Las lluvias marcan el inicio de la temporada reproductiva de los cocodrilos en el país y, por esta razón, es más probable observarlos en playas, esteros y bocas de ríos.
“Es un comportamiento normal, pues es el inicio de la época reproductiva y los machos dominantes sacan a los cocodrilos de tallas menores de su territorio. Estos animales pequeños se van a otras áreas donde son poco frecuentes, para luego, en tres o cinco meses, regresar a su hábitat habitual”, explicó el biólogo Juan Bolaños.
En mayo, el Sistema Nacional de Áreas de Conservación (Sinac) recibió reportes de avistamientos en Jacó, Tárcoles, Guacalillo, Bajamar, Mata Limón, Caldera y La Angostura, en Puntarenas.
“En esta época, los machos se ponen más agresivos porque empiezan a marcar su territorio y competir entre ellos. Los más jóvenes van a ser expulsados: algunos se quedan en la periferia del hábitat y otros buscan otros territorios.
”Podríamos decir que casi en todos los ríos hay cocodrilos e, incluso, salen al mar porque lo usan para pasar de un río a otro”, comentó José Joaquín Calvo, gerente de Vida Silvestre del Sinac.
Según Calvo, los cocodrilos no necesariamente atacan a las personas por hambre, sino porque se sienten amenazados y van a defender su territorio. Este es el caso de las hembras que ponen los huevos en las márgenes de los ríos donde abunda la vegetación, ya que van a tender a defender el nido.
La vegetación da sombra al nido de unos 40 huevos que se encuentra dentro de un agujero de medio metro de profundidad en la tierra, escondido e inaccesible a depredadores como aves, felinos y reptiles.
Precaución. A las personas que viven cerca de las márgenes de los ríos, se les recomienda mantener el ganado, gallinas y caballos en el corral o colocar una cerca para mantener a las mascotas alejadas.
Hay que poner atención en los niños: no perderlos de vista y procurar que no alimenten ni molesten a los reptiles para no provocarlos. Los expertos aconsejan no nadar o pescar en ríos donde usualmente hay presencia de cocodrilos, como Bebedero y Tempisque (Guanacaste). Este último posee la población más abundante en el país.
A quienes surfean o nadan en el mar, se les aconseja prestar atención a cualquier elemento en forma de tronco. Muchas veces, suele ser un cocodrilo. Si es el caso, es mejor salir del mar. Matar el cocodrilo no es la solución. Es más, la persona que así lo haga se expone a ser denunciada por infringir la Ley de Vida Silvestre y de Biodiversidad.