El centro de rescate canino Territorio de Zaguates afirma que la pandemia de la covid-19 disparó la cifra de mascotas abandonadas por sus dueños.
Lya Battle, fundadora de dicho centro, sustenta la afirmación al señalar que ellos pasaron de atender unos 800 canes a inicios del 2020 a 1.800 en la actualidad.
Dicha iniciativa nació en el 2009 con la misión de brindarle hogar temporal a perros maltratados y abandonados.
Por su parte, María Fernanda Herrera Cambronero, administradora del refugio, indicó que antes de la crisis sanitaria recibían visitas de personas que acudían a la entrada a llevarse los perritos.
“La pandemia y las medidas sanitarias impiden desde entonces esta dinámica y por eso bajó la cantidad de animalitos entregados”, explicó Herrera.
Señaló que aunque no justifican el abandono de mascotas, tienen claro que muchos dueños se han visto obligados a dejarlos debido a la pérdida de trabajo o la reducción de su jornada laboral.
“Incluso, ahora tenemos salidas frecuentes a recogerlos a las casas, porque muchas familias tampoco pueden acercarse a dejarlos después de vender hasta sus medios de transporte por la situación económica”, dijo.
Mantener a cada animal en el refugio cuesta entre $36 y $40 al mes, monto que cubre comida y atención veterinaria.
Sin embargo, ahora la organización busca financiar la construcción de una clínica veterinaria valorada en ¢33 millones para así reducir sus gastos.
La administradora explicó que todos los perros cuando llegan deben ser castrados y esto implica traslados regulares a Alajuela y Heredia en donde suelen hacerse campañas de emasculación.
“Entonces, tenemos que llevar en un camión a entre 10 a 15 perros a castrarlos y traerlos de vuelta al albergue. Este es uno de nuestros mayores gastos”, explicó.
Ante esta necesidad, el Instituto Costarricense de Electricidad (ICE) anunció, este martes, el inicio de una campaña con su marca de telecomunicaciones kölbi para recaudar donaciones para ese centro.
“Ellos nos contaron la situación del albergue, que la cifra de mascotas abandonado creció en pandemia, que casi se triplicó y por eso quisimos apoyar un poco.
“Su urgencia ahora es la clínica veterinaria para precisamente recuperar la salud de los animales”, explicó Monserrath Salas Rojas, vocera de kölbi.
Salas Rojas comentó que el refugio sirve de hogar temporal para los perros mientras alguien decide darles cuido en una casa.
No obstante, indicó que el sitio también se convierte en sede permanente para otros canes que posiblemente nunca hallarán otra familia.
Con una clínica, el dinero que hoy se invierte en traslados se usaría en la compra de insumos y medicamentos para programar visitas regulares de un veterinario, tanto para castrar como para atender a animales que arriban enfermos o atropellados.
En estos casos, el albergue también los lleva y trae a clínicas veterinarias para su atención.
Cómo donar y adoptar
Kölbi explicó que su campaña de donaciones solidarias será del 22 de junio al 22 de agosto. Para donar, hay que enviar desde el teléfono celular un mensaje tipo SMS con la palabra “DONAR” al código 2160.
Esto equivaldrá a donar ¢2.000, los cuales luego aparecerán como un cargo extra en la facturación del servicio telefónico.
Las personas pueden donar cuantas veces deseen hacerlo.
Por su parte, todas aquellas personas que deseen adoptar un perro, pueden escribir por la plataforma WhatsApp al teléfono 8484-7329, al encargado de adopciones de la Fundación Territorio Zaguates.
El interesado solo deberá indicar el tipo de perro que desea y el centro le indicará los pasos para realizar una adopción responsable.
Para incentivar las adopciones, Salas Rojas anunció que se presentarán en los próximos días imágenes de perros disponibles desde las redes sociales de kölbi.
En el 2018, este refugio costarricense protagonizó el quinto episodio de la serie ‘Dogs’, que se estrenó en noviembre de ese año en la plataforma de contenidos en línea Netflix.
Ese capítulo se centró en las dificultades del albergue canino debido al creciente número de animales que empezaron a recibir sin que sus fondos siguieran el mismo ritmo.
En aquel momento, el lugar había dejado de aceptar perros mientras hacía renovaciones solicitadas por las autoridades sanitarias.