Mientras en El Coco esperan que el nuevo acueducto traiga consigo más desarrollo y nuevas fuentes de empleo, en Sardinal, donde nace la tubería, temen que ceder agua a sus vecinos los afecte a futuro.
Los primeros aseguran que hasta los propios sardinaleños se verían beneficiados pues muchos de ellos encuentran oportunidades de trabajo en esa zona costera.
“Para todo sería útil. La gente de Sardinal a donde viene a trabajar es El Coco. Ellos no tienen fuentes de empleo, deberían saber que los que dan empleo son los hoteles. Aunque ellos digan que la gente de El Coco tiene agua, tienen que saber que si hay más hoteles, hay más trabajo”, afirmó Ángela María Castillo, quien vende granizados en playas del Coco.
Con ella coincidió Fidela Castañeda, otra comerciante de la playa.
“Es importante el agua aquí,no importa que sea para los hoteleros, tenemos que tener agua, en verano nos falta mucho”, aseguró la vendedora de vigorones.
Sin embargo, desde que se retomó la construcción de dicho acueducto, en el pueblo el ambiente se ha ido tensando hasta el punto de que, para que la maquinaria de Acueductos y Alcantarillados (AyA) avance en la excavación, debe haber dos patrullas de la Fuerza Pública custodiando a los trabajadores.
El lunes, luego de reuniones con la defensora de los Habitantes, Montserrat Solano, los opositores acordaron iniciar un proceso de diálogo; empero, una de las primeras condiciones que pondrían es que se priorice el consumo de los pobladores.
Ricardo Acevedo uno de los opositores más férreos al proyecto insistió en que ellos no están negando el líquido a sus vecinos, sin embargo les preocupa el tamaño de la tubería que se está instalando y dudan que el líquido sea para atender el faltante de estos poblados.
“Nosotros estamos en contra de esa gran tubería que nos quieren imponer, de 50 centímetros de ancho, se dice que este proyecto es una ampliación Sardinal-El Coco-Ocotal, entonces tendría que ser una tubería del mismo tamaño que la que tenemos en Sardinal (...) en realidad sabemos que es para dársela (el agua) a hoteles y grandes empresas privadas”, dijo.
La presidenta del AyA, Yamileth Astorga, aseguró que el diámetro de la tubería se debe a que ya anteriormente se había instalado una de ese tamaño, por lo que la nueve debe mantener las mismas dimensiones.
Según Astorga, además, en el caudal se colocarán bombas que como máximo pueden extraer los 70 litros por segundo que se ha asegurado a la población que se aprovecharán del acuífero.
Astorga insistió en que aunque los vecinos se quejan de que se enviará agua a esos dos pueblos costeros y que ahí no hay faltante, el acueducto responde a una previsión por la inminente salinización que sufre el acuífero de esas comunidades.
“Hay una justificación muy contundente y clara y es que este proyecto se inicia por el riesgo de la salinización del acuífero costero de El Coco. Los resultados que tenemos de salinización es que la concentración aumentó de los límites permisibles. Esto es una muestra de que el acuífero, después de estos años de sequía, tuvo un desequilibro y, por tanto, la única forma de bajarle presión es sustituyéndolo por una fuente más segura, y esa es el acuífero de Sardinal”, explicó Astorga.
La jerarca aseguró que la disponibilidad de líquido se da en función de la demanda.
“Siempre y en parte de la primera etapa se tenía previsto que el crecimiento del abastecimiento para consumo humano de las familias es prioritario, pero si viene un desarrollo y hay capacidad, no se le puede negar”, dijo.
La meta del AyA es finalizar el acueducto en el segundo trimestre del próximo año.
AyA descarta vestigio arqueológico
Eunice Contreras, vecina del lugar, aseguró que incluso puso denuncias ante el Organismo de Investigación Judicial (OIJ), pues dicen haber encontrado vestigios indígenas en el sitio.
Este martes, arqueólogos del Museo Nacional visitaron el lugar. Según Contreras, a ellos no se les permitió estar presentes en esa inspección.
Por su parte Ifigenia Quintanilla, experta del AyA, aseguró que tras la revisión no se encontraron restos en el trayecto de la tubería.
Según dijo, en los cortes donde se construyó el camino se han encontrado conchas y restos de cerámica que ya habían sido removidos con anterioridad.
Quintanilla añadió que se recomendó a las autoridades hacer una supervisión de los movimientos de tierra.
Además, aclaró que ciertas máscaras y piezas que circulan entre los vecinos son falsas.