El empuje, empeño e iniciativa de los habitantes del desaparecido poblado de Cinchona —Sarapiquí, Alajuela— pudo más que un terremoto y sus secuelas...
Armados tan solo con el recuerdo de su pueblo lograron vencer las trabas burocráticas estatales y marcar las bases y características de su nuevo hogar.
De esta forma se empieza a contar la historia de la nueva Cinchona, que albergará a 80 familias que vivían en el antiguo poblado, aquel que fue destruido el 8 de enero por el terremoto de 6,2 grados en la escala de Richter.
La nueva Cinchona, ideada por sus habitantes, se construirá en Cariblanco —distrito de Sarapiquí, Alajuela—, en una finca de 600 hectáreas, que costó ¢560 millones.
El asiento estará a a solo seis kilómetros de la vieja Cinchona; se espera que las obras estén finalizadas en junio del próximo año.
El dinero lo giró la Comisión Nacional de Emergencia (CNE) y proviene de donaciones internacionales y aportes de instituciones autónomas y empresas.
Por otra parte, las casas y el alcantarillado se financiarán con los ¢2.100 millones del fideicomiso BCR-Repretel, que se reunieron con contribuciones ciudadanas.
La nueva Cinchona contará con una plaza, una iglesia y áreas recreativas y comerciales.
Cada familia tendrá un terreno asignado con un área entre 300 y 500 metros cuadrados. Las casas medirán unos 54 metros cuadrados.
El Colegio Federado de Ingenieros y de Arquitectos trabaja en definir las bases técnicas para garantizar que las casas cumplan con los estándares de seguridad.
Arraigo. Ana Cambronero fue una de las líderes comunales que impulsó la creación del nuevo pueblo.
“Después del terremoto estábamos todos dispersos (los damnificados del terremoto se fueron a vivir a albergues o con familiares en distintas zonas del país). Yo empecé a llamarlos a todos, uno a uno.
“Queríamos mantenernos unidos, no perder el arraigo”, dijo.
Con esa consigna, le expusieron al Gobierno su propuesta de participar activamente en la creación de la nueva comunidad.
De tal forma se conformaron grupos de trabajo y talleres con funcionarios del Ministerio de Vivienda, la CNE y el Colegio Federado de Ingenieros y de Arquitectos.
“En esos talleres participamos un 95% de los habitantes. Explicamos y definimos cómo queríamos que fuera el pueblo, recordando cómo era”, expresó Cambronero.
La líder comunal, cuyos tres hijos y su esposo fallecieron en el terremoto, sostiene que el espíritu del viejo pueblo se mantendrá “intocable” en la nueva Cinchona.
Modelo. Rudy Piedra, director de Vivienda del Ministerio del ramo, explicó que uno de los objetivos es que la nueva Cinchona es que sea un pueblo modelo.
“Será amigable con el medio ambiente y se respetará la Ley 7600 (igualdad de derechos para personas con discapacidad)”, destacó.
Piedra añadió que el sitio en donde estará la comunidad le permitirá a los habitantes subsistir de una economía constituida por el turismo y la agricultura.