El hecho: "U" en cintura. Meses atrás, Ana Lucía Salas y un grupo de compañeros de Puriscal lanzaron la voz de alerta: ni la carrera ni la sede en la que estudiaron estaban aprobadas por el Consejo Nacional de Educación Superior Privada (Conesup).
Esta fue solo una de las anomalías que encontró el órgano para suspender por un año todas las labores en la universidad privada San Juan de la Cruz.
La decisión se tomó de manera unánime a principios de semana y regirá a partir de mayo, cuando finalice el cuatrimestre.
Esta es la primera vez que el Conesup cesa el trabajo de un centro educativo, y si en un plazo de 365 días no se corrigen los problemas, la U se cerrará definitivamente.
Los expedientes de 450 estudiantes de Derecho sirvieron de base para tomar la medida: 31 por ciento recibió lecciones en sedes no aprobadas; 77 de cada cien presentaron convalidaciones irregulares; 59 por ciento llegó a licenciatura sin ganar bachillerato.
También, 34 de cada cien universitarios no cumplieron con la residencia mínima para graduarse; 45 por ciento matriculó materias sin cumplir con los requisitos; 43 por ciento hizo pruebas de graduación sin completar el plan de estudios; 58 por ciento replicó su tesis sin metodología y 93 de cada cien expedientes estaban incompletos.
"En caso de serias anomalías la suspensión está prevista en la ley. Con la universidad San Juan de la Cruz se levantó un expediente muy completo, con serios problemas que afectaron a un porcentaje muy alto de estudiantes. Es un síndrome muy extraño de incumplimientos", explicó Guillermo Malavassi, director de la Unión de Rectores de las Universidades Privadas (Unire).
Fernando Trejos, presidente del sistema educativo de la San Juan de la Cruz, aseguró que ellos aún no han recibido la notificación y, además, advirtió que la investigación fue sesgada.
Los títulos pendientes no se refrendarán y los que ya fueron depende de cada colegio profesional si los acepta.