Transcurridos 46 días desde la detección del primer enfermo de covid-19 en Costa Rica, hasta este 21 de abril había 23 cantones de los 82 del país sin casos confirmados del nuevo coronavirus.
Una posible explicación descansa en su relativa lejanía de centros urbanos y su menor densidad poblacional.
Seis de estas comunidades están en la provincia de Alajuela. Se trata de los cantones de Río Cuarto, Upala, Los Chiles, San Mateo, Zarcero y Guatuso.
También hay cinco en la provincia de Guanacaste: Abangares, Bagaces, Cañas Nandayure y La Cruz, y otros cinco en Puntarenas: Quepos, Golfito, Parrita, Corredores y Buenos Aires.
Mientras, hay tres cantones libres de casos en Limón: Talamanca, Matina y Guácimo, lo mismo que en San José: Acosta, Dota y León Cortés. Tampoco Sarapiquí, cantón de Heredia, reporta contagios.
Además, entre los 59 cantones que sí tienen enfermos registrados hay nueve con un único caso.
Se trata de Liberia y Hojancha (Guanacaste); Siquirres (Limón); Paraíso, Turrialba y Alvarado (Cartago); San Isidro y Flores (Heredia) y Puriscal en San José.
Rodrigo Marín, director de Vigilancia de la Salud del Ministerio de Salud, comentó que no existe una razón epidemiológica que pueda explicar la nula incidencia del covid-19 en los 23 cantones libres de casos.
Alegó que las medidas sanitarias se han aplicado en todo el país, que hay posibilidades de contagio en todas las comunidades y que en todos los sitios hay pruebas de contagio que han dado negativo.
En su criterio, una posible explicación no epidemiológica son las limitaciones al movimiento de ciudadanos en el país y una menor circulación de personas dentro de los cantones sin contagios.
De hecho, el Ministerio de Salud confirmó que, si bien hay 59 cantones con enfermos, la mayoría de los casos se focalizan en 16 conglomerados o clusters de contagios. Estos consisten en grupos de cinco o más personas todos plenamente identificados a nivel de cadena de contagio.
El demógrafo Luis Rosero Bixby, explicó que la aparición de casos siempre será menor si la población susceptible a contagio es pequeña.
Por lo tanto, agregó, el grado de contagio se reduce cuando hay lejanía de las poblaciones respecto a centros urbanos o zonas más pobladas.
Las cifras le dan la razón.
Según datos del Instituto Nacional de Estadística y Censos (INEC) al 2020, el 21% de la población nacional (1.076.00 personas) vive en los cantones en donde aún no se reportan casos de covid-19 o donde solo hay un paciente confirmado.
Dichos cantones abarcan el 53% del territorio nacional (27.035 kilómetros cuadrados).
Por el contrario, los cantones que registran la mayoría de los casos son sitios más densamente poblados, pues en ellos habita 79% de la población (4.034.000 personas).
Todas estas personas habitan en el 47% del territorio de Costa Rica (24.065 kilómetros cuadrados).
Rosero Bixby señaló que los cantones que registran ninguno o solo un caso están en zonas rurales con baja densidad poblacional donde es menor la probabilidad de contacto entre personas y, por lo tanto, menor el riesgo de contagio.
“Una cosa peculiar de Costa Rica es que detuvo la circulación del virus. Como no circulan las personas, tampoco el virus y así podemos entender por qué las cifras de contagios cantonales siguen estables. Eso sí, si las personas desacatan las medidas, entonces vuelve el riesgo”, aclaró.
A su criterio, la rápida acción de las autoridades logró cortar el tránsito del virus. Citó medidas como el distanciamiento social, cierre de comercios, centros comerciales, fronteras y la restricción vehicular.
El demógrafo señaló que gran la gran mayoría de la población ha seguido las disposciones y que las autoridades municipales también se han ocupado de velar por su acatamiento.
Uno caso o ninguno
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FUENTE: Ministerio de Salud con datos al 20 de abril de 2020, Atlas Cantonal de Costa Rica y proyecciones de población del Instituto Nacional de Estadística y Censos al 2020. || Édgar Jiménez y Juan F. Lara / LA NACIÓN.
Realidades distintas, medidas similares
Karen Porras, directora de la Unión Nacional de Gobiernos Locales (UNGL), explicó que las municipalidades de los cantones menos golpeados por el covid-19 componen un mosaico de realidades muy distintas entre sí.
Esas diferencias van desde la cantidad de población en cada cantón, hasta la organización, disponibilidad de recursos del gobierno local, así como situaciones sociales y económicas.
Para Porras, la ausencia de enfermos en estos cantones o la presencia de un solo caso no necesariamente obedece a que los municipios siguieran rutas de prevención distintas a otras.
A su juicio, los ayuntamientos han aplicado las medidas de Salud y la población de cada cantón, en general, las ha acatado.
Para la vocera municipal, esos dos elementos son los únicos en los cuales hay alguna semejanza entre todos los cantones y municipalidades.
“Sin duda las medidas de distanciamiento social funcionan. El cierre de sitios públicos, bares, otros negocios y las restricciones vehiculares han contribuido a que el virus se estacione", señaló.
"Todas ellas son impulsadas en los territorios por las municipalidades en coordinación con las autoridades. En Semana Santa, por ejemplo, la gran mayoría de familias acató y se quedó en la casa”, aseveró.