El Instituto Costarricense de Acueductos y Alcantarillados (AyA) mantiene la alerta de no consumir agua en calle Roble y calle Cementerio de San Juan de Dios de Desamparados, debido a reportes de usuarios sobre un olor extraño en el líquido.
La institución informó, la mañana de este sábado, de que se detectaron dos fugas y se procedió con las reparaciones. Además, el equipo técnico realizó un lavado del tanque y un recorrido por el acueducto que abastece la comunidad. No obstante, la institución continúa a la espera de los resultados de los análisis de laboratorio que se tomaron ayer viernes.
El líquido vital tampoco debe utilizarse para consumo de animales, preparación de alimentos o higiene personal. Persiste la distribución de agua potable en camiones cisterna por las comunidades afectadas.
“Les recordamos que el agua no debe tener olor, por lo que si detecta algo fuera de lo normal puede hacer su reporte a través de la línea 800-737-6783, indicando su número de NIS y el agente de servicio coordinará la inspección”, indicó la entidad.
La alerta en los barrios al sur de San José surge luego de la confirmación, a finales de enero, de la contaminación de una de las fuentes del sistema de acueductos que abastece los cantones de Tibás, Goicoechea y Moravia.
Esto afectó a aproximadamente 107.000 personas, quienes experimentaron suspensiones y racionamientos en el servicio debido a la contaminación con un tipo de hidrocarburo llamado xileno.
Una problemática similar se presentó en el acueducto municipal de Turrialba. Aunque en un principio el Ministerio de Salud confirmó la presencia de hidrocarburos en dicho sistema, esta afectación fue posteriormente descartada por los laboratorios de la Universidad de Costa Rica.