Como si se tratara de ciudadanos de segunda clase, miles de costarricenses reciben el servicio de agua en pésimas condiciones.
Ellos consumen líquido no potable, no tienen suministro puntual o pagan tarifas insuficientes para darle sostenibilidad al sistema.
Tal condición afecta a buena parte de la población (26%) servida por los acueductos comunales y que hoy operan a la buena de Dios.
“No puede ser que nos hayamos concentrado en las principales ciudades donde el AyA tiene servicios y abandonáramos a las otras comunidades”, reprochó ayer la nueva jerarca de Acueductos y Alcantarillados, Yamileth Astorga, quien se propone revertir esa situación.
Una de las prioridades de su gestión, explicó la funcionaria, será darle acompañamiento a los 1.500 acueductos comunales urgidos de asesoría técnica y administrativa.
Estos sistemas de distribución del líquido son administrados por asociaciones administradoras de acueductos rurales (asadas), integradas por los mismos vecinos.
“No puede ser que haya inequidad, porque eso es injusticia en el abastecimiento de agua en nuestra población”, añadió la bióloga.
Según dijo, la peor consecuencia para la población abastecida por esos sistemas es que toma agua no potable y eso tiene impacto en la salud.
Al 2012, más del 73% de estos acueductos carecían de un programa de desinfección del líquido.
De ahí que una de las principales tareas del AyA será procurar la potabilización del recurso.
Para llevar adelante su tarea, Astorga echará mano a la colaboración, que, según dijo, le han ofrecido otras entidades públicas u organizaciones particulares.
Con ellas se establecerá una agenda para poner en marcha el plan de acompañamiento a los acueductos rurales. Empero, adelantó que por tratarse de un trabajo con la gente, no se pueden esperar resultados a corto plazo.
En setiembre anterior, la Contraloría General de la República pidió a la presidencia ejecutiva de AyA establecer para este año una cartera prioritaria de acueductos comunales, para incrementar la cobertura de agua segura para consumo humano en poblaciones cubiertas por esas organizaciones.
Fortalecer rectoría. La nueva presidenta ejecutiva de Acueductos explicó que otra de las metas de su gestión será la de fortalecer el papel de rectoría de la entidad en cuanto al abastecimiento y saneamiento del recurso agua.
“Tenemos que ponernos la camiseta de rol rector”, aseguró.
En ese contexto, una de las tareas inmediatas será la de construir una política de Estado para el saneamiento del agua, algo que no existe en el país.
Consultada sobre cuál es el estado de situación de los proyectos de infraestructura de la entidad, Astorga reconoció que algunos han tenido retrasos en su ejecución, principalmente originados en el área administrativa y de diseño.
“He sido bastante crítica de AyA desde afuera respecto a la ejecución de proyectos. No obstante, he visto que se han tomado acciones para poder llevar a cabo de mejor manera la ejecución según los cronogramas”, manifestó .