Cada vez son menos los costarricenses que cobran con fuego la traición de Judas a su Maestro.
La costumbre de quemar un muñeco de trapo que simboliza a Judas Iscariote, al anochecer del Sábado Santo, se extingue entre el olvido de los pueblos y la desaprobación de la Iglesia Católica.
Según el sacerdote especialista en liturgia Manuel Rojas, esta tradición contradice los principios de perdón y amor al prójimo que impulsó Jesucristo.
“Más bien lo que fomenta es un sentimiento de venganza, que no se refleja en ningún pasaje de la Biblia”, agregó.
El cura párroco de Llorente de Tibás –San José–, Alfonso Mora, agregó que, si es necesario, los sacerdotes en las iglesias están llamados a desestimular la práctica, explicándole a los feligreses cuál es la verdadera motivación de la Semana Mayor: “El inmenso amor de Jesús, que fue capaz de morir en la cruz por salvarnos”.
Aún así, comunidades como San Juan de Santa Bárbara, en Heredia, y El Parque, en Los Chiles, en la zona norte, mantienen la tradición y este sábado Judas arderá en una hoguera.
En el caso de El Parque de Los Chiles, una de sus vecinas, Ana Edith Rodríguez, confirmó que el muñeco de trapos viejos se paseará por todo el pueblo, luego lo colgarán y le prenderán fuego al final de la tarde.
Mientras, en la comunidad herediana, el año pasado con la excusa de quemar a Judas, un grupo de vándalos le prendió fuego a un vehículo y a una decena de sillas de la concurrencia.
Por eso, el director de la Fuerza Pública, Wálter Navarro, confirmó que para esta Semana Santa reforzarán la presencia de efectivos en ese poblado florense para evitar zafarranchos.
Antiquísima costumbre
La tradicional quema del monigote de Judas no solo se realiza en Costa Rica. El rito se ha repetido durante siglos en España, México, Venezuela, Colombia, Panamá, Brasil y Nicaragua.
Aunque los sacerdotes consultados por La Nación no tienen reporte de cuándo empezó esta práctica en el país, ambos concuerdan en que se trata de un actividad propia de la religiosidad popular heredada de la colonia española.
Precisamente, la información documental recopilada en la red Internet indica que la quema de Judas Iscariote data de la Edad Media (siglos V al XV) en diversas comunidades españolas.
Los relatos hablan de un muñeco confeccionado con ropa vieja y relleno de paja y palos. El acontecimiento tiene lugar en las plazas al final del Sábado Santo. Tras ser “enjuiciado”, a Judas lo queman en una hoguera.
Ya en Latinoamérica, se dice que la concurrencia pasea al Judas de trapo por las calles de los barrios, acompañado por los gritos de los vecinos.
Luego se cuelga en un lugar abierto y se lee su “testamento” en el que se incluyen críticas y chismes de aquellos que no contribuyeron con trapos o dinero para confeccionar al muñeco.
Según el sacerdote Manuel Rojas, todo este simbolismo empezó a desaparecer en Costa Rica conforme los fieles empezaron a tomar conciencia de que existen otros actos mucho más importantes para el Sábado Santo.
Ese es el caso de la Vigilia Pascual, cuando los católicos aguardan el triunfo de Jesús sobre la muerte.
Colaboró Carlos Hernández, corresponsal de La Nación.