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Costa Rica se llenó esta semana de regocijo por la designación de Elizabeth Odio Benito como integrante de la Corte Penal Internacional, órgano de las Naciones Unidas que juzga crímenes de guerra, de lesa humanidad y genocidios.
Propuesta por el Gobierno panameño, la costarricense obtuvo el respaldo de 60 de 83 países electores, que escogieron entre 45 candidatos.
Odio Benito cuenta con una fecunda labor profesional, política y en defensa de los derechos humanos.
Nació el 15 de setiembre de 1939 en el cantón central de Heredia. Fueron sus padres Emiliano Odio Madrigal y Esperanza Benito Ibañez.
Es abogada y notaria por la Universidad de Costa Rica (UCR), centro de estudios del que es catedrática y profesora emérita. También fungió como vicerrectora de Docencia, entre 1988 y 1990.
Ha sido dos veces ministra de Justicia. Ocupó el cargo la primera vez en la administración del expresidente Rodrigo Carazo (1978-1982). Repitió en esa cartera en el gabinete del exmandatario Rafael Ángel Calderón (1990-1994).
En su última participación en un cargo público formó parte del Gobierno anterior como segunda vicepresidenta de la República con recargo del Ministerio del Ambiente y Energía (Minae).