La sequía por el fenómeno de El Niño ya no llegará hasta diciembre del 2023, como lo pronosticaban las autoridades, sino que se extenderá, al menos, hasta marzo del 2024. Toda la estación seca del próximo año tendrá carencias hídricas más pronunciadas.
El Instituto Meteorológico Nacional (IMN) comunicó este miércoles 19 de julio en conferencia de prensa que el fenómeno de El Niño se encuentra totalmente consolidado.
Para el trimestre de agosto, setiembre y octubre del 2023 se espera un aumento del 15% en las lluvias para el sector Caribe, sin embargo, habrá una disminución de entre un 15% y un 20% en las precipitaciones para el Pacífico central y norte, respectivamente.
Las autoridades esperan que durante el mes de agosto, pero especialmente en octubre y noviembre, la población del Valle Central, el Pacífico central y el Pacífico norte perciban un aumento en la temperatura ambiente. Al contrario, las zonas Huetar Norte y Caribe sentirán un clima más frío.
“Desde mayo se presentan temperaturas medias que han superado los récords de los últimos 30 años. En mayo el aumento fue de 1 °C, en junio fue de 0,8 °C, y en julio preliminarmente de 1 °C, con relación al promedio de 1991 a 2020″, comunicó el IMN.
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Según explicó Werner Stolz, director del IMN, a los efectos de El Niño se suma un importante aumento en la temperatura superficial de los océanos Atlántico y Pacífico, que riegan ambas costas del país.
En el caso del Atlántico, el pasado 21 de junio se detectaron temperaturas récord de 1,3 grados Celcius (C°) por encima del promedio desde 1982.
Antes de este año, el registro más alto detectado fue en setiembre de 2022, que llegó casi a 1 C° por encima del promedio. Sin embargo, todo el mes de julio del 2023 supera sobradamente esa medición.
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Stolz añadió que este aumento en la temperatura de los océanos generó un incremento en la estimación de ciclones tropicales para la temporada 2023 en la cuenca Atlántico, que comprende al Océano Atlántico Tropical, al Mar Caribe y al Golfo de México.
En una temporada normal entre 1991 y 2020, se podían esperar 14 ciclones tropicales distribuidos entre tormentas y huracanes de diferentes categorías. Sin embargo, para este 2023 se espera que haya 15 de estos eventos, ocho tormentas y siete huracanes.
Desde el pasado mes de junio, las autoridades del IMN, la Comisión Nacional de Emergencias (CNE), Acueductos y Alcantarillados (AyA) y el Instituto Costarricense de Electricidad (ICE) anunciaron una serie de medidas para paliar los efectos de las sequías.
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Entre las disposiciones, la Refinadora Costarricense de Electricidad (Recope) deberá garantizar al ICE el suministro de combustibles las 24 horas del día todos los días de la semana, a fin de que el instituto pueda generar la electricidad necesaria para abastecer el país.
Costa Rica tendrá que recurrir a una mayor generación de electricidad a partir de combustibles fósiles, debido a una considerable reducción en las fuentes de agua. A finales de mayo, el embalse Arenal cayó a su punto más bajo en los últimos 10 años.
La situación llegó al grado de que se pudieron ver las tumbas del antiguo cementerio del pueblo de Arenal, el cual quedó cubierto por la laguna a finales de los 70.
Por su parte, AyA hizo un llamado a la población a hacer un uso racional del agua.