“Pérdida de valor de la empresa”. “Riesgos operativos y estratégicos que pueden afectar la sostenibilidad del negocio”. “Debilitamiento del control interno de la institución”.
Esas y otras frases contundentes contiene un informe de la auditora del Instituto Costarricense de Electricidad (ICE), Ana Sofía Machuca Flores, quien cuestiona la reorganización que se hizo hace un año en la Dirección Corporativa de Telecomunicaciones (DCT), la cual, maneja negocios como telefonía celular, Internet y TV por cable.
Machuca hizo un “informe de advertencia” el cual previene al Consejo Directivo sobre “eventuales riesgos”, según explicó ella en su reporte del 28 de febrero pasado.
La propuesta de reorganizar la DCT partió de esa misma unidad y fue el gerente de Telecomunicaciones y actual gerente general interino del ICE, Jaime Palermo Quesada, quien la defendió ante los directivos, quienes la aprobaron en la sesión del 30 de abril del 2018 e incluso declararon “confidencial” el proceso.
La auditora revela que esa reorganización se hizo sin que la DCT “contara con un análisis” previo del impacto que tendrían los ajustes en la “dinámica del negocio” y, “ante la falta de dicho análisis, se desconoce si la nueva estructura ofrece beneficios a nivel de eficiencia, economía y optimización de recursos”.
Y claramente apunta: “no se evidencian los beneficios cuantitativos para la institución de esa reorganización”.
Agrega que “no se obtuvo evidencia” que documente que esos cambios vayan a favorecer a que el ICE se alinie para responder a “tendencias actuales en telecomunicaciones”. Esta entidad, precisamente, tiene el 51,8% del mercado de telefonía celular.
La auditora determinó que el cambio de organización, “lejos de generar valor a la institución, ha generado incertidumbre, afectación en el ambiente laboral del negocio y debilitamiento del sistema de control interno ante la ausencia de claridad de la estructura organizacional vigente”.
En sus conclusiones, dice que “la estructura aprobada no le garantiza al ICE la eficiencia operativa y por ende la competitividad en el mercado que el negocio requiere, lo cual genera pérdida de valor de la empresa".
Y alerta de que lo sucedido conlleva “riesgos operativos y estratégicos que pueden afectar la sostenibilidad del negocio y el cumplimiento de los objetivos estratégicos del negocio”.
10 riesgos a la vista
¿En qué consistió la reorganización? El proceso fue declarado “confidencial” por el Consejo Directivo del ICE, lo cual también cuestiona la auditora.
“Todo cambio de estructura organizacional es un tema complejo y relevante, por lo cual no es procedente la declaratoria de confidencialidad de la información relativa a la reorganización del negocio de telecomunicaciones”, dice.
Ella detectó 10 riesgos, entre ellos, “deterioro de imagen” del ICE, “pérdida de competitividad del negocio para adaptarlo a las exigencias del mercado nacional e internacional”, “uso no óptimo de los recursos y patrimonio del ICE” e “ineficiencia en la operación, reduciendo los beneficios esperados vía disminución de costos (no se cumple con el principio de economía”.
Informe discutido, pero no se sabe el acuerdo
¿Qué hizo el Consejo Directivo con el documento? Las autoridades del Instituto todavía no emiten criterio.
La presidenta ejecutiva, Irene Cañas, afirma que el informe fue discutido por el Consejo en la sesión del 2 de abril y, por lo tanto, el acta donde está el acuerdo aún no está firme.
Jaime Palermo tampoco se refirió a las críticas y debilidades planteadas.
Su argumento es que el negocio de telecomunicaciones a nivel mundial es altamente dinámico y debe constantemente ajustarse a los vertiginosos cambios que provocan los nuevos desarrollos tecnológicos y las existencias del mercado.
“Ello provoca que tanto el ICE como cualquier operador de telecomunicaciones deba estar realizando ajustes y cambios, tanto en su estructura, como en su oferta, estrategia, modelo de negocio, entre otros”, declaró.
Para él, el informe es “un insumo más dentro del proceso que se viene realizando en el sector para su fortalecimiento y que va en la línea de lo que la industria está provocando en las empresas de telecomunicaciones a nivel mundial”.
Según señala el mismo documento, a partir de estas conclusiones se esperan “acciones válidas y congruentes con los hechos advertidos”.
Situación en el mercado
De acuerdo con los últimos estados financieros auditados del Instituto, el sector Telecomunicaciones obtuvo en 2017 ingresos por ¢590.656 millones, un incremento de 2,5% comparado con el año previo.
El resultado supuso una mejora en la facturación de la compañía, que comenzó a retroceder en ese negocio a partir del 2014. En ese año, sus ventas fueron de ¢579.962 millones.
Posteriormente, bajaron a ¢578.907 millones y ¢576.515 millones, para el 2015 y 2016, respectivamente. Al tercer trimestre del 2018, sus estados financieros reflejan un ingreso de ¢429.748 millones; ¢9.420 millones menos con respecto a los ¢439.168 millones del mismo período el año anterior.
El ICE compite en telecomunicaciones desde el 2011.