciendo nada. Hay que trabajar todos los puntos. Es un trabajo conjunto y multidisciplinario, donde trabajamos una salud para frenar la resistencia.
− ¿Es posible tener cifras globales y locales del impacto de la resistencia antimicrobiana?
− Costa Rica está en la red global en salud contra la resistencia a los antimicrobianos hace algunos meses. Participamos junto a Chile, Argentina y Ecuador para realizar de forma más oportuna el monitoreo, la prevención y la vigilancia de los microorganismos multirresistentes en la parte humana. Esto nos va a ayudar a generar información de forma más rápida y oportuna. También trabajamos con universidades públicas y privadas y estudiantes de pre y posgrado, con campañas a la población, entre muchos otros esfuerzos.
− ¿Cómo está el músculo costarricense? ¿Han identificado puntos de mejora?
− Estamos muy bien, siempre buscamos la excelencia. En esta red global nos eligieron por la forma en que estamos manejando el tema. Hemos tenido acompañamiento de la OMS y OPS (Organización Panamericana de la Salud), de los CDC (Centros de Control de Enfermedades). Trabajamos varios estudios que se han hecho por primera vez coordinados desde el Ministerio de Salud.
− ¿Y están bien de presupuesto para todo enfrentar este gran enemigo?
− Hay algunos organismos internacionales que nos están ayudando. Las campañas que lanzamos son donaciones. Siempre necesitamos porque no contamos con los suficientes recursos para hacerle frente a esto. Participamos en un primer estudio sobre el consumo de antibióticos, que realizó la OMS y en este estudio participamos con Brasil, Canadá, Paraguay y Perú. Estos son logros país, pero sí necesitamos muchísima ayuda porque no contamos con el presupuesto suficiente. Hicimos dos estudios pero llegó la pandemia. Iniciamos ahora con la red de acción global.
− La pandemia trajo enseñanzas. Desde el lado de la lucha contra la resistencia antimicrobiana, ¿cuáles lecciones aprendieron de la pandemia?
− La población aprendió un poco a diferenciar qué es un virus y una bacteria. También trabajamos con la higiene de manos. Lo hicimos con la población infantil pero con la población adulta ha sido interesante. En algunos centros de salud se conservan las estaciones de higiene de mano. Esto tuvo un impacto en la parte de infecciones, bajando la cantidad.
− Pero mucho de eso ya se olvidó en el momento que la gente ve que pasa.
− Sí, y eso es interesante porque esa tarea nos toca a nosotros: debemos constantemente realizar campañas.
− ¿Qué dice sobre la polifarmacia? La gente está saturada de medicamentos.
− Es importante que la población sepa por qué debe acudir a un centro médico y cuando se le indica que no debe consumir antibióticos, no exigirlos. Aprender a usar los medicamentos correctamente es súper importante pues es una de las principales causas de la resistencia a los antimicrobianos.
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