La Aresep rechazó la pretensión de la Cooperativa de Electrificación Rural de San Carlos, R. L. (Coopelesca R. L.) de aumentar 14% en la tarifa de electricidad de sus 93.125 abonados.
El alza pretendía cargarle a los clientes, entre otros gastos, los ¢4.800 millones por la compra de la hidroeléctrica Aguas Zarcas.
El monto corresponde al pago del crédito y la adquisición de energía que hace Coopelesca, R. L. de su propia represa.
Mario Mora, intendente de Energía de la Aresep, explicó que se rechazó el pedido por varias dudas.
En primer lugar, Coopelesca primero debe ajustar la forma como registra en sus estados financieros los arrendamientos operativos tanto de la Hidroeléctrica Aguas Zarcas, como de la planta La Esperanza, para que estén conforme las Normas Internacionales de Información Financiera (NIIF).
Las NIIF, conocidas también como Normas Internacionales de Contabilidad, son estándares técnicos contables de uso común en todo el mundo.
En la práctica, sirven de marco para elaborar estados financieros y presentar la información de cualquier entidad económica, pues evitan o reducen discrepancias de criterio que pudieran conducir a diferencias en los estados financieros.
La petición tarifaria también fue descartada porque la Cooperativa incluyó costos adicionales de la Hidroeléctrica Aguas Zarcas, a pesar de que la planta está fuera de operación. Según la Intendencia, faltan explicaciones adicionales para poder trasladarl estos costos a los abonados.
"Es importante que la empresa haga una valoración sobre cómo pretende recuperar esos costos que no pueden pasarse a la tarifa", explicó Mora sin especificar montos.
Además, el intendente señaló que existe incertidumbre por un contrato de alquiler de tierras indispensables para la producción de la hidroeléctrica.
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En setiembre, Coopelesca encaró al Instituto de Desarrollo Rural (Inder) porque este no renovará el contrato por el arrendamiento de una franja de terreno por donde pasa un canal que lleva agua al embalse.
Inder confirmó que no prorrogará después de setiembre del 2018 ese alquiler cuyo contrato original data de 1993.
Mora señaló que, como Inder ya informó del vencimiento del contrato en el 2018, la Aresep no puede trasladar a la prestación del servicio "el riesgo de tomar decisiones sobre ingresos y costos del funcionamiento de una planta que, al día de hoy, no tenemos certeza que podrá efectuar su operación a lo largo del período tarifario".
El intendente concluyó que la solicitud de alza fue denegada, además, porque incluir costos parciales de Aguas Zarcas podría generar distorsiones en las tarifas.
"El hecho de que Aguas Zarcas haya salido de operación este año generó una caída en el ingreso de Coopelesca por alrededor de ¢1.800 millones y por eso es importante que la empresa haga una serie de estudios que nos permitan analizar cómo pretende responder a esa caída en el ingreso previsto", explicó.
El funcionario señaló que debido a estas razones le dieron un plazo de tres meses a la Cooperativa para que rinda una serie de informes técnicos y despeje dudas.
Polémica compra
La solicitud de ajuste ocurrió en medio del escándalo por la compra de la planta Aguas Zarcas a la empresa Holcim Costa Rica en $35,3 millones, negocio para el cual obtuvieron un crédito del Banco de Costa Rica que está en investigación por parte de una comisión especial de la Asamblea Legislativa y del Ministerio Público.
El BCR le otorgó un préstamo por $32,7 millones a Coopelesca aunque, según un avalúo contratado por la propia cementera, la hidroeléctrica costaba $13 millones menos que el precio de venta final: $35,3 millones.
Además, miembros de la Junta Directiva de Holcim reconocieron ante los diputados de la Comisión Investigadora de los Créditos Bancarios que al momento de la venta de la hidroeléctrica, ellos conocían que el caudal que alimenta la generadora decrecía.
La investigación legislativa también procura determinar si hubo conflicto de intereses porque Alberto Raven, miembro de la Junta Directiva del BCR, era a la vez fiscal de la Junta Directiva de Holcim y miembro del bufete Zurcher, Odio y Raven, firma donde se llevaron los trámites de la venta de la planta.
Con la nueva solicitud tarifaria ante la Aresep, Coopelesca persigue generar ingresos para financiar su operación y pagar sus gastos. Este ajuste ordinario se solicita una vez al año por parte de todas las empresas reguladas.
De los costos más relevantes que la empresa busca trasladar a las tarifas en 2018, figura la compra de energía del proyecto hidroeléctrico Aguas Zarcas. Coopelesca prevé pagar ¢3.785 millones a su propia subsidiaria.
Otro gasto importante será el crédito al BCR. La información de la cooperativa muestra que el pago de las cuotas del préstamo será de ¢1.065 millones entre el 2017 y en el 2018.