Guanacaste se convierte en el centro de atención cada 25 de julio, cuando el patriotismo y la fiesta embargan a locales y visitantes entre bombas y chonetes. Luego, las caravanas de Gobierno se devuelven al Valle Central y allá la vida vuelve a la "normalidad".
Su normalidad tiene que ver con agua escasa e infraestructura insuficiente, los principales frenos al desarrollo y la generación de empleo en turismo y agricultura.
Algunos dicen ya estar acostumbrados a escuchar promesas cada año y ya no esperan que se cumplan. Otros agradecen la ayuda aunque reconocen que no alcanza.
Para Priscila Solano, presidenta de la Cámara de Turismo de Guanacaste (Caturgua), el tema del agua es básico para levantar la actividad que es la principal fuente de ingresos para la provincia, pues desde que se inició la emergencia de la sequía, 2013, no se aprueban nuevos proyectos y por ende no hay nuevos empleos.
Durante la gira de seis días que el Gobierno realizó este año por la provincia se anunciaron los avances de los proyectos del Programa Integral de Abastecimiento de Agua para Guanacaste (PIAAG) que incluyen la perforación de pozos, interconexiones y distribución con cisternas.
Sin embargo, Solano asegura que la conclusión de los acueductos de Sardinal y Nimboyores, en Santa Cruz, son claves para echar a andar nuevamente la industria turística.
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"Que terminen (el acueducto) Sardinal, le pedimos al presidente que nos dijera, ya no cuándo terminan las obras, sino cuándo comienzan, y firmados los contratos (...). Porque ahora con el cambio de Gobierno lo peor que nos podría pasar es que esas obras no estén comenzadas", advirtió Solano.
Según la información del Instituto Costarricense de Acueductos y Alcantarillados (AyA), el proyecto El Coco-Sardinal, entraría en operación en marzo del 2018. Entre tanto, la construcción del acueducto regional costero de Santa Cruz, conocido como Nimboyores, iniciará el próximo mes y estaría listo a mediados del próximo año. Ese proyecto beneficiará a unas 50.000 personas y representa una inversión de ¢8.000 millones.
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Luis Fernando Mendoza, el alcalde de Cañas, coincide con la presidenta de Caturgua en su clamor, y agrega que también están paralizados otros sectores como la construcción, la industria y el comercio, con todo y la tímida reactivación de 2016. Esta, según datos del Instituto Nacional de Estadística y Censos (INEC) permitió una reducción de la pobreza extrema de 10,4%, en el 2015, a 8,6%.
En el caso de los agricultores, la principal esperanza está cifrada en el proyecto Paacume, que según anunció el Ejecutivo, el sábado, llevará agua para riego y consumo a familias y sectores productivos de Santa Cruz, Carrillo y Nicoya, desde un embalse que se construiría en el río Piedras, en Bagaces.
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Se trata de un compromiso viejo, no de ese sino de muchas administraciones atrás. Sin embargo, aún se ve muy lejos de concretar.
Hace dos años, precisamente en medio de las celebraciones del 25 de julio, el presidente de la República, Luis Guillermo Solís, había anunciado que las obras para este proyecto debían iniciar este año.
El sábado, la noticia fue que debe estar en funcionamiento en el 2022. El plan beneficiaría con riego a 18.800 hectáreas en Carrillo, Santa Cruz y Nicoya, donde se podría incursionar en cultivos como arroz, azúcar, pasto, piscicultura, cítricos, papaya, piña, cebolla, sandía algodón, ganadería de leche y engorde.
Guanacaste tiene poco más de 370.700 habitantes. De acuerdo con la Encuesta de Hogares para 2016, la tasa abierta de desempleo era de 10 por cada 100 habitantes, por encima de la media del país de 7,8 por cada 100 habitantes.
Sin echarse a llorar
Mientras los embalses y acueductos se levantan y con ellos la esperanza de nuevas oportunidades, el ingenio y el esfuerzo se han convertido en el principal aliado de los guanacastecos.
Así sacó adelante a sus cinco hijos María Jesús Hernández, quien por más de 25 años se ha dedicado a hacer pan casero que va a vender de casa en casa en el pueblo de Ortega, en Bolsón de Santa Cruz.
Con los ingresos por el pan logró que dos de sus hijos estudiaran y ahora también ayuda a cuatro nietos y una bisnieta.
Ubicado a 26 kilómetros del centro de Santa Cruz, Ortega no ofrece muchas opciones. El acceso es complicado y el bus entra y sale apenas unas pocas veces al día. Quienes busquen un trabajo formal deben viajar hasta el centro del cantón.
Álvaro Cascante, un líder comunal, asegura que antes la falta de agua era el principal problema. Ahora con la estación lluviosa y el pozo que habilitó el AyA se ha aliviado la sed, pero todavía el empleo está lejos de llegar.
En su negocio recibe de los panes que prepara doña María Jesús para ponerlos a la venta, también rosquillas, arroz con leche y otras comidas que preparan mujeres de la comunidad para vender.
