Empresarios autobuseros reportaron de la interrupción de servicios en varias rutas por el aumento en el costo de sus operaciones por las alzas en el diésel, según confirmó este martes la Cámara Nacional de Transportes (Canatrans). Esta organización pide al Gobierno frenar de urgencia el último incremento en los combustibles que entraría a regir esta semana, luego de que se publique en el diario oficial La Gaceta.
Silvia Bolaños, vicepresidenta ejecutiva de la Cámara, dijo que el centro de Limón tiene el servicio de autobús “casi paralizado”, al punto de que una de las dos empresas a cargo del transporte de pasajeros en esa zona, llamada Autotransportes Los Corales, estaría renunciando a su concesión.
Entretanto, señaló, en la ruta de la Periférica (atiende sectores de San José como Hatillo 2, paseo Colón, avenida 10, Guadalupe, San Pedro entre otros) las empresas a cargo, Metrocoop y Conatra, también estarían devolviendo sus autorizaciones al Consejo de Transporte Público (CTP).
Igualmente, mencionó el caso de la empresa Tapachula, Autotransportes Pavas y BIUSA a cargo de la ruta Interlínea (La Uruca-Escazú) que tenía previsto suspender servicios y devolver este martes la concesión.
Según Bolaños, la mayoría de las rutas entraría “prácticamente en un paro técnico y esto obligaría a las empresas a reducir sus esquemas de operación y frecuencia de servicios”.
LEA MÁS: Recope anuncia alza considerable en combustibles por crisis en Ucrania
Así reaccionan las buseras al incremento de ¢121 por litro de diésel, avalado la semana anterior por la Autoridad Reguladora de los Servicios Públicos (Aresep). Con este ajuste, el litro del carburante utilizado principalmente por buses, camiones y vehículos de trabajo, pasaría de ¢724 a ¢845.
De acuerdo con Canatrans, con este aumento, el costo para llenar un tanque se habría incrementado entre un 111% y un 136%, según el tipo de autobús, respecto a mayo del 2020.
Por ejemplo, llenar el tanque de 270 litros de un autobús mediano, que atiende en zonas urbanas, hoy costaría en promedio ¢120.150 más que en mayo del 2020, cuando el litro de diésel costaba ¢400. En aquel momento, el precio había caído sustancialmente a nivel local e internacional por la menor demanda del carburante debido a las restricciones de movimiento de personas a causa de la pandemia.
LEA MÁS: Costarricenses afrontarían alzas en combustibles, dólar y tasas de interés por invasión rusa
De esta forma, adquirir 270 litros para esa unidad costaba ¢108.000 en mayo del 2020 mientras que, con el alza prevista esta semana, costaría ¢228.150.
Primeros efectos
El área de prensa del CTP confirmó, este martes, el ingreso de un oficio de la empresa Tapachula, Autotransportes Pavas y BIUSA en la cual consignó su renuncia a la concesión de la Interlínea La Uruca-Escazú. El CTP declinó referirse más al tema en tanto el caso no sea analizado por la Junta Directiva de esa entidad, que debe resolver la gestión.
No obstante, Manuel Vega Villalobos, director del CTP, sí declaró que desde hace una semana alertaron del “altísimo riesgo” de los efectos que esta subida de precios podría ocasionar al traslado de miles de pasajeros a sus centros de trabajo o estudio.
“Hemos recibido algunas manifestaciones de operadores mostrando su inquietud y el alto impacto del alza en su flujo de caja, el cual ya venía afectado por la caída en la demanda del servicio durante la pandemia. En los próximos días, es previsible que recibamos reportes de menos servicios durante la jornada”, indicó Vega.
LEA MÁS: Gobierno envió al Congreso plan urgente para detener fuerte alza en combustibles
“Algunas rutas se están devolviendo pero con la mayoría procuramos bajar frecuencias de las unidades para garantizar el servicio a los usuarios”, indicó Bolaños quien insistió en que el Poder Ejecutivo debe suspender con carácter de urgencia el aumento a los combustibles.
El Gobierno presentó un proyecto de ley con medidas alternas al incremento, no obstante, el plan no prosperó en el Congreso, aparte de que también provocó críticas de gasolineros, que advirtieron de cierres de estaciones. Aresep, por su parte, señaló falta de análisis y criterios técnicos.
Así como el diésel, también se incrementarán las gasolinas y el gas de cocina.El litro de gasolina súper pasará de ¢822 a ¢909 y el de gasolina regular, de ¢804 a ¢889, mientras que para el gas de cocina o GLP, la subida es de ¢1.004 por cilindro de 25 libras (el más usado), cuyo precio pasa de ¢10.226 a ¢11.230.