En momentos en que la Policía de Tránsito ya considera a las muertes en moto como una “epidemia”, cerca de 17.000 nuevos motociclistas han salido este año a las calles.
Durante los primeros nueve meses del 2016, el Ministerio de Obras Públicas y Transportes (MOPT) le otorgó la licencia a un total de 16.600 motorizados debutantes.
Tal cifra supera en un 36% los 12.200 permisos entregados a motociclistas primerizos en todo el 2014. También rebasa las 16.200 licencias nuevas del 2015.
Las autoridades consideran que la demanda del carné para manejar este tipo de vehículo crecerá por tiempo indefinido debido a varias causas .
Una de las razones, alegan, es la incapacidad del transporte público para movilizar a una masa de trabajadores que necesita recorrer mayores distancias para ir de la casa al trabajo.
A ello se suma que el comercio cada vez ofrece más facilidades para adquirir un aparato que es promocionado como la gran salida para ahorrar combustible y evitar presas.
De hecho, si la tendencia de este año continúa, tal parece que la importación de motos casi se triplicará en Costa Rica en el término de seis años.
Según datos de la Dirección General de Aduanas, en el 2011 ingresaron al país un total de 24.100 unidades, mientras que el año pasado llegaron 66.200 (un 174% más).
Este año, hasta el mes de setiembre, se habían importado 52.500 motocicletas. Sin embargo, están por venir los meses en los que el comercio suele desplegar todo tipo de ofertas.
Frente a este fenómeno, no es de extrañar que la cantidad de marchamos para automotores de dos ruedas también se haya disparado durante los últimos tres años.
Los derechos de circulación para moto subieron de 189.113 en el 2014 a 255.468 a setiembre de este año, lo cual de momento representa una variación del 35%.
Movilidad fácil. “La moto llegó para quedarse”. Así lo sentenció Roy Rojas, director de proyectos del Consejo Nacional de Seguridad Vial (Cosevi).
Rojas aseveró que Costa Rica experimenta, desde el 2007, una tendencia similar a la de otros países latinoamericanos, en donde las condiciones económicas obligaron a muchos trabajadores a migrar hacia zonas urbanas en busca de trabajo.
Al mismo tiempo, agregó, el transporte público se quedó corto frente a la demanda de servicio, lo cual estimula también el uso de estos vehículos.
“El comercio perverso en el país explota ahora esta necesidad de transporte. Hoy, las motocicletas se venden como una olla arrocera”, sostuvo Rojas.
La preocupación que desvela a las autoridades es que el aumento de la flotilla de motos también ha traído un incremento en la cantidad de accidentes y muertes de los motociclistas.
Hasta la semana anterior, la cantidad de motorizados fallecidos en lo que va del 2016 llegaba a 160 casos. Esta cifra ya supera el registro de víctimas de todo el año pasado: 150 muertos.
Elian Villegas, presidente ejecutivo del Instituto Nacional de Seguros (INS), calificó de excesiva la cifra de percances de motocicletas ocurridos este año.
Según la Superintendencia General de Seguros (Sugese), se han presentado 9.546 accidentes, lo cual representa un 33% más respecto al 2015,
Villegas teme que el 2016 cierre con 186 motorizados fallecidos y proyecta 200 para el 2017.
Hugo Jiménez, director de educación vial de Cosevi, consideró que las escuelas y colegios deben reforzar la enseñanza de nociones básicas para comportarse en carretera, puesto que en sus aulas se encuentran los choferes del futuro.
“Si nuestros hijos y nietos recibieran una mejor formación vial, tendríamos un mejor preámbulo de seguridad para el momento cuando se suban al lomo de una moto”, reflexionó Jiménez.