Pedro Pablo Pérez, también ayuda con una iniciativa propia a los vecinos de su casa en Matambú de Nicoya, uno de los territorios indígenas de la región Chorotega.
Junto a su esposa, Eliza Hernández, desarrollaron Nangú Chorotega, un proyecto de turismo rural en el que involucraron a mujeres que hacen rosquillas y artesanos del pueblo como parte del recorrido que ofrecen a los visitantes.
La iniciativa también surgió en respuesta a la falta de fuentes de trabajo, pues ahí, dijo Pérez, los jóvenes consiguen trabajar por temporadas cuando se dan las cosechas de melón o naranja en lugares vecinos.
"Ahorita la urgencia es la tecnología, aquí no hay nada de Internet para dar a conocer el proyecto", dijo Pedro Pablo, quien además se dedica a la agricultura.
El anuncio de la creación de un parque temático de la firma Discovery se vislumbra como uno de los mayores esperanzas para la provincia.
De acuerdo con datos del Gobierno, el parque generaría 2.000 trabajos en la etapa constructiva y unos 4.000 directos e indirectos cuando entre en funcionamiento
Sin embargo, a criterio de Priscila Solano, la población no está lista para trabajar en este proyecto, les falta capacitación.
"De los muchachos que se gradúan solo 1.000 hablan inglés y de los que salen de colegios técnicos con 12 años de recibir ese idioma, no tienen el nivel básico para trabajar en turismo. El INA (Instituto Nacional de Aprendizaje) da clases como para millonarios pues son de 7 a.m. a 4 p.m. de lunes a viernes", apuntó.
Calles para turismo y agricultura
En temas de infraestructura, los guanacastecos también sienten que se les queda debiendo, a pesar de la ampliación y mejoras en el tramo entre Cañas y Liberia, proyecto concluido el año pasado.
De acuerdo con el alcalde de Cañas, urge que se concreten los asfaltados de las vías cantonales que forman parte de los convenios entre al Banco Interamericano de Desarrollo (BID) y el Ministerio de Obras Públicas y Transportes (MOPT). Las vías, dijo, son vitales no solo para el turismo sino para la agricultura.
Según Mendoza varios de esos proyectos están paralizados debido a que algunas municipalidades presentaron tarde la formulación de los proyectos.
María Rosa López, alcaldesa de Santa Cruz añadió que en ese cantón incluso rutas nacionales en lastre se encuentran en mal estado. Por ejemplo la carretera que va de Caimito a Portegolpe y la que va a Ostional.
López resumió en tres ejes los principales problemas de ese cantón: falta de empleo, rutas en mal estado y agua insuficiente para nuevos desarrollos.
El ministro de Obras Públicas y Transportes, Germán Valverde, informó el fin de semana que el MOPT ha invertido en los últimos cuatro años, 3.116 millones en obras definidas en conjunto con los gobiernos locales de los 11 cantones de la provincia.
Aparte de infraestructura vial, Caturgua reclama la ampliación del aeropuerto Daniel Oduber, debido a que el crecimiento de la terminal no va a acorde con el aumento en la cantidad de pasajeros que se ha registrado en los últimos años.
En abril la empresa Coriport, a cargo del aeropuerto anunció ampliaciones de un 17% sobre los 23.000 metros cuadrados con los que cuenta. Sin embargo, a criterio de Solano esto no es suficiente para un aeropuerto que pasó de 700.000 a más de un millón de pasajeros anuales.
Los guanacastecos también llevan años esperando el asfaltado de la ruta que conecta Carrillo con Santa Cruz, la cual no solo es necesaria en términos de turismo para conectar las principales playas de esa zona, sino que facilitaría el acceso a empleos de vecinos de comunidades como Potrero.
Otra de las grandes obras pendientes es la provincia es la mejora del puesto migratorio de Peñas Blancas. En mayo de este año los diputados aprobaron un crédito por $100 millones con el Banco Interamericano de Desarrollo (BID), para modernizar y ordenar los puestos fronterizos terrestres. Sin embargo las obras aún no tienen fecha de ejecución.
Tortillas y chileras para completar las cuotas
Santana Cortés y su esposo Alejo Ramírez dejaron San Ramón de Alajuela para regresar a la tranquilidad de su tierra natal en Matambú de Nicoya hace un año. Sin embargo, con la tranquilidad de este pueblo también se encontraron con la falta de trabajo.
Ppese a las necesidades no cambia el campo por nada. Su esposo de 72 años padece una enfermedad y aún debe trabajar sembrando o chapeando lotes, pues tiene pendientes 11 cuotas para conseguir una pensión.
Esa condición hace que las manos de Santana se conviertan en el gran apoyo de este hogar. Tortillas, pan casero, chileras, arroz con leche, picadillos... son parte de las comidas que ella prepara y luego vende de casa en casa o por encargo en el pueblo, para ayudar en la economía del hogar.
"Con eso nos ayudamos, además aquí en el lote sembramos frijoles, ayote, plátanos y de todo para subsistir por eso no cambio esto por nada; en la ciudad hasta un rollo de culantro hay que comprarlo", aseguró la mujer de 52 años.