La fotografía de larga exposición es una técnica por la cual se mantiene el obturador de la cámara abierto por más tiempo.
Así, una cámara fija y estable sobre un trípode puede capturar el movimiento de las nubes, el agua de los ríos o incluso la Vía Láctea en un cielo nocturno que nuestros ojos a simple vista no pueden.
Esto fue exactamente lo que logró captar el astrofotógrafo y entusiasta de la astronomía Tizoc Suárez Martínez desde el Parque Nacional Chirripó: la parte central de la galaxia donde se encuentra el sistema solar y a su vez la Tierra.
En estas imágenes tomadas esta semana parecen apreciarse nubes en medio del cielo estrellado. Sin embargo, la nubosidad visible no está en la atmósfera de nuestro planeta: eso es el corazón de la galaxia.
La región central de nuestra Vía Láctea se compone de una colección exótica de objetos como un agujero negro supermasivo que pesa casi cuatro millones de veces la masa del Sol (llamado Sagitario A*), según la Administración Nacional de Aeronáutica y el Espacio (NASA).
También nubes de gas a temperaturas de millones de grados, estrellas de neutrones y estrellas enanas blancas desgarrando material de otros cuerpos celestes cercanos. Esto es lo que atrapó el lente de Suárez Martínez.
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El Sol y sus planetas (incluida la Tierra) se encuentran en un tranquila parte de la galaxia a medio camino de su centro, en uno de los brazos de esta formación semejante a un enorme remolino el cual rota una vez cada 200 millones de años.
El torbellino espacial lo componen al menos 100.000 millones de estrellas, así como polvo y gas, pero es tan grande que cruzarla de un lado al otro llevaría 100.000 años, según la Agencia Espacial Europea.
Suárez Martínez retrató parte de esa distante belleza desde el refugio en Base Crestones en el Parque Nacional.
“Utilicé una Nikon d850, una cámara normal para fotografía de paisaje, naturaleza, retrato y otros temas. Le puse un lente de 21 milímetros el que también se usa para paisajes por ser un gran angular. La foto consiste en tomar varias exposiciones del cielo con un rastreador de estrellas para astrofotografía. Fueron ocho tomas de 120 segundos”, explicó.
Estos rastreadores son dispositivos con un pequeño motor que compensa la rotación de la Tierra sobre los cuales se coloca la cámara en el trípode.
Por separado, agregó, realizó una única toma del paisaje sin el rastreador de cinco minutos (300 segundos) para captar algo del paisaje.
El resultado es mágico.
La Vía Láctea o más bien, el centro de esta, aparece por detrás de Los Crestones a partir de las 2 a. m. por este mes, explicó. De hecho, agregó que este tipo de vistas nocturnas de la galaxia (en condiciones sin resplandor lunar o luces de ciudad) puede observarse y también fotografiarse por varias semanas más.