Monteverde, Puntarenas. Un tramo de 17 kilómetros de lastre para llegar a Monteverde son un suplicio para vecinos y turistas.
El asfalto se acaba en Guacimal, unos 19 kilómetros después del cruce en la carretera Interamericana norte.
A partir de ahí empieza el viacrucis, principalmente en invierno, cuando la ruta se pone intransitable, excepto para los vehículos doble tracción.
“El Gobierno no se preocupa por lo más básico, que es hacer accesible el camino”, opinó Danni Ramírez, presidente de la Cámara de Turismo de ese distrito puntarenense.
Por su parte, Francisco Jiménez, ministro de Obras Públicas y Transportes (MOPT), expresó que este año harán mejoras en la vía, pero no la asfaltarán.
“Seguirá en lastre, pero podrán circular autos livianos”, declaró Jiménez.
El mal estado de la vía causa múltiples contratiempos a quienes se dedican al turismo.
“Si la vía estuviera buena la vida útil de las llantas y las rótulas sería el doble”, aseveró Antonio Cruz Arguedas, propietario de una de las empresas de transporte de turistas.
Las abundantes piedras de la calle también causan dolores de cabeza a la Cruz Roja.
“Una vez teníamos que trasladar en rojo (máxima prioridad) a un motociclista politraumatizado, pero cómo ir rápido por esa ruta, le haríamos más daño al paciente. Tuvimos que ir muy despacio”, recordó Carlos Solano, de la Cruz Roja.
Entre tanto, los hoteleros sospechan que pierden visitación por culpa de la destrozada ruta de acceso.
“Cuando algunos turistas hacen el itinerario se brincan Monteverde para evitar la calle en mal estado, otros llegan de mal humor porque se les estalló una llanta y les arruina la experiencia que querían vivir”, aseguró Soledad Belmar, gerente del Hotel Belmar.