La Intendencia de Energía de la Autoridad de los Servicios Públicos (Aresep) se propone ofrecer energía barata para estimular la producción de hidrógeno verde en Costa Rica, ya sea por parte de empresarios locales o de extranjeros. La vía para lograrlo sería la venta de los excedentes de la generación nacional a esa industria.
El llamado hidrógeno verde es la obtención de hidrógeno al dividir moléculas de agua en hidrógeno y oxígeno mediante electrólisis, siempre y cuando el proceso sea con energía de fuente renovable. Producirlo requiere un uso intensivo de energía pero, aún así, algunos analistas creen que el hidrógeno verde serviría para descarbonizar actividades económicas con alto uso de hidrocarburos como la industria pesada o transporte marítimo y aéreo.
El 15 de diciembre pasado, el presidente de la República, Carlos Alvarado, y la ministra de Ambiente y Energía, Andrea Meza, suscribieron el decreto Nº 43366-MINAE cuya meta es incentivar una economía de hidrógeno verde en Costa Rica, desde la producción hasta la formación de encadenamientos derivados de esa actividad. El decreto solicitó a la Autoridad un marco regulatorio que facilite a las distribuidoras de electricidad vender sus excedentes de luz (la mayoría creada con fuentes limpias) a eventuales productores de hidrógeno verde.
Aunque la Aresep aún no emite la regulación tarifaria, la Intendencia anunció que se propone ofrecer usar la Tarifa de Usuarios Directos (T-UD) del sistema de generación del Instituto Costarricense de Electricidad (ICE) como referencia de precio para ofrecerlo a empresas que desarrollen hidrógeno. Así consta en su resolución RE-0008-IE-2022 del 9 de febrero pasado.
Este ajuste, sin embargo, requiere de una modificación general del esquema tarifario, la cual tendría que aprobarse en la Junta Directiva de la Aresep. No obstante, el intendente de Energía, Mario Mora, ya adelantó las intenciones en la resolución.
La tarifa T-UD hace referencia a enlaces de alto voltaje desde la red de distribución a instalaciones donde hay gran consumo de electricidad. En Costa Rica, grandes consumidores con esa tarifa incluyen a Intel y fabricantes de cemento, que tienen sus propias subestaciones para transformar el voltaje eléctrico, según lo requieran.
La T-UD es más cómoda por precio respecto a quien paga la tarifa de media tensión, donde el distribuidor le entrega la electricidad al abonado con una potencia y voltaje específico ya transformado desde alta tensión a media tensión. Ese suministro implica cargos extra.
Según Mora, su objetivo es que el ICE y el resto de proveedores cuenten con regulación que les permita vender sus excedentes cuando formulen sus estrategias comerciales, en caso de aparecer interesados en producir hidrógeno con base en fuentes limpias. La mayoría de la energía del Sistema Eléctrico Nacional (SEN) proviene de fuentes limpias.
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Oportunidad de negocio
Según la Intendencia, desde diciembre analiza cuál es el potencial del SEN para sustentar el desarrollo de una industria de hidrógeno verde, según el decreto 43366-MINAE. Con ese fin, integró un equipo técnico responsable del análisis y solicitó a cada empresa eléctrica designar una persona de enlace. Además, pidió información técnica, “con el fin de avanzar en el corto plazo en la formalización de un estudio de oficio para la implementación integral de dicha política a todo el SEN”, indica la resolución.
El documento también revela que la Agencia Costarricense de Promoción de Inversiones (Cinde) ha manifestado a la Intendencia de Energía su gran interés en crear tarifas para incentivar la industria. “Hay muestras concretas de interés de inversionistas, relacionadas con la producción de hidrógeno verde a partir de electricidad generada con fuentes renovables, tanto para su utilización a nivel nacional como para exportación”, aseguró.
Según Cinde, hay necesidad de contar con el acceso a la infraestructura disponible, así como tarifas que reflejen el valor efectivo de los excedentes que en este momento SEN no está monetizando, en referencia a que esa posibilidad podría facilitar el arribo de inversión extranjera interesada en la actividad, si el país ofrece condiciones habilitantes.
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“Hoy por hoy, tenemos la gran oportunidad de que los excedentes del SEN se aprovechen en nuevos negocios disruptivos y que Costa Rica se posicione con un mayor liderazgo en la atracción de inversión extranjera directa, pero además lidere el desarrollo sostenible. Un ejemplo puntual es la industria del hidrógeno verde, data centers, electrificación del transporte y más actividades alrededor de las energías limpias que nos conviertan en un hub de tecnologías de punta”, confirmó Jorge Sequeira, director General de Cinde.
Contra el aumento
Sequeira aclaró que Cinde se opuso el pasado 10 de enero a una solicitud de incrementar en un 20% las tarifas del ICE, un pedido que descartó la Aresep, precisamente porque las tarifas eléctricas son uno de los elementos que estimulan el clima de inversión de un país.
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“En el análisis y toma de decisiones, los inversionistas evalúan esos costos energéticos para establecer sus operaciones, crecer o no, en un país. Junto a Costa Rica hay otras naciones que son atractivas, que cuentan con regulaciones actualizadas al mercado y con tarifas eléctricas competitivas. Así fue como, el pasado 10 de enero y ante una solicitud de aumento importante en los costos eléctricos, presentamos argumentos técnicos y fundamentados a fin de visualizar las oportunidades que como país podemos aprovechar”, agregó.