Veinte años sin tomar una sola gota de alcohol o consumir drogas. Se dice fácil, pero sin duda no lo es para quien le ha tocado vivir cada uno de ellos.
Berny Brenes Vega empezó a caminar hacia la basílica de Nuestra Señora de los Ángeles, en Cartago, a las 6 a. m. de este sábado, desde San Lorenzo de Desamparados, donde vive. Al mediodía, estaba rociándose con agua bendita en la pileta ubicada cerca del santuario, en señal de agradecimiento tras hacer la romería porque, asegura, ‘La Negrita’ lo ha sostenido esas dos décadas lejos del alcoholismo y la drogadicción.
“Esta agua bendita es parte de mi bendición. Ya con más de dos años en pandemia me hacía falta venir a verla. ¿Pedir favores? Ella me concedió uno: ya son 20 años en que la virgencita me alejó del alcohol y las drogas”, dijo. Recordó que, de joven, cuando hacía esa misma romería, llegaba a Cartago tomado. Con suerte, se quedaba dormido de camino. Pero con ayuda de Nuestra Señora y las oraciones de su mamá, que nunca se cansó, se hizo el milagro.
Las historias afloran conforme pasan las horas y aumenta el número de romeros que visitan a la patrona de Costa Rica. Este 2022, el Ministerio de Salud autorizó a la Iglesia reanudar la romería luego de que en los dos primeros años pandémicos se tuviera que suspender esta tradición religiosa debido a la covid-19.
Los hermanos Cristian y Pamela Carvajal Mesén caminaron desde Zapote, en San José. Como muchos otros, empezaron la jornada desde buena mañana.
Ellos cruzaron de rodillas la nave central mientras las lágrimas afloraban. “Agradecimiento y peticiones personales”, respondió Pamela cuando se le preguntó la razón de su caminata. “Es emoción por el agradecimiento, por tenernos de pie”, agregó su hermano.
Dentro y fuera de la basílica, los testimonios de fe aparecen a simple vista. Hay personas más reservadas que otras a la hora de compartir sus motivos para caminar durante horas, incluso en condiciones incómodas, para llegar hasta Cartago.
A la orilla de la carretera, Grace Mora, ofrecía agua y refrescos gratis a los caminantes. “Si hay una época linda en el año es la romería porque a la gente la mueve la fe”, dijo Romero, quien viajó desde San José junto a su hermana, que vive en Cartago, con un paquete de 100 botellas de agua en la ‘joroba’ de su carro para regalar a los caminantes.
El 30 de julio, esta familia se parará con su carro cerca del aeropuerto Juan Santamaría, en Alajuela, para regalar a quienes hacen la romería desde muy largo. “Esto lo hacemos por agradecimiento a Dios desde hace unos cuatro o cinco años”, explicó. La familia completa se organiza y todos ponen algo para ayudar a los romeros en su camino de fe.
Según informó Radio Sinaí, un numeroso grupo de files de Río Claro de Golfito empezó este sábado su romería de 308 kilómetros hacia la basílica. Entre descansos y caminatas, consumirán nueve días en lo que bautizaron como el ‘camino de la esperanza’.
Colaboró en esta información la periodista Ángela Ávalos